Blog_CubaSigueLaMarcha

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martes, 30 de junio de 2015

En EEUU hay mas personas que hablan español que en Colombia o España

En EEUU hay mas personas que hablan español que en Colombia o España

Si alguien preguntara cuál es el país con mas personas de habla española del mundo, probablemente muchos acertarían a la primera: México. Pero, ¿y el segundo? Hasta hace muy poco era Colombia, seguido de España.

Sin embargo, acaba de ceder ese puesto a un país que no siempre se asocia con el idioma español: Estados Unidos.

Estados Unidos no solo tiene ya más personas de habla española que Colombia, sino también muchos más que España. El dato procede del último estudio sobre el idioma español realizado por el Instituto Cervantes a partir de datos estadísticos y del censo entre 2000 y 2014.

Según ese estudio, Estados Unidos tiene ya un total de 52,9 millones de hispanohablantes de los que 41.343.921 tienen dominio de la lengua a nivel nativo, y otros 11.644.834 lo hablan como segunda lengua o como idioma aprendido. En realidad, Estados Unidos es hoy el país con más hispanohablantes del mundo, solo que muchos no están registrados.

El estudio deja fuera a los alrededor de 9,7 millones de inmigrantes indocumentados cuya primera lengua es el español. Puedes ver los datos de un vistazo en el mapa debajo:

¿Cuáles son los países con más hispanohablantes del mundo?

En total, en el mundo hay 470 millones de personas que compartimos el español como lengua materna. Si a ello añadimos los que lo hablan de forma más limitada y los que lo están aprendiendo como lengua extranjera, la cifra sube a 559 millones. 
En uno u otro caso, es el segundo idioma más extendido del planeta solo por detrás del Chino. Además, está aumentando debido a razones demográficas, mientras que el chino y el inglés están descendiendo.

Actualmente el 6,7% de la población tiene el español como primera lengua.

El Instituto Cervantes calcula que en 2030 será el 7,5%.

En Estados Unidos ya se habla más español que en España

Estados Unidos ya es, oficialmente, el segundo país del mundo con mayor número de hispanoparlantes, según lo ha revelado un estudio realizado por el Instituto Cervantes, titulado: El español, una lengua viva.
Según el informe, en suelo estadounidense residen 41 millones de personas que hablan español de forma nativa, a lo cual se suman 11,6 millones de personas bilingües, un grupo conformado principalmente por los hijos de los inmigrantes hispanos del país.
Con estas cifras, Estados Unidos queda por delante de Colombia, que tiene 48 millones de habitantes que hablan español, y España, que tiene 46 millones, convirtiendo al país norteamericano en la segunda nación hispanoparlante del mundo, tan solo por detrás de México -121 millones-.
Entre las fuentes citadas por el informe se encuentra la Oficina del Censo de Estados Unidos, que estima que Estados Unidos tendrá 138 millones de hispanoparlantes en 2050, suficiente para ser la nación con más hablantes de español del planeta, un tercio de la población del país.
Entre los diferentes estados del país, los del sur y suroeste concentran los más altos niveles de hispanos, destacando Nuevo México en el primer lugar con 47%, seguido por California y Texas con 38%, y Arizona con un 30%.
Cerca de un 18% de los neoyorquinos hablan español, mientras que en Virginia Occidental solo 1,3% de las personas hablan el idioma. Es curioso constatar que más del 6% de los residentes en Alaska son hispanoparlantes.
En su informe, el Instituto Cervantes estima la población de personas que hablan español en 559 millones, dentro de los cuales 470 millones son hablantes nativos.
Según el Índice de Desarrollo Humano, el español está considerado como la segunda lengua más importante en el mundo, detrás del inglés y por delante del mandarín. Es también el tercer idioma más utilizado en internet, aunque menos del 8% del tráfico web está en español.
Dentro del informe se relaciona también el lenguaje con la economía. El Instituto estima que el 78% del poder adquisitivo de los hispanoparlantes del mundo se concentra en México, Estados Unidos, Canadá y España.
FUENTE:

Citas de Fidel Castro sobre el papel de la juventud cubana en revolución

Citas de Fidel Castro sobre el papel de la juventud cubana en revolución


 Fidel Castro en la Universidad de La Habana. Foto: Roberto Chile
Estas citas de Fidel Castro dedicadas al quehacer juvenil durante las diferentes etapas de la Revolución, considero oportuna compartirlas con mis lectores, a apropósito del X Congreso UJC en  Cuba. 
“¿Y qué juventud queremos? ¿Queremos, acaso, una juventud que simplemente se concrete a oír y a repetir? ¡No! Queremos una juventud que piense. ¿Una juventud, acaso, que sea revolucionaria por imitarnos a nosotros? ¡No!, sino una juventud que aprenda por sí misma a ser revolucionaria, una juventud que se convenza a sí misma, una juventud que desarrolle plenamente su ensamiento.”
“¿Y por qué creemos que se desarrollará esta juventud revolucionariamente? Sencillamente, porque tiene todas las condiciones para lograrlo, tiene todas las condiciones que le permitirán desarrollarse revolucionariamente, pensar y actuar revolucionariamente. No decimos que el ejemplo no valga; el ejemplo influye, el ejemplo vale, pero aun más que la influencia del ejemplo, vale la propia convicción, vale el pensamiento propio. Y nosotros sabemos que esta
juventud será revolucionaria, sencillamente porque creemos en la Revolución, porque tenemos fe en las ideas revolucionarias, y porque sabemos que esas ideas se ganarán el pensamiento y se ganarán el corazón de esta juventud.”
Discurso pronunciado en el acto homenaje a los mártires del asalto al Palacio Presidencial, Escalinata de la Universidad de La Habana, 13 de marzo de 1962.
“creemos en los jóvenes, creemos en los jóvenes, creemos en los jóvenes —y lo repito— porque creer en los jóvenes significa una actitud, creer en los jóvenes significa un pensamiento.”
“Creer en los jóvenes determina una conducta, y la conducta de nosotros, dirigentes revolucionarios, no sería la misma; si no tuviésemos fe en los jóvenes, si no creyésemos en los jóvenes, nuestra conducta y nuestra actitud sería distinta; nuestro trabajo con los jóvenes sería distinto y los resultados, de no creer o de creer, serían también muy distintos.”
“Es necesario que creamos en los jóvenes. Creer en los jóvenes no es ver en los jóvenes a la parte del pueblo simplemente entusiasta; no es ver en los jóvenes a aquella parte del pueblo entusiasta pero irreflexiva; llena de energía, pero incapaz, sin experiencia. Creer en los jóvenes no es ver a los jóvenes simplemente con ese desdén con que muchas veces las personas adultas miran hacia la juventud.”
“Creer en los jóvenes es ver en ellos además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la patria, fe en la patria!, ¡amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos!, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas.”
“Creer en la juventud es ver en la juventud la mejor materia prima de la patria, la mejor materia prima de la juventud, de la Revolución; creer en la juventud es mirar todo lo que nuestra juventud puede hacer; es ver en esa juventud los dignos continuadores de la obra revolucionaria; es ver en la juventud a mejores continuadores o constructores de la obra revolucionaria mejores todavía que nosotros mismos.”
“Creer en la juventud es ver en ellos la generación del mañana, una generación mejor que nuestra propia generación, una generación con muchas más virtudes y muchos menos defectos que las virtudes y los defectos de nuestra propia generación.”
“Porque creemos en los jóvenes, es porque tenemos una determinada actitud ante los jóvenes.
Pero es que los jóvenes de nuestro país se han ganado esa fe; los jóvenes de nuestro país se han ganado ese derecho a nuestra admiración.”
Discurso pronunciado en la clausura del Congreso de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, Stadium Latinoamericano, 4 de abril de 1962.
“Es necesario una vida sana en las mejores condiciones de higiene y en las mejores condiciones de alimentación para que se desarrolle y crezca una juventud fuerte, una juventud saludable que pueda servir de base a todo el esfuerzo que en el campo de la técnica deportiva se vaya realizando.”
Discurso pronunciado en la clausura de los actos celebrados con motivo del V Aniversario de la Integración del Movimiento Juvenil Cubano y la Inauguración de los Primeros Juegos Deportivos Nacionales, Estadio “Pedro Marrero”,
el 21 de octubre de 1965.
“Nuestra juventud tiene delante una misión histórica que se va más allá de las estrechas fronteras de nuestra pequeña patria, nuestra juventud tiene una misión en todo ese mundo subdesarrollado, en todo ese mundo que lucha contra el imperialismo, que lucha contra el colonialismo.”
Discurso pronunciado en la clausura de los actos celebrados con motivo del V Aniversario de la Integración del Movimiento Juvenil Cubano y la Inauguración de los Primeros Juegos Deportivos Nacionales, Estadio “Pedro Marrero”,21 de octubre de 1965
“Y es que en un proceso genuinamente revolucionario en que junto con el desarrollo económico se lleve a cabo la formación y el desarrollo de la conciencia de todo el pueblo, en un proceso revolucionario donde se apliquen los métodos correctos para educar a la juventud, no hay por qué esperar que esa juventud sea menos revolucionaria.”
Discurso pronunciado en la Conmemoración del XIV Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, Santiago de Cuba, 26 de julio de 1967
“(…) en cada fase de la historia de nuestro país nuestros jóvenes han tenido un gran trabajo.
Desde luego que la Revolución ha abierto un campo tan ancho y tan amplio a la juventud en todos los campos, en la defensa del país, en el estudio, en el trabajo, (…) es una Revolución de jóvenes, es una Revolución para los jóvenes, es una Revolución en que los jóvenes tienen una posición que es fundamental.”
Discurso pronunciado en el acto homenaje al primer contingente de jóvenes de la Columna Juvenil del Centenario que cumple tres años de labor en la misma, Base Central de Transporte Agropecuario de Camagüey, 12 de julio de 1971
“Algo anda mal cuando tenemos que educar a la juventud en el cuidado de la propiedad socialista. Y es que sencillamente se trata de un joven enajenado, que no tiene idea de lo que es la propiedad socialista, que no es creador de propiedades socialistas.”
Discurso pronunciado en la clausura del II Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, Teatro de la CTC-
Revolucionaria, 4 de abril de 1972.
“Podemos decir que en la etapa actual nuestro pueblo prepara a sus jóvenes para el futuro en el campo de la cultura, en el campo de la técnica, en el campo de la ciencia. Una juventud que se educa ajena a los sentimientos chovinistas, a los egoísmos nacionales, una juventud que se educa en el más profundo espíritu internacionalista, porque el mundo de mañana tiene que ser el mundo de la solidaridad, el mundo del internacionalismo, la antítesis de lo que la humanidad en las sociedades de clase ha conocido hasta hoy.”
Discurso pronunciado en el acto con los estudiantes universitarios en la ciudad académica de Cracovia, Polonia, el 8 de junio de 1972
“…aspiramos a que toda nuestra juventud estudie, porque la consideramos imprescindible necesidad de la comunidad humana, y un sagrado derecho de todo joven, de todo niño…”
Discurso pronunciado por Fidel Castro al despedir a la Brigada Internacional “Julio Antonio Mella”, que cooperó en la construcción de la escuela secundaria en el Campo Ceiba 7, 30 de julio de 1972.
“La formación de técnicos se está convirtiendo en una actividad masiva de nuestra sociedad. Es la única forma de afrontar los requerimientos del futuro, y esto demuestra la realidad de que nuestra sociedad será cada vez más una sociedad de técnicos y de hombres de ciencia. No cejará nuestro pueblo hasta que cada joven que nazca en este país no alcance cuando menos un nivel de enseñanza media, y no alcance cuando menos el nivel de técnico medio. Si la
revolución educacional prosigue por esas vías, necesariamente llegará el momento en que toda nuestra juventud tenga conocimientos técnicos.”
Discurso pronunciado en el acto clausura de la III Conferencia Nacional de las Brigadas Técnicas Juveniles, Teatro “Lázaro Peña” de la CTC, 13 de septiembre de 1974
“Apoyarse en las masas fue siempre un axioma de la estrategia revolucionaria. Por eso la Revolución prestó tanta atención al desarrollo del movimiento obrero y a la organización de los trabajadores, al desarrollo del movimiento campesino y a la organización de los campesinos, al desarrollo del movimiento de las mujeres y a la organización de las mujeres; al desarrollo de la juventud y a la organización de nuestra juventud, del mismo modo que al desarrollo de la masa estudiantil y a la organización de los estudiantes; y por último, al desarrollo del movimiento infantil y a la organización de los niños.”
Discurso pronunciado en el acto de clausura del Primer Congreso de los CDR en el XVII Aniversario de su fundación, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, 28 de septiembre de 1977
“No es, desde luego, lo único que la Revolución ha hecho por los niños, por los pioneros. Se han construido muchas escuelas, hospitales para los niños, eso fue lo primero, y realmente podemos sentirnos satisfechos [...] que todos los niños de nuestro país cuentan con escuelas, todos, el ciento por ciento de los niños; no solo con escuelas primarias, sino también con escuelas secundarias, escuelas preuniversitarias, escuelas politécnicas y tecnológicas. Que además, nuestro sistema educacional garantiza la posibilidad a los más destacados estudiantes de continuar sus estudios superiores en cualquiera de las ramas. Es decir, se ha creado un sistema educacional que garantiza posibilidades ilimitadas a todos los niños y adolescentes y a toda nuestra juventud.”
Discurso pronunciado en el acto central por el Día de los Niños, Jardín Botánico del Parque “Lenin”, el 17 de julio de 1983.
“Hoy sabemos lo que es el socialismo; hoy sabemos lo que es la Revolución y en qué consiste; hoy tenemos un nivel escolar altísimo, sobre todo nuestra juventud, y lo tendrá cada vez más alto; hoy tenemos una cultura general y hoy tenemos una conciencia revolucionaria; hoy debemos aspirar a realizar un esfuerzo superior, muy superior, a realizar un trabajo mejor, mucho mejor. Tenemos un pueblo patriota, un pueblo de honor, un pueblo de vergüenza, un pueblo orgulloso, y si somos un pueblo más preparado, un pueblo de honor, un pueblo orgulloso, debemos aspirar a que cada cosa que se haga sea lo mejor.”
Discurso pronunciado en el Parque “Céspedes”, Bayamo, 19 de diciembre de 1986
“Por eso decía que vivimos en un hemisferio con una situación internacional compleja, en un hemisferio en ebullición, frente a un vecino poderoso, y para lo cual nuestras nuevas generaciones tienen que estar preparadas y muy preparadas, en todos los sentidos: en el dominio de la teoría político-revolucionaria, en el dominio de la ciencia y la técnica, en el dominio de la experiencia de lo que hay que hacer frente a cada problema, frente a cada cosa, cómo hay que abordarlo; en la conciencia de la época que nos toca vivir, compleja, difícil; del vecino poderoso que tenemos al lado; del hemisferio en ebullición que nos rodea y en un mundo complejo. Para ese mundo hay que estar preparados, ese es el mundo del 2000, y ese es el mundo de los años que median entre hoy y el 2000; para esas realidades y para ese mundo tiene que prepararse nuestra juventud.”
Discurso pronunciado en la clausura del V Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, Teatro “Karl Marx”, 5 de Abril de 1987
“Honradamente, no podría decir que estamos en la mitad del camino al cabo del tiempo que lleva la Revolución en este país y después de la obra que ha realizado nuestro pueblo, después de haber resistido estos cinco años, después de habernos enfrentado al gran coloso del Norte, en un mundo que se volvió unipolar, y cuando nos quedamos solitos, quiero decir, sin apoyo prácticamente de ningún otro país. Creo que tiene un mérito.”
“Si se tiene sentido de la historia y la juventud es suficientemente capaz —y creo que será más que suficientemente capaz—, entonces la historia tendrá que consignar la gran proeza, la gran página que nuestro país está escribiendo en este momento.”
Discurso pronunciado en la clausura del Festival Juvenil Internacional Cuba Vive, Teatro “Karl Marx”, 6 de agosto 1995

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lunes, 29 de junio de 2015

Raúl Ferrer, Centenario

Raúl Ferrer, Centenario
Maestro hacia el futuro, sin retorno
Educación, justicia social y poesía fueron su brújula
Por LUIS TOLEDO SANDE
Raúl Ferrer, eminente pedagogo
Con su habitual sonrisa. (Foto: GASPAR SARDIÑAS
/ Archivo de BOHEMIA)
Con decir que se le recuerda por la relevante labor que desplegó en la Campaña Nacional de Alfabetización, se daría una idea del ser humano a quien se dedican estas líneas, Raúl Ferrer. Surtidora de semillas que siguen germinando no solo en Cuba, sino en otras tierras de nuestra América y en otros continentes, aquella Campaña –cultural en el sentido más profundo y abarcador– ha sido una de las mayores proezas de la Revolución Cubana.
Él, vicecoordinador nacional de esa obra, fue una de sus almas. Se entregó a encaminarla en esfuerzo compartido con otras personas que, como el coordinador, Mario Díaz, también merecen elogio, al igual que el conjunto de maestros voluntarios, brigadistas y alfabetizadores populares que la llevaron a feliz término, un ejército de luz que tuvo incluso mártires.
En la herencia de José Martí, abrazada en La historia me absolverá, la Revolución Cubana acometió su proyecto educacional y justiciero desde que alcanzó la victoria en el alba de 1959. Ya Raúl Ferrer había cumplido 43 años, y su talante de lozana cubanía, cimentada en el ímpetu creador, halló el entorno para realizar sus sueños.
La Alfabetización fue la mejor continuidad para el largo trecho de magisterio que él había emprendido en su juventud. Empezó haciéndolo en educación física, y pronto se adentró en un terreno más amplio de saberes y virtudes, siempre junto al afán de justicia social para su pueblo. En una república maniatada por el imperialismo y corroída por las desigualdades, se vinculó con quienes comprendieron que la vía para transformar el país se hallaba en el empeño por construir el socialismo. Plantearse tal meta en aquellas circunstancias, a no pocos les parecería un acto quijotesco, para decirlo en términos “piadosos”.
Orígenes y camino
De familia modesta, Raúl Ferrer Pérez nació en Meneses, localidad del municipio de Yaguajay, entonces perteneciente a la provincia de Las Villas, hoy a la de Sancti Spíritus. El alumbramiento ocurrió el 4 de mayo de 1915, aunque por la fecha de su inscripción en el registro civil el centenario se le celebre el 1 de julio. Tempranamente asumió la causa del socialismo con la resolución de jugarse la piel. Lo demostró con su conducta diaria.
Para que los niños y las niñas más pobres no sufrieran la humillación de la desigualdad –que les impedía calzarse–, y que por ese motivo no faltaran al aula, ideó que todos sus alumnos asistieran a clase descalzos: “Así el aprendizaje les entrará por los pies”, diría. Los que tenían zapatos, los dejaban junto al tronco de una ceiba, bautizada Carlos Manuel de Céspedes. El maestro daba el ejemplo: también él ponía allí los suyos.
Se arriesgó, sobre todo, en un sentido de mayor significación: vinculado al Partido Socialista Popular, tomó parte activa en el enfrentamiento a la realidad nacional. Buscaba una república diferente, una libertad que permitiera a toda la infancia, a todo el pueblo, tener zapatos y libros. Sufrió persecución y cárcel, y más de una vez intentaron cesantearlo, a lo cual se opusieron otros trabajadores de la enseñanza que lo respetaban y admiraban.
En los períodos en que se le arrancó del aula hay derecho a pensar cuando en su Romance de la niña mala –dedicado a sus alumnos del Central Narcisa– se leen los siguientes versos: “Y cuentan los que lo saben,/ que en aquella tarde amarga/ en que no vino el maestro,/ era la que más lloraba”. Viene asimismo a la mente el pasaje que rememora de este modo a la niña: “Verdad que siempre está ausente;/ pero si viene no falta/ entre sus manitas breves/ un ramo de rosas blancas/ para poner al Martí/ que tengo en mitad del aula”.
Homenaje realizado por la Uneac, a propósito del 70 cumpleaños de Raúl Ferrer
Por sus 70 años, se le honró en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Junto a él, de izquierda a derecha en la foto, Ángel Augier, Onelio Jorge Cardoso, Joaquín G. Santana y Hugo Chinea. (Foto: HÉCTOR DELGADO / Archivo de BOHEMIA)
Renovado fervor
Quienes lo trataron, máxime si vieron el entusiasmo con que, en la Cuba de la Revolución triunfante, renovó su ahínco educacional, lo recuerdan con veneración. De ello abundan testimonios, como los que prestigiosas voces dieron especialmente para acompañar estas páginas, cuyo autor lo conoció, sobre todo, en los Seminarios Juveniles de Estudios Martianos. En esos encuentros el maestro contaba que su Martí “en mitad del aula” no era simple metáfora: en las escuelas a su cargo no había los llamados “rincones martianos”, porque –afirmaba– al hombre de La Edad de Oro no le correspondía estar arrinconado, sino vivir en el corazón de la enseñanza, tanto en quienes la practicaban como en quienes la recibían.
Como parte de su atención a la obra de Martí –sobre quien hacía observaciones que han merecido reconocimiento y gratitud de estudiosos–, hacia el final de su vida colaboró con Teodomira (Teddy) Aguiar Abreu en el afán de compilar los numerosos poemas dedicados por autores de Cuba y de otros países al hombre en quien Gabriela Mistral vio una “mina sin acabamiento”. Recuperar aquella compilación, y publicarla, sería un logro.
De su actitud y sus ideas en general hablan los hechos de su existencia, que, de tantos y tan intensos, no cabría ni rozar en pocas páginas. Felizmente, sobre la trayectoria seguida por él antes y después de 1959, existe una Cronobiografía de Raúl Ferrer Pérez, obra de Lidia Dávila Montes, Baldomero Expósito Rodríguez y Nilda Sosa Delgado. Ese texto ha nutrido y seguirá nutriendo contribuciones sobre la vida y la obra del maestro.
Pero el volumen, impreso en La Habana en 1998, no parece haber tenido una tirada extensa, ni haberse reeditado, y es necesario promover lecturas y conocimientos que le rindan a Ferrer un homenaje digno de sus méritos. No cabe acomodarse a la existencia de páginas publicadas, y tampoco son tantas las que se le han dedicado. Pero, aunque lo fueran, hasta sobre almohadas de libros puede dormir, ingrato, el olvido, máxime tratándose de una figura como la suya, tan distante –y distinta– de las que privilegian como cuestión de moda los medios dominantes en el mundo, cuyos tentáculos desinformadores se cuelan por todas partes.
Con la brújula de Martí –“Ser culto es el único modo de ser libre”–, vio en la Campaña de Alfabetización el modo de acometer en toda la patria la obra de saber y ternura que reclamó el autor de Maestros ambulantes, artículo de 1884 donde se lee aquella máxima. Cumplida la histórica Campaña, Ferrer desarrolló dentro del Ministerio de Educación una fértil labor en el frente de la Educación de Adultos, para el cual se hicieron los planes llamados de Seguimiento.
Su aporte a esa labor –a la que sumaría la Campaña por la Lectura, dirigida a toda la población– fue medular, y le ganó un prestigio que desbordó largamente el ámbito cubano. Fue asesor de la Unesco y participó en distintos foros internacionales. También ejerció la diplomacia como consejero cultural de la Embajada de Cuba en la Unión Soviética.
Raúl Ferrer, según los caricaturistas Juan David y BlanquitoRaúl Ferrer, según los caricaturistas Juan David y Blanquito
Raúl Ferrer, en los trazos y modos de los caricaturistas Juan David y Blanquito, respectivamente. (Fotocopias: E.C.L.)
En la poesía
Permanente fue en él la conjunción de poesía y labor pedagógica. En el prólogo a uno de sus cuadernos de versos (Poemas, 1990), Alfonso Quiñones recuerda haberle oído decir que no había vivido “‘en poeta’ y a eso achacaba su falta de reconocimiento por parte de la crítica. Pero es que, en realidad, Raúl Ferrer siempre ha vivido ‘en poesía’”. El juicio de Quiñones lo apoyan textos del propio Ferrer.
En Raquel, poema dedicado a Raquel Cuesta Méndez, la compañera de su vida, sostuvo: “¿Recuerdas/ cuando andábamos/ de un lugar para otro/ perseguidos?// Todo quedaba/ abandonado en casa;/ menos los versos,/ lo único que de veras/ aquel mundo/ me dejó poseer/ y compartir contigo!”. En Arte poética plasmó el sentido con que amasaba la poesía: “Ni verso para hacerme una corona,/ ni verso de acicate a mis instintos,/ ni una mesa de versos,/ ni versos para el llanto./ ¡Mejor los llevo al cinto!”.
No bruñó sus versos obedeciendo a modas, ni llevado por la sed de puntualidad que pudiera dominar a quien acude a la cita con la poesía afanado en hacer carrera literaria. De ahí, y del consciente valor de utilidad –en la virtud– con que escribía, pudiera derivarse algún menosprecio de su estatura poética, acaso por la idea de que, en cuanto a recursos y modos expresivos, no buscó someterse a corrientes o normas de paso. Pero quizás de esa “extemporaneidad” le vengan sus valores más perdurables.
Tampoco se caracterizó por descuidos, ni por subvalorar las exigencias formales para ceder a un pedagogismo cómodo. “Estoy haciendo versos/ porque me gusta la palabra hermosa”, se lee enNueva Beatriz, poema de resonancia dantiana en que declara asimismo: “Estoy hecho de rima casi todo”.Solo que no vio en la forma un fin, sino un camino para llegar con autenticidad al corazón de sus destinatarios. Ya por eso merecería respeto, lo merece.
Si se quisiera un fundamento para acreditar las consideraciones precedentes, quizás no habría otro mejor que la aceptación de la cual gozan, hechos canciones, textos suyos tan diversos como el ya citado Romance de la niña mala La vaquita Pijirigua. Tal triunfo no alcanzaría a explicarlo únicamente la destreza del espléndido musicalizador e intérprete: Pedro Luis Ferrer, sobrino y venerador del poeta. Se explica por el dominio que este tuvo de la palabra, y por un registro de sentimentalidades que van desde la ternura hasta la comicidad de arraigo popular.
Campechanía, grandeza
Retrato de Raúl Ferrer que formó parte de la exposición que, por su centenario realizó el Instituto de Literatura y Lingüística José Antonio Portuondo
Este retrato, cuyo autor no hemos logrado
identificar –ojalá contribuya a ese empeño su
publicación en BOHEMIA–, formó parte de la
exposición que el Instituto de Literatura y
Lingüística José Antonio Portuondo Valdor
dedicó al centenario de Raúl Ferrer.
(Fotocopia: E.C.L.)
El autor de esos textos, y de tantos otros, hace pensar en un tipo humano característico del centro del país, donde parecen brotar, como frutos de la naturaleza, seres en quienes la conciencia del valer propio va pareja con la voluntad de no darse importancia, o, para emplear una expresión que hoy parece en desuso, no darse lija. Vienen a la mente personas a un tiempo afines y diversas, como los escritores Samuel Feijóo, de quien contaba anécdotas deliciosas, y Onelio Jorge Cardoso –ambos próximos afectivamente a él–; Alcides Iznaga, cuyo centenario, en 2014, pasó sin la atención merecida; o la maestra y trovadora Teresita Fernández.
La proyección de personas como esas puede confundir a quienes se dejan encandilar por poses y figureos. Pero no a quienes miren a lo hondo y con pupila esclarecida. En el caso que nos ocupa, y en otros, la campechanía apunta a una conciencia de servicio colectivo que engulle o pone en su sitio a la vanidad y otras expresiones de la egolatría. No es razón para desconocer la altura de aquellos y aquellas que no se dejan obnubilar por su jerarquía intelectual.
A propósito del aniversario 90 de Raúl Ferrer, que había fallecido el 12 de enero de 1993, en La Habana, Enrique Núñez Rodríguez, amigo suyo y también de origen villareño, escribió: “Ahora que la cubanía, la identidad nacional, y nuestras raíces culturales son objeto de un serio estudio, alguien debería profundizar en el pensamiento, la obra y, sobre todo, la sicología de este comunista con letra de Marx y Engels y música de Sindo Garay”. Para hacer aún más completo el feliz y risueño acierto, habría que añadir, con toda seriedad, que la orquestación iría por cuenta de José Martí.
Armando Hart Dávalos
(Foto: GILBERTO ANTE)
Mis recuerdos de Raúl Ferrer

Aunque ya conocía a Raúl Ferrer como combativo dirigente sindical del magisterio y a la vez renombrado poeta decimista, tuve la oportunidad de tratarlo de forma más íntima y cotidiana a partir de los días iniciales de la histórica Campaña de Alfabetización, donde jugó un papel crucial tanto en su amplia movilización social como en los aspectos técnicos y pedagógicos. Posteriormente, a él se debe en gran medida el lanzamiento de la Campaña de Seguimiento, original manera de complementar y consolidar los conocimientos adquiridos por los recién alfabetizados.
Cuando recordamos su centenario, Raúl viene a mi mente como figura destacada dentro de la vanguardia de los maestros cubanos más ilustres, incorporados al Ministerio de Educación tras el triunfo revolucionario; lo recuerdo también como firme militante comunista, por su comportamiento siempre unitario y por su extraordinaria simpatía personal.

Armando Hart Dávalos (Primer ministro de Educación en la Cuba revolucionaria, atendió desde ese cargo la Campaña de Alfabetización. Posteriormente fue ministro de Cultura y hoy dirige la Oficina del Programa Martiano).

Asela de los Santos
(Foto: L.T.S.)
Un maestro poeta

Su condición de pedagogo y poeta dio como resultado todo lo que hizo en Educación. Era simpático y ejercía gran atracción sobre la mayoría, en especial sobre los niños. Cuando llegué al Ministerio, él estaba en Educación de Adultos. Se necesitaba reorganizar el sistema para resolver incongruencias en el flujo de los alumnos, y los adultos eran parte importante.
Traía la experiencia de su intenso trabajo en la Campaña de Alfabetización, y asumió la que se llamó de Seguimiento, dirigida a elevar el nivel mínimo de la población al sexto grado, y luego al noveno, para lograr el crecimiento que vendría. Hizo una gran obra, en la concepción misma del trabajo, y en la elaboración de los materiales necesarios. Sus libros sobre el tema, verdaderas joyas, se dirigían a los adultos recién alfabetizados, que no dominaban bien el idioma. Escribía de manera que los temas y la expresión les interesara y los ayudara a comprender.
No era propiamente un académico, sino algo más: un creador con un pensamiento activo que le permitía resolver problemas rápidamente. Sin haber hecho altos estudios especializados, logró un gran nivel pedagógico y cultural. Era un hombre valiente, algo muy importante. En Educación todo el mundo tiene la virtud de sentirse pedagogo, y hay cosas técnicas que se requiere discutir con especialistas. Él las enfrentaba sabiamente. Tuvo éxito, y tanto los viejos maestros como los más nuevos le rendían culto. Se lo ganó sin ser impositivo. Tenía la cualidad, la gracia, de llegar y convencer. Era muy juicioso y estuvo abierto a las transformaciones. Me alegra mucho que se le haga justicia, no solo en su centenario.

Asela de los Santos (Fue viceministra primera y ministra de Educación. Actualmente es  asesora en la Oficina de Historia de las FAR)
Lidia Turner Martí
(Foto: L.T.S.)
Así era Raúl Ferrer

Tuve la alegría de tratarlo en distintas circunstancias, como en la Asociación de Pedagogos de Cuba, en la que fue sumamente activo. Coincidí con él en Nicaragua, poco después del triunfo de la Revolución Sandinista. Estábamos allí como asesores: él, de la Unesco (fue importantísimo para la Campaña de Alfabetización en aquel país); yo, del Ministerio de Educación. Un día estábamos esperando su visita, y me dicen: “Por ahí viene Raúl Ferrer”. Yo, que lo conocía desde hacía años, miraba y no lo veía, hasta que me percaté de que era un hombre que vestía jean y cotona, llevaba un sombrerito y calzaba tenis. Yo tenía la imagen de funcionarios de la Unesco trajeados.
Él se hacía querer con su bondad y su simpatía, y se le respetaba  por sus conocimientos y su creatividad, y por su presencia en tareas como las desarrolladas por el Movimiento Quincho Barrilete con el fin de proteger a niños que necesitaban vender periódicos en las calles para ayudar a sus familias, y a veces morían atropellados por automóviles. El Movimiento ayudó al Frente Sandinista a adoptar medidas concretas en auxilio de aquellos niños, para cuidarlos y que pudieran asistir a la escuela.
También recuerdo una confesión que nos hizo: “No paro hasta aprender el Palo de Mayo y poder bailarlo con una nica antes de terminar la Alfabetización”. Pensando en el dinamismo de esa danza, le contesté: “Pero requiere mucho esfuerzo. ¿Lo sabe Raquel, que tanto te cuida por tu afección cardiológica?” Poco tiempo después me contó feliz: “Ya bailé el Palo de Mayo con una nica. Por poco me muero, pero aquí estoy”.

Lidia Turner Martí (Fundadora y presidenta, por varios períodos, de la Asociación de Pedagogos de Cuba, de la cual es actualmente presidenta de honor. Profesora de mérito de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Miembro de mérito de la Academia de Ciencias de Cuba).
TRES POEMAS DE RAÚL FERRER*
Mi pueblo
              A Carlos Puebla

Mi pueblo está tirado sobre la costa norte
de la inquieta provincia que es el centro de Cuba.
Para poblarlo hicieron su contrastado aporte
la sangre de los blancos y la sangre yoruba.

Al sur, la cordillera. El viajero que suba
verá al fondo del valle el fantasmal recorte
de un barracón en ruinas cuyo silencio incuba
la evocación cañera del esclavo y el corte.

La zafra en dos centrales. Nuestra esperanza humea
sesenta días al año de cada chimenea,
y al fin es bagacillo lo que nos ha cubierto.

Engordamos un poco mientras corre el guarapo.
Y con lo que nos queda, nos compramos un trapo
que cubra la miseria de todo el tiempo muerto.
1940

Alfabetización

Voy a aprender a escribir,
guajirita desdeñosa,
para ponerte una cosa
que me da pena decir.

Qué doloroso es sentir
que llevo dentro un jilguero
cantándome: –Compañero,
toma lápiz y papel
y escribe: “Guajira cruel,
si no me quieres, me muero”.

                                     1961

A Juan Marinello
Yo he visto el oro hecho tierra
Barbullendo en la redoma…
                                                        José Martí


Asciendes por tu senda: hay que cantarte,
Juan que vienes de tramos sin olvido
con tu talento que pulió el partido
para llevar, valiente, su estandarte.

En vida y lucha tu martillo, el arte
tanto pesa por fruto recogido
como tu eternamente florecido
ejemplo de –en la hoz– multiplicarte.

Quiero cargar este mensaje breve
con el regalo que a tus manos lleve
no el oro que barbulla en la redoma,
sino del gran Octubre el mármol puro,
y del Enero limpio el sol seguro,
para el vuelo triunfal de la paloma!
1976

La Uneac puso a circular en 1979 una valiosa compilación de su obra poética, Viajero sin retorno, entre otros Portadas de sus de sus más importantes libros: Viajero sin retorno y Poesía en la pedagogía. La Uneac puso a circular en 1979 una valiosa compilación de su obra poética, Viajero sin retorno; y uno de los homenajes que en su centenario le ha rendido la Asociación de Pedagogos de Cuba es el volumen, con título de los editores, Poesía en la pedagogía (2015), que –se lee en la contracubierta­– abarca también El retorno del maestro, publicado por Gente Nueva en 1990. (Fotocopias: E.C.L.)

* Tomados –por la calidad de esa edición– de Viajero sin retorno. (L.T.S.)

Una emigración cubana nacionalista y patriótica cuidará mejor sus intereses

Una emigración cubana nacionalista y patriótica cuidará mejor sus intereses

Emigracion 06-29-15

 Edmundo García (www.latardesemueve.com) 

Ese maestro que fue Francisco González Aruca describió mejor que nadie el proceso que convirtió a la extrema que convirtió a la extrema derecha de Miami de contrarrevolucionaria en anticubana, y de anti socialista en antipatriótica.

Martí con los cubanos de Cayo Hueso
Martí con los cubanos de Cayo Hueso

Los extremistas empezaron por rechazar la política del gobierno revolucionario y terminaron rechazando a Cuba. El desacuerdo con el proyecto de deporte masivo y amateur, los condujo al rechazo de los equipos y deportistas que competían en representación de Cuba; por lo que aparecían en las competencias apoyando a los rivales de los nuestros e incitando a la deserción a los atletas nacionales. Su desacuerdo con los dirigentes y la política cultural de la Revolución Cubana les condujo a quemar pinturas, romper discos y sabotear conciertos de los artistas cubanos. Su incomprensión de los alcances de la colaboración internacional y la política exterior cubana los llevó a colaborar con ejércitos enemigos, a delatar a sus compatriotas y hasta enfrentarlos en el campo de batalla. Querían derrocar un gobierno y para ello estuvieron de acuerdo con una potencia extranjera en hambrear a todo un pueblo; son los mismos que hoy dicen que quieren cambiar un “régimen” y en su objetivo no tienen escrúpulos para difamar y ofender a toda una nación.

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Por suerte quedan hoy pocos representantes de ese exilio “histórico” antinacional y antipatriótico, y la emigración cubana se compone de nuevas fuerzas interesadas en normalizar la relación con su país de origen y también en la normalización de las relaciones de los gobiernos de los países donde residen y el gobierno cubano.
La necesidad de contar con una emigración nacional y patriótica se puso nuevamente en evidencia recientemente por un suceso acontecido en Estados Unidos. Me refiero a las declaraciones anti inmigrante, en particular anti inmigración mexicana, del candidato presidencial por el partido Republicano Donald Trump, el magnate de los medios de difusión y organizador de los conocidos concursos Miss Universo. Un personaje que en estos momentos tiene importantes inversiones en el condado Miami Dade, donde reside una importante comunidad de emigrantes cubanos.
El martes 16 de junio, al lanzar su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump expuso sus proyectos en materia migratoria y se mostró como un xenófobo. Al justificar sus posiciones sobre el reforzamiento de la frontera sur y compartir la idea de construir un enorme muro, Trump hizo afirmaciones injuriosas como que “México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas. Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores”, “haré que México lo pague” y “México no es nuestro amigo”. Trump trató de exacerbar sentimientos chovinistas contra la inmigración culpándola de los problemas económicos de Estados Unidos y alardeó de que nadie como él, que se mueve en el negocio de las inmobiliarias, sabe construir muros seguros.
Frente a esta postura desafiante mexicanos residentes en su país y mexicanos residentes en Estados Unidos reaccionaron como una sola fuerza; sintieron que el poderoso Trump los ofendía a todos como si fueran uno solo. El Secretario de Gobernación de México Miguel Ángel Osorio contestó desde el Distrito Federal que las declaraciones de Trump eran absurdas y destacó la importancia del aporte de la emigración mexicana tanto a la economía de Estados Unidos como a la de su propio país. Por su parte la cadena Univisión declaró que no televisaría el concurso de Miss Universo que patrocina Donald Trump, decisión que recibió el apoyo de artistas, presentadores y periodistas mexicanos residentes en tanto en México como en Estados Unidos.
No es la primera vez que vemos el apoyo que una emigración nacionalista le da a los suyos, oponiéndose a políticas y declaraciones que agreden a su propio país.
En los momentos más graves de la lucha anticomunista contra Polonia, cuando en Estados Unidos quiso bloquear la importación de jamón y otros productos de ese país, la emigración polaca dijo no. Cuando a propósito de los juegos de Beijing la antorcha olímpica pasó por San Francisco en abril del año 2008, los emigrantes chinos salieron masivamente de los sitios menos sospechados para proteger su paso.
Pero hay otro dato todavía más interesante. Cuando en febrero del 2011 el congresista Republicano por Florida Connie Mack propuso una medida de embargo económico contra Venezuela, pensando que con ello podía agradar a los grupos antichavistas de Miami y El Doral, los más patrióticos de esos mismos venezolanos se le enfrentaron diciendo que eran antichavistas pero que hasta ese punto no llegaban. Un artículo de Daniel Shoer Roth publicado el 14 de febrero de 2011 en El Nuevo Herald con el título de “Alarma en la comunidad venezolana por pedido de embargo” recogía declaraciones de ex diputados y cabecillas antichavistas del sur de la Florida como Pedro Mena y Alexis Ortiz, quienes en un comunicado expresaban: “Rechazamos de plano cualquier intento de establecer un bloqueo económico a Venezuela… Ese presunto bloqueo no es contra Chávez, sino contra la mayoría de venezolanos”.
Aunque algunos de esos venezolanos han involucionado a la reacción en la irracional campaña contra el gobierno de Nicolás Maduro, es decir, contra Venezuela, no puede obviarse ese matiz que los distancia de la demencial derecha anticubana de Miami, que desde hace más de 55 años trata de satisfacer sus ambiciones políticas perjudicando a los nacionales de su propio país.
La nueva emigración cubana tiene que estar unida para defender sus propios  intereses de aquellos que sueñan con retrotraer la política de apertura del Presidente Obama hacia Cuba a la era de George W. Bush; de aquellos que quieren limitar los viajes, condicionar el intercambio cultural, reducir el envío de remesas, etc. También debemos estar alerta sobre la labor de zapa que realizan aquellos que reciben dinero de un gobierno extranjero para atentar contra Cuba y envenenar con sus mentiras la unidad de la emigración patriótica. Esa emigración sencilla y trabajadora que comprendió las sólidas bases de proyectos políticos verdaderamente serios y viables, como los que en sus respectivos momentos propusieron Martí y Fidel.


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Cuba: No somos pasarela

Cuba: No somos pasarela



José Alejandro Rodríguez /  Cuba está de moda, andan pregonando por el mundo, como si este país fuera pasarela de ocasión, efímera fiebre de sábado en la noche o evanescente escenario de curiosidades al son de la compleja y dilatada normalización de las relaciones con Estados Unidos.


Después de medio siglo tirante, ahora Obama reconoció que fue infructuosa la carta de la hostilidad abierta hacia la «majadera» Cuba. Negocia mientras mantiene debajo de la manga un as de tácticas y estrategias sutiles. Pero no acaba de eliminar el bloqueo, aunque suavice ciertas clavijas, y empiecen a llegar a La Habana turistas autorizados por las 12 excepciones.

Ahora hasta The New York Times hace guiños a Cuba, con un «cheak to cheak». Y todo el mundo quiere estar en La Habana satanizada, vaya a saber por qué: artistas, hombres de negocios y gurúes de la comunicación, personajes del jet set… Cada quien vela por su trozo en el pastel que sueñan repartirse, como si los cubanos no los estuviéramos midiendo, y no precisamente para ropa.

Algunos se han apurado en vivir intensamente lo que consideran las postrimerías de La Habana (¿o Havana?) de Castro. Y en su fiebre de redescubridores, se pasean por el Malecón en suntuosos y descapotables «almendrones» Chrysler y Buick o Impalas de alquiler, como si viajaran al final del socialismo en Cuba, apresando las instantáneas «últimas» de aquello que les fue vedado durante tantos años.

Pero también se confunden entre nosotros muchos norteamericanos sencillos y comunes, que desean revertir con calidez los años de distancia. Se asombran del cariño cubano, de la desmesura sentimental y de la comunicación tan expansiva que respira la Isla bajo el sol impertinente. Constatan que esta ciudad cuarteada, bella en su estática milagrosa, no es el pandemónium que siempre les contaron.

Además de las tenazas económicas que puedan derribarse, la gente tan tremenda de este país añora vivir en paz y convivencia con el vecino, siempre con un ojo abierto hasta durmiendo de hartazgos reconciliatorios. Y compartir las claves y zonas de convergencias que por tradiciones y razones históricas nos unen —Hello, Hemingway—, mas allá de lo que nos ha separado.

Se inicia un vuelco histórico en el tradicional diferendo Estados Unidos-Cuba. Y hay que ponerle todas las velas a San Lázaro para que el acercamiento anunciado en el día de Babalú Ayé, el 17 de diciembre, fructifique y se consolide de la manera más respetuosa desde ambas orillas.

Siempre habrá en este gradual rencuentro de Cuba y EE.UU. actores que pretendan, desde ambas naciones, reproducir las viejas y gastadas configuraciones que no sirvieron. Siempre habrá aquí adentro gente que reviva los modelos serviles y genuflexos. Pero esta reconsideración histórica valdrá en la medida en que Cuba vindique, como siempre lo ha hecho, su dignidad y soberanía.

Los desafíos son grandes para nuestra nación, que no podrá cubrirse con una campana de cristal ante todo lo que sobrevenga de esta reconciliación. Más bien, la entereza para sortear los peligros, incluido el de que se horaden los cimientos de lo que tanto hemos apuntalado, dependerá sobre todo de la voluntad histórica del pueblo y el Gobierno cubanos, pero también de la eficacia y eficiencia que insuflemos a nuestro modelo socialista, de los cabos que no dejemos sueltos, de los atavismos y torceduras que erradiquemos de raíz, de las fisuras que no abandonemos a su suerte. Hay mucho por hacer en Cuba para alcanzar la plenitud y la madurez de los cambios.

Ahora, cuando tantos desde Estados Unidos y del resto del mundo redescubren Cuba bajo la anuencia del descongelamiento, suena frívolo y volátil el eslogan de que este país está de moda. Se abren compuertas, pero esta salpicadura de tierra firme en el Caribe permanece hace mucho tiempo abierta al mundo. Abierta a las buenas intenciones de paz y sana convivencia, al tiempo que, con Nicolás Guillén, cierra la muralla al diente de la serpiente.


Juventud Rebelde / Grupo CubaCoraje