Todos recordamos aquel barco camaronero nombrado Santrina, el cual fuera usado por Santiago Álvarez Fernández Magriñá para garantizar la ilegal entrada a EE UU del connotado terrorista Luis Posada Carriles, su socio de criminales correrías, en el año 2005. Resulta ahora que esta embarcación ha sido vendida a un particular, con la supuesta finalidad de que su dueña, la Fundación Caribe, –entiéndase el citado protector de Posada-, fue vendido a un particular, con el propósito de usar en dinero de la venta para continuar sufragando actividades contra Cuba.
El argumento fue expuesto por el propio Álvarez, quien declaró: “Estos recursos en su totalidad serán destinados a la ayuda de aquellos que en nuestra patria están valientemente enfrentándose a la dictadura”.
Mañana, en el Río Miami, varios contrarrevolucionarios de línea dura, se reunirán para despedir a la embarcación.
De acuerdo con declaraciones del propio Alvarez a Café Fuerte, el destino del producto de la venta del Santrina irán a parar a la Fundación Rescate Jurídico, una supuesta organización no lucrativa, vinculada no solo al financiamiento de actividades subversivas dentro de Cuba, sino a la planeación y ejecución de actos terroristas.
La vinculación de Santiago Álvarez Fernández-Magriñá con planes terroristas como la intención de volar el cabaret Tropicana en el 2001, intentos de introducir saboteadores en Cuba para propiciar acciones criminales durante la pasada visita a Cuba del Papa Benedicto XVI, así como en la Feria Internacional del Libro de la Habana, la reciente detención en mayo pasado de cuatro terroristas en Cuba, entre otros, así como su detención en noviembre del 2005 por posesión de considerables alijos de armas, presuponen que el uso del dinero de la venta del Santrina sea usado para financiar este tipo de acciones.
Se sospecha que parte de estos fondos pudieran ser usados para financiar planes terroristas en marcha – denunciados por mí en este blog-, concebidos por Posada carriles y Santiago Álvarez, cuyos objetivos serían la colocación de una bomba contra la embajada de Venezuela en Guatemala, atentar contra la refinería de Alba Petróleos en El Salvador y realizar un ataque magnicida contra presidentes de Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, en la vendiera Cumbre de la CELAC en Costa Rica.
Vuelvo nuevamente a advertir a los interesados en evitar estas acciones, principalmente a las autoridades norteamericanas, en cuyo territorio se están fraguando dichas acciones, que se tomen las medidas pertinentes para desarticular y neutralizar al grupo de involucrados.
Para ellos, baste señalar, que todos sus planes están bajo el escrutinio minucioso de los países que pudieran ser afectados.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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