Blog_CubaSigueLaMarcha

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jueves, 30 de abril de 2015

Las relaciones económicas entre Cuba y EEUU en un nuevo escenario

Las relaciones económicas entre Cuba y EEUU en un nuevo escenario

I

Las nuevas condiciones surgidas a partir del 17 de diciembre del 2014 que apuntan hacia una gradual normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, han provocado un amplio debate en los medios acerca de las posibles condiciones en que se desarrollarán los vínculos económicos entre los dos países de ahora en adelante. En tal sentido, aún resulta muy temprano para llegar a consideraciones de mayor calado en el tema, aunque pueden anticiparse algunas consideraciones que contribuyan a enmarcar mejor el análisis. 
Ante todo es necesario señalar que desde el año 2001 han existido relaciones económicas entre los dos países, o más precisamente vínculos en una sola dirección. Estos se enmarcan en la decisión de la administración del presidente William Clinton al aprobar en el año 2000 la Ley de Reforma a las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones para permitir excepcionalmente la venta de alimentos y medicinas a Cuba. Esta decisión se adoptó ante los daños causados a la isla por huracanes que la azotaron, pero la misma contenía una serie de importantes restricciones.
La más importante es que no modificaba otras disposiciones vigentes para implementar el bloqueo a Cuba. Así, por ejemplo, la compra de productos por parte de Cuba requería una autorización específica del Tesoro norteamericano; las operaciones tenían que pagarse por adelantado y en efectivo, pero no podían realizarse en dólares de Estados Unidos; y la transportación de los productos tenía que efectuarse en barcos contratados por los vendedores en EEUU, entre las restricciones más importantes. Adicionalmente a esta ley se le adicionó como enmienda la prohibición expresa de viajes turísticos a Cuba como parte de las negociaciones con los elementos más derechistas del Congreso para lograr su aprobación.
A pesar de estas dificultades a Cuba le resultaban beneficiosas un conjunto de compras de productos como el arroz de alta calidad, donde –aun a precios similares o superiores al de otros mercados- el costo total resultaba inferior por la cercanía geográfica entre los dos países en comparación con otros mercados mucho más distantes, lo que abarataba mucho el pago por fletes.
Las compras cubanas a productores agropecuarios de EEUU totalizaron –según datos del Anuario Estadístico de Cuba- 5,802 millones de pesos entre los años 2002 y 2013, lo que, sin embargo, solo representó el 4.7% del total de las importaciones del país, mostrando una tendencia decreciente a partir de un máximo de unos 598 millones alcanzado en el 2008.
Trascender este escenario limitado de importación de alimentos requiere eliminar el bloqueo económico contra Cuba y aunque el presidente Obama se pronunció por su desmantelamiento y conserva importantes facultades para hacerlo, la decisión de fondo se encuentra en manos del Congreso en donde prepondera la visión conservadora –y en muchos casos anticubana- del Partido Republicano. En este nuevo escenario no se detienen los actos punitivos, ya que acaba de anunciarse una multa de 1,710 millones de dólares al banco alemán Commerzbank por efectuar operaciones asociadas a Cuba entre otros países sancionados por EEUU.
El levantamiento del bloqueo sin dudas ofrece una oportunidad de negocios con la isla que no escapa a la consideración de importantes empresas norteamericanas que ya se han pronunciado al respecto. De otra parte, para Cuba los vínculos económicos con EEUU presentan un potencial de negocios y un desafío de significativa importancia en una serie de esferas que tributan a la estrategia de desarrollo del país.
No obstante, el carácter y las condiciones en que deben desarrollarse estos vínculos requiere examinarlos a la luz de la seguridad económica del país. En tal sentido uno de los principios por los que se trabaja en las relaciones comerciales y financieras internacionales de cara al futuro, se refiere a la diversificación de esas relaciones y a la necesidad de desconcentrar los riesgos asociados a una excesiva dependencia externa .En síntesis, por muy ventajosos que económicamente sean estas relaciones económicas con EEUU en un futuro no lejano, las mismas no deben conducir a la reproducción de las relaciones de dependencia externa que el país ha padecido durante muchos años.

II

Un elemento que ha venido desarrollándose a lo largo de muchos años -no sin enfrentar obstáculos importantes en diferentes etapas- es el de los viajes a Cuba de ciudadanos residentes en Estados Unidos.
Partiendo de que el turismo como tal está prohibido como modalidad de visita a Cuba, medida que forma parte de la ya citada Ley de Reforma a las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones del año 2000, el gobierno norteamericano ha establecido 12 tipos de motivos factibles para viajar a nuestro país que -hasta el 17 de diciembre de 2014- requerían en muchos casos licencias específicas para efectuarse.
Estas categorías de viaje incluyen las visitas de carácter familiar que fueron limitadas durante la administración de George Bush y que resultaron nuevamente ampliadas por Barack Obama en 2009. Mediante esta modalidad han viajado a Cuba los cubanoamericanos en una cuantía que pasó de 163 106 personas en 2006 a 386 367 en 2014, para un crecimiento de 2,4 veces. Por otro lado, bajo las otras 11 categorías de viaje autorizables viajaron a Cuba 36 808 norteamericanos en 2006 y 91 400 el pasado año, para un crecimiento de 2,5 veces.
A partir de las decisiones adoptadas por el gobierno de Estados Unidos el 17 de diciembre del pasado año pueden valorarse algunos impactos a corto plazo en Cuba, parte de los cuales se comienzan a registrar ya en 2015.
En primer lugar, se autorizó elevar el nivel oficial de las remesas de 2 000 USD al año por persona a 8 000 USD. Sobre este tema la estimación oficial anunciada en la Asamblea Nacional del pasado diciembre ubicaba los envíos en unos 1 500 millones de dólares para el presente año, pero cabe esperar una cifra superior.
Al respecto, vale la pena recordar que las estadísticas de las remesas se basan en cifras estimadas, tomando en cuenta que la mayoría no se realizan institucionalmente sino de persona a persona. Esta peculiaridad ha hecho que exista un notable nivel de especulación acerca de su cuantía y su impacto en la sociedad cubana.
Existen estimados elaborados en Miami que tienden a incluir en la cifra de remesas todo tipo de envío a Cuba, desde los paquetes de medicinas hasta las tarjetas para la recarga de teléfonos celulares, lo cual eleva las mismas significativamente. No obstante, especialistas como Manuel Orozco, de Diálogo Interamericano, han trabajado durante años el tema y ofrecen valoraciones más razonables al coincidir en que se debe producir un incremento de las remesas monetarias a Cuba en este año. De este modo, puede asumirse que su cuantía va a ser superior a los 1 500 millones de dólares, aunque no cabe esperar un incremento que vaya más allá de 200 o 300 millones en 2015.
También resulta interesante destacar que -según estudios realizados por Orozco y otros especialistas- se ha estimado que el impacto de las remesas cubre alrededor del 25% de la población cubana y que alrededor del 50% de su valor en los últimos años se considera capital de trabajo del sector privado y cooperativo en Cuba, dato que se refuerza al saber que solo el 2% de los créditos a la población que otorga la banca cubana ha sido solicitado por los trabajadores por cuenta propia.
En cuanto a los viajes de residentes en EEUU a Cuba, cabe esperar un aumento ya en el presente año dada la extensión de las licencias generales y mayor flexibilidad para viajar, así como la posibilidad del uso de tarjetas de crédito en Cuba, medida aún por implementar en la práctica.
De las 12 categorías de viajeros autorizados -dejando aparte las visitas por motivos familiares-, se espera que aumenten especialmente las visitas académicas y de negocios.
El volumen de este crecimiento puede estimarse partiendo de cálculos del especialista Antonio Díaz, de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, quien considera un aumento de 50 000 visitantes en el año, lo cual puede reportar ingresos brutos de entre 50 y 100 millones de dólares para el país. Otros estimados manejan cifras muy superiores, pero no hay elementos suficientes para considerarlos.
En todo caso este -que resultará el impacto de mayor significación a corto plazo de las decisiones adoptadas- merece un análisis más detallado.

III

Uno de los temas que más atención ha recibido después del 17 de diciembre de 2014 es el referido a los viajes a Cuba por parte de residentes en EE.UU. Incluso ya existe una iniciativa en el Senado (la S-299) que defiende la libertad de viajar a nuestro país.
Un primer elemento que se incluye en el debate actual es el referido a cuál sería el número de visitantes que vendrían a Cuba, una vez que se produzca en Estados Unidos la autorización de viajes con motivos turísticos. Algunos estimados calculan un incremento de entre dos y cuatro millones de personas al año, aunque el especialista Ricardo Machado mencionó en una entrevista reciente una cifra entre 800 mil y 1,5 millones de turistas norteamericanos en un primer momento, con una estabilización posterior en 500 mil visitantes anuales, lo que parece más razonable.
Estas cifras resultan significativas si se tiene en cuenta que el pasado año arribaron al país 91 400 ciudadanos estadounidenses, a lo que habría que añadir 386 367 cubano-americanos, cifra que podrá seguir creciendo en los próximos años también.
Considerando la proyección más baja -aunque un cálculo preciso requeriría de otras informaciones-, si se parte de un gasto por turista/día similar al actual, se obtendría un ingreso bruto adicional estimado de entre 750 y 1 400 millones de dólares anuales.
Al evaluar este incremento habría que tener en cuenta también la capacidad de alojamiento disponible. En tal sentido, la información disponible muestra que el país contaba en 2014 con 60 440 habitaciones para el turismo internacional y se estima que en 2016 alcanzarán 74 130.
No obstante, un problema a considerar es que -según estiman los especialistas- los norteamericanos que visiten Cuba probablemente se caractericen por preferir el llamado turismo de ciudad, y hoy las ciudades representan solo el 22,8% de las capacidades hoteleras, mientras que el 71,7% está en sitios de sol y playa.
Otras modalidades que pudieran resultar igualmente atractivas serían el turismo de salud, pero dispone únicamente del 1,6% de las habitaciones hoteleras, y el turismo de naturaleza, con el 2,2%.
Debe tomarse en cuenta que se trata de un turismo que aprecia una mayor calidad en los servicios, y que en él tendrá un peso importante el turismo de la tercera edad y de larga estancia junto al turismo de salud. De este modo, Cuba tendría que incrementar a corto plazo sus capacidades en los destinos más buscados por los nuevos visitantes, lo cual implicaría modificar también la cartera de oportunidad de negocios de la inversión extranjera, que continúa centrada en áreas de sol y playa.
Un factor que pudiera brindar cierto nivel de flexibilidad para el manejo de las nuevas inversiones es la capacidad de renta del sector privado -que ya alcanza más de 18 800 habitaciones-, pero el mismo también tendría que adecuarse a las características de una demanda con un nivel de exigencia mucho más alto.
Otro elemento a tomar en cuenta en el nivel de calidad del turismo que se oferte es la preparación del personal, que deberá operar con un mayor nivel de personalización y flexibilidad en los servicios, lo cual requerirá capacitación para conocer los polos caribeños más frecuentados por los norteamericanos, así como un estudio más profundo del mercado y sus tendencias en los próximos años, incluyendo la competencia de polos como Jamaica, Cancún, República Dominicana y el propio estado de la Florida.
Finalmente, habrá que considerar las condiciones para ampliar el turismo de cruceros, que en estos momentos cuenta con un lobby que presiona a diferentes instancias del gobierno norteamericano para contar con la posibilidad de incluir visitas a Cuba en sus itinerarios, lo cual ofrece beneficios inmediatos sin costos apreciables.
En lo inmediato -tal y como ya se ha planteado- cabe esperar un crecimiento en el número de visitantes de acuerdo con las categorías ya autorizadas por el gobierno norteamericano para viajar a Cuba, lo cual demanda ajustes inmediatos en la política del sector.
Todo lo que se haga en función de incrementar la capacidad de absorción del turismo norteamericano también beneficiará la captación de turistas de otros mercados. Para ello se cuenta con un período de tiempo limitado que debemos aprovechar eficientemente.

IV

La reactivación de relaciones comerciales y financieras entre Cuba y Estados Unidos muestra escenarios a corto y largo plazos en los que se pueden apreciar diferentes alternativas, aunque siempre corresponderá a los norteamericanos una mayor incidencia, tomando en cuenta las restricciones que han establecido a lo largo de los años en estas relaciones.
En ese contexto, entre finales de enero y principios de febrero de este año se plantearon tres proyectos de ley en el Congreso de EE.UU. Se trata de iniciativas presentadas en el Senado (la S-299 “Freedom to Travel to Cuba Act of 2015” y la S-491 “Freedom to Export to Cuba Act of 2015”) y una promovida en la Cámara de Representantes (HR-635 “Promoting American Agriculture and Medical Exports to Cuba”).
Estos proyectos de ley se encaminan a desmontar parcialmente disposiciones hoy vigentes del cuerpo legal que norma el bloqueo a Cuba con vistas a impulsar el establecimiento gradual de relaciones comerciales entre los dos países.
En tal sentido, vale la pena recordar que desde 2001 Cuba ha venido realizando compras a empresas agrícolas norteamericanas de pollo, maíz, soya, trigo y pienso animal, las cuales alcanzaron su punto más alto en 2008 y totalizaron 4 689 millones de dólares hasta 2013.
Para tener una idea de su connotación, baste señalar que en este último año las compras de pollo se realizaron en un 72,3% en el mercado norteamericano. Por otra parte, como ya se apuntó en otra parte de este trabajo, las visitas de residentes de Estados Unidos a Cuba crecieron alrededor de 2,5 veces desde 2006.
Tomando estos elementos en cuenta, es explicable que los sectores de mayor interés a corto plazo para los hombres de negocio del país vecino sean precisamente el turismo, la hostelería y los servicios de viaje; el transporte marítimo, las telecomunicaciones, la industria de los materiales de construcción y la agricultura. En este punto se destaca la presión que vienen ejerciendo los operadores de cruceros, que en sus visitas a Cuba pueden brindar una importante capacidad de alojamiento inmediata a bordo sin necesidad de nuevas inversiones.
Junto a estas consideraciones no debe perderse de vista el declarado interés del gobierno estadounidense por impulsar el sector privado en Cuba, para lo cual se ha aprobado la exportación de un conjunto de bienes y equipos, incluidos dispositivos de comunicaciones que solo se venderían a ese sector y no a las empresas estatales cubanas. Desde luego, la política a adoptar en este sentido por la parte cubana es un elemento a considerar.
Por parte de Cuba, existe un conjunto de potencialidades de negocio también a corto plazo, que en parte coincide con los intereses de Estados Unidos.
Se trata, en primer lugar, de las telecomunicaciones, donde ya se firmó en febrero un primer acuerdo entre ETECSA y la firma norteamericana IDT, que permitirá la comunicación directa entre ambos países.
En el ámbito del turismo resulta evidente la necesidad de ampliar la capacidad de alojamiento en ciudades como La Habana, incluyendo nuevas inversiones para la recepción de cruceros -tal y como viene haciendo la Oficina del Historiador en la bahía capitalina-, así como nuevos emprendimientos que permitan desarrollar rápidamente la industria de la cultura y el entretenimiento.
Merece especial atención el hecho de que Cuba tiene una gran ventaja competitiva para el turismo de salud y de la tercera edad, particularmente valorando que -según datos del investigador José Luis Perelló- casi el 24% de los visitantes en el último quinquenio son mayores de 60 años.
También hay que tomar en cuenta que la administración Obama autorizó que los visitantes norteamericanos puedan importar productos cubanos por 400 dólares, de ellos 100 dólares en alcohol y tabaco.
Particularmente se destaca la potencialidad del mercado Premium del tabaco en Estados Unidos, donde se ha señalado que Cuba pudiera cubrir ventas por unos 270 millones de dólares al año, un 30% del mercado.
En el caso de las bebidas, Estados Unidos absorbe el 40% del segmento mundial de alta calidad, donde el ron cubano tiene un espacio asegurado, con ventas de seis millones de cajas en 125 mercados. No obstante, está pendiente una nueva revisión en el litigio sobre la marca Havana Club, que fue otorgada por un tribunal estadounidense a la firma Bacardí. Si se mantuviera el fallo contrario a Cuba, se piensa vender el mismo ron cubano de alta calidad bajo la marca Havanista, que ya está registrada de forma exclusiva para Estados Unidos.
Otras potencialidades a considerar por Cuba se refieren a los productos farmacéuticos de la biotecnología, así como al trabajo de elaboración de software en las TICS y la posibilidad de desarrollar exportaciones agrícolas de alta calidad para el mercado estadounidense, entre otros renglones.
No se debe dejar de apuntar que estos nuevos escenarios enfrentarán también importantes obstáculos. El primero de ellos es la resistencia dentro de EE.UU. al levantamiento total del bloqueo, que algunos analistas consideran que solo se producirá dentro de cuatro o cinco años.
Igualmente, las reclamaciones producto de las nacionalizaciones de propiedades norteamericanas en Cuba -por unos 7 000 millones de dólares- son un tema a tomar en cuenta, aunque su solución deberá verse en el contexto de la respuesta a la demanda cubana por daños económicos del bloqueo, cifrados en 121 000 millones de dólares, que los tribunales cubanos aprobaron en 2000, considerando -además- su actualización.
Finalmente, cabe suponer que el nuevo escenario brindará importantes oportunidades para Cuba, las que se irán concretando gradualmente en la misma medida en que se eliminen las restricciones establecidas, comenzando en lo inmediato con la salida de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo (en la que se le incluye desde 1982), algo que también tiene significativas repercusiones comerciales y financieras.
De igual modo, se presentan importantes desafíos para nuestro país, no solo económicos, sino también políticos y sociales, que deben ser enfrentados con la sabiduría que suponen más de 50 años de enfrentamiento a fuerzas que no renuncian a sus propósitos de cambiar el orden político en Cuba.
(Publicado en cuatro partes en CubaContemporánea)

Cuba extenderá uso de internet en politécnicos y preuniversitarios

preuniversitario
El gobierno cubano tiene el propósito de conectar a Internet a todas las 295 escuelas de preuniversitario y 329 politécnicos del país para el próximo curso escolar, afirmó este miércoles Fernando Ortega, director de Informática Educativa del Ministerio de Educación (Mined).
El directivo explicó en conferencia de prensa en la sede del Mined en La Habana que es un objetivo de esa cartera lograr que el mayor número de profesionales de la educación tengan acceso a la red de redes para su preparación y formación.
En mayo próximo, apuntó Ortega, deberán estar conectados a internet alrededor de 26 mil 650 docentes cubanos desde sus escuelas para realizar su labor investigativa y de capacitación, así como el acceso y trabajo en las redes sociales.
Para 2017 se planea cubrir a todas las secundarias básicas, círculos infantiles y escuelas especiales, y hacia 2018 se aspira culminar este proceso con la enseñanza primaria.
La red de informática del Ministerio de Educación, apuntó, nació con el concepto de llevar la informatización y el trabajo en red de los centros educacionales del país, usando los laboratorios docentes como punto común para la interacción tanto de los estudiantes como los profesores.
La nación se propone igualmente introducir en un futuro el uso de tabletas en el sistema nacional de educación, las cuales sustituirán a las computadoras (80 por ciento están obsoletas) como medios utilizados en la enseñanza en los laboratorios de computación.
Con ello, además, se busca mejorar la relación computadora por alumno, que es actualmente de 30 estudiantes por cada máquina.
Para cumplir con estos propósitos hay un proceso de actualización de las colecciones de software educativo para que sus contenidos corran sobre las nuevas tecnologías como tabletas y teléfonos inteligentes. Se plantea asimismo la emigración hacia plataformas de código abierto.
(Tomado de Granma)

Por el camino de la informatización


El Ministerio de Educación trabaja para informatizar la red de sus centros escolares. El programa de trabajo beneficiará en un primer momento a los maestros y profesores, así como a los estudiantes de la enseñanza media superior

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Con este proceso de informatización del sistema nacional de Educación, también se beneficiarán los profesores. Foto: Roberto Suárez
El Ministerio de Educación (Mined) desarrolla tres líneas de trabajo para actualizar todo lo referido a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones en los centros educacionales de todos los niveles de enseñanza del país.
Fernando Ortega Cabrera, director de Informática Educativa del Mined, explicó en conferencia de prensa que están perfeccionando los planes y programas de estudio por grados de enseñanza.
«Debe tener una visión continua, sistémica, interdisciplinaria con las demás asignaturas, porque la informática es un eje transversal que trasciende la enseñanza como objeto de estudio», destacó.
Otra línea de trabajo, refirió, es la reposición del equipamiento informático del sistema nacional de Educación, que tiene un 80 por ciento de obsolescencia. Un tercer objetivo es la conectividad de las escuelas, lo cual pasa por la disposición tecnológica de la Empresa de Telecomunicaciones (Etecsa), para dar el servicio a partir del presupuesto aprobado para ir conectando los centros, indicó.
Ortega Cabrera explicó que una prioridad es que los estudiantes lleguen a la Educación Superior preparados para asumir las nuevas tecnologías.
Por ello, argumentó, el país priorizará en un primer momento a todos los institutos preuniversitarios y politécnicos, con tabletas y conexión a Internet temática para los estudiantes.
En este sentido explicó que en la red de redes hay mucha información no segura para un adolescente en esas edades, por lo cual la escuela le permitirá acceder a las páginas que le beneficien para ampliar sus conocimientos, así como a redes sociales y correos electrónicos que le permitan interactuar con otros estudiantes o grupos de personas con intereses similares a los suyos.
Con este proceso de informatización del sistema nacional de Educación, también se beneficiarán los profesores. A partir del próximo mes de mayo, 26 654 docentes dispondrán de conexión a Internet desde sus centros laborales, aunque argumentó el funcionario que más de 3 000 ya disfrutan de conexión desde sus hogares.
«Con la conexión de los 295 preuniversitarios y los 329 politécnicos del país para el próximo curso escolar, más de 67 000 docentes son usuarios potenciales de Internet», ponderó.
Según el plan, en 2017 el proceso llegará a las escuelas secundarias básicas, de Enseñanza Especial y los círculos infantiles; y para el 2018 a la red de enseñanza primaria, que es la más amplia del país.
Progresivamente también se van a sustituir los videos y CD por NBOX, que permite la utilización de los materiales a través de memorias flash, así como la introducción en los centros escolares de pizarras interactivas.
Por último Ortega Cabrera subrayó que el país tiene a su favor un desarrollo de recursos informáticos y audiovisuales necesarios para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Precisó que están elaborados 70 software educativos para los distintos niveles de enseñanza y que en estos momentos se está trabajando para actualizarlos, pues ya tienen diez años de creados.

Cuba es el país más envejecido de América Latina

Cuba es el país más envejecido de América Latina

En Cuba hay más de dos millones de personas mayores de 60 años, un 19 por ciento del total de la población, y se ubica en el primer país de América Latina más envejecido, anunció hoy un experto quien participa en el XIII Seminario Internacional de Longevidad que sesiona en el Palacio de Convenciones de La Habana con unos 300 delegados de varias naciones.
El doctor Alberto Fernández Seco, jefe del Grupo Nacional de Atención al Adulto Mayor, del Ministerio de Salud Pública MINSAP) destacó que el acelerado envejecimiento poblacional se debe en gran medida a la baja natalidad, el aumento de la esperanza de vida y el desarrollo social.
Crece el envejecimiento en Cuba
Cuba tiene indicadores del primer mundo y la única población que está aumentando de aquí en adelante son los adultos mayores, advirtió Fernández Seco.
A partir de 2010 se cruzan las personas que llegan a las seis décadas con las que arriban a los 15 años de edad, y de aquí en lo adelante solo aumentan  el primer grupo y disminuyen los que llegan a los tres lustros, enfatizó el experto.
La provincia más envejecida sigue siendo Villa Clara, seguida por Sancti Spíritus y La Habana, y el municipio de Plaza de la Revolución con casi el 25 por ciento de la población mayor de 60 años, es decir uno de cada cuatro habitantes, y la esperanza de vida para uno y otro sexo es de 78,5 años, dijo.
El Lineamiento 144 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución refiere  “brindar particular atención al estudio e implementación de estrategias en todos los sectores de la sociedad para enfrentar los elevados niveles de envejecimiento de la población.
Entre las acciones para dar respuesta el MINSAP trabaja en el fortalecimiento en la Atención Primaria de Salud, para lo cual ofrece capacitación a los médicos y enfermeras de la familia,  diplomados en geriatría y gerontología, y cursos de cuidados al final de la vida, que llene a los profesionales de la salud de herramientas para atender a este grupo etario, precisó.
También incluye el fortalecimiento de las Casas de Abuelos y Hogares de Ancianos en el país, para lo cual existe un programa de rehabilitación respaldado por un presupuesto que el año 2014 ascendió a 66 millones de pesos entregados para ese fin por el Ministerio de Finanzas y Precios.
Como parte del proceso de transformaciones en el sector se están convirtiendo hogares maternos en casas de abuelos, ese es el mejor ejemplo de las alternativas con la demografía actual, subrayó.
Fernández Seco impartió hoy una conferencia sobre los derechos del adulto mayor, en la cual recordó que una de las primeras conquistas de las transformaciones sociales fue el derecho a la educación y desde 1961 se proclama a Cuba territorio libre de analfabetismo.
El desarrollo de la educación ha permitido que actualmente el 57 por ciento de las personas de 60 a 74 años cuenten con nivel medio y universitario, y durante su vejez tienen además la posibilidad de seguir estudiando en las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor, que en sus tres lustros de creadas han beneficiado a más de 15 mil personas, remarcó.
Como parte de Longevidad sesionan el IX Encuentro de Enfermería, el II Simposio de Salud Bucal en la Longevidad, y el XI Encuentro de Centenarios, de los cuales Cuba posee casi dos mil, según confirman reportes concluidos recientemente. (AIN)  

lunes, 27 de abril de 2015

EEUU y Canadá no aceptaron que la salud es un derecho humano

¿Saben por qué no hubo declaración en Cumbre de Panamá? EEUU y Canadá no aceptaron que la salud es un derecho humano

¿Saben por qué no hubo declaración en Cumbre de Panamá? EEUU y Canadá no aceptaron que la salud es un derecho humano 
En la Cumbre de las Américas efectuada en Panamá no hubo declaración final porque EEUU y Canadá –frente a 33 países que sí estaban de acuerdo- se negaron a aceptar varios puntos clave.
Uno, considerar la salud como un derecho humano; dos, oponerse a las sanciones unilaterales de un país contra otro, como las que ha impuesto EEUU a Venezuela recientemente; tres, apostar a la transferencia de tecnología a los países de menor desarrollo; cuatro, reconocer la Cumbre de los Pueblos como un verdadero foro ciudadano; y cinco, acatar el principio de responsabilidades diferenciadas respecto al cambio climático.
Estos fueron los obstáculos para una declaración común, con dos protagonistas: las dos potencias económicas del continente, Canadá y EEUU, aisladas y enfrentadas al resto de países.
Sin embargo, el poder mediático al servicio de la Casa Blanca nos ha contado el cuento justo al revés. En un editorial del diario español El País leíamos que, “por primera vez desde hace años, este encuentro ha servido para mostrar el papel predominante de EEUU en el hemisferio y, además, de una manera que no despierte un coro de protestas.”
¡Qué cinismo y desvergüenza! Porque, cierto, existe un escenario nuevo en el continente. Pero un escenario en el que la soledad de EEUU es absolutamente patente.
La presidenta argentina Cristina Fernández corregía a la gran prensa. El encuentro entre Raúl Castro y Barack Obama –afirmaba- no es sólo “el encuentro de dos presidentes que decidieron darse la mano. No, señores. Cuba está aquí, porque luchó por más de 60 años con una dignidad sin precedentes”. Y sin concesión alguna de principios.
Mientras, los grandes medios siguen engañando a la opinión pública. Ocultando quién, después de décadas de agresiones y descarada injerencia, ha tenido que doblar la rodilla y cambiar de estrategia para seguir intentando lo que nunca conseguirá: la derrota de Cuba.
Texto original
Lo que viene entre Cuba y EE.UU: ¿”Valores universales” vs “temas de Castro”?
Iroel Sánchez – Blog “La pupila insomne” (Cuba).- En la Cumbre de las Américas efectuada en Panamá no hubo declaración final. Estados Unidos y Canadá se opusieron a algunos aspectos en que los 33 países América Latina y del Caribe estaban de acuerdo y, por las normas democráticas de la Organización de Estados Americanos (OEA), con mayoría de 33 contra dos no es posible aprobar un documento.
Washington y Ottawa se separaron del resto del continente por no considerar la salud un derecho humano, el acceso equitativo y seguro y el derecho a la privacidad en el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, la oposición a sanciones unilaterales (bloqueo a Cuba y declaración de Venezuela como amenaza), la transferencia de tecnología sin condicionamiento a los países de menor grado de desarrollo, reconocer la Cumbre de los pueblos como foro ciudadano y el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas respecto al cambio climático.
Después de que su gobierno asumiera esas posturas, el Presidente de Estados Unidos dijo “no queremos estar atrapados en la ideología” y afirmó sobre el devenir futuro en su nueva política hacia Cuba: “Nosotros seguiremos hablando de valores universales y Castro seguramente seguirá hablando de sus temas. Pero podemos tener muchas cosas en común”. Luego, Barack Obama escuchó el dicurso del Presidente cubano Raúl Castro y abandonó el plenario sin atender lo que países tan importantes como Argentina y Venezuela tenían que decir.
El mainstream mediático parece se retiró del salón junto con Obama porque su conclusión, a pesar del aislamiento de Washington en la elaboración de la declaración final y en los discursos de los mandatarios, es que -como editorializa el diario español El País:
“Por primera vez desde hace años, este encuentro ha servido para mostrar el papel predominante de Estados Unidos en el hemisferio y además de una manera que, también por vez primera, no despierta un coro de protestas y advertencias en contra.”
Para cualquiera que haya seguido las intervenciones de los mandatarios asistentes lo ocurrido fue absolutamente diferente, porque precisamente lo que hubo en el plenario respecto a Estados Unidos fue eso: “un coro de protestas y advertencias en contra”.
En cuanto al discurso de Obama, o hay esquizofrenia en el gobierno de EE.UU. o lo que la Casa Blanca entiende por “valores universales”, según su comportamiento en Panamá, es tratar de imponer la voluntad de una minoría a la mayoría, la oposición a causas universales como la salud, la protección del medio ambiente o la democratización del acceso a la tecnología, y la negativa a escuchar a los otros después de que les descargaste tu filípica. O sea, american values disfrazados de universal values, lo que no es precisamente otra cosa que ideología. Pero para EE.UU. y la prensa que lo acompaña, lo que queda fuera de ellos, son solo “temas”, aunque sean los de la inmensa inmensa mayoría del continente, entre la que está Cuba.
Sin embargo, cierto es que hay un escenario nuevo que ha permitido una gran victoria cubana, como describió con exactitud la presidenta argentina Cristina Fernández, al referirse a lo que la para la gran prensa es sólo “el encuentro de dos presidentes que finalmente después de mucho tiempo decidieron darse la mano”:
“No, señores. Cuba está aquí, porque luchó por más de 60 años con una dignidad sin precedentes, con un pueblo, que como recién lo indicaba Raúl, el 77 por ciento nació bajo el bloqueo, que sufrió y sufre aún muchísimas penurias, y porque ese pueblo fue conducido y dirigido por líderes que no traicionaron su lucha, sino que fueron parte de ella.”
Y detrás de esa dignidad sólo puede haber valores sostenidos por un pueblo entero, no “temas” de una persona.
“¡¿Quién puede pensar que vamos a obligar a todo un pueblo a hacer el sacrificio que ha hecho el pueblo cubano para subsistir, para ayudar a otras naciones?! Pero “la dictadura de los Castro los obligó”, igual que los obligó a votar por el socialismo con el 97,5% de la población”
Así afirmó el Presidente Raúl Castro, cosechando uno de los muchos aplausos a su intervención ante el plenario de la Cumbre en Panamá. No obstante, como dijo el mismo Raúl durante el encuentro que él y Obama tuvieron con la prensa esa misma tarde:
“…estamos dispuestos a hablar de todo, pero debemos tener paciencia. Mucha paciencia”
(Publicado en CubAhora)

Si del paquete hablamos nuevamente…

Si del paquete hablamos nuevamente…

Por Jorge Ángel Hernández Pérez / Fuente CUBARTE
En los foros relacionados con el consumo cultural cubano que se han estado realizando en los últimos tiempos, el llamado“paquete semanal” ha dominado la atención, al menos desde el punto de vista de la popularidad y la alharaca.
Varios artículos en publicaciones digitales permiten avizorar qué tonos va tomando la polémica.
Me llamó la atención, meses atrás, cuando publiqué en Cubasí breves artículos sobre el tema, que los comentaristas espontáneos se polarizaran, atrincherándose, ante un inminente intento de prohibición del paquete: evidentemente, primaba un patrón de juicio que en cierto grado explica el porqué de tales reacciones.
Lo acompañaba el epítome de culpabilidad para la Televisión cubana (TV), a la que se considera responsable del alcance de este modo de distribución, irregular y por completo fuera de las gestiones culturales del sistema de instituciones cubano aunque podamos encontrar en él productos de suma calidad.
Una ojeada veloz a la parrilla de programación de la TV cubana demuestra, sin embargo, que la mayoría de los productos extranjeros que exhibe han estado en las ofertas del paquete apenas en el trimestre anterior.
Y en lo referente a series, documentales y largometrajes de ficción, la distancia temporal se estrecha con frecuencia. Por tanto, si, como se asume, el consumo masivo del paquete responde a que es aburrida la TV, debía ser igualmente aburrido ese paquete, del cual se está nutriendo más que generosamente. Sin embargo, este razonamiento apenas se aprecia en las tendencias de opinión.
Al asistir a foros especializados, me asombra una vez más descubrir tendencias que adolecen de convertir los síntomas en causas y que transforman su defensa de la no prohibición en una especie de loa al ejercicio de reproducción espontánea y, sobre todo, a las capacidades del receptor de elegir lo mejor para su gusto. Así, y como ocurre en la norma cultural de hegemonía industrial, transforman la libertad de elección en una invasiva metonimia: la parte se convierte en el todo. Y esa parte, que en nombre de la diversidad increpa, totaliza la diversa complejidad del todo. La simplificación es, en este caso, el mejor modo de compartir, sin confesarlo, el patrón de juicio de las industrias que dominan por completo el consumo cultural masivo.
Quien revise, siquiera con celeridad, las proporciones de lo que en el paquete se ofrece, descubrirá que se corresponden con lo que se emite desde la industria cultural global hoy día: mucho instrumento de manipulación banal de la sensorialidad popular y pocos casos de productos salvables. De modo que no basta con ser especialista en cuestión de audiovisuales, sino que es necesario estar debidamente informado en lo último que se produce globalmente para poder escoger lo mejor en ese terabyte de información que en el paquete se arrastra.
Por otra parte, he escuchado a los más altos dirigentes de la cultura cubana reiterar que no existe la menor intención de prohibir el paquete, sino de experimentar alternativas que eduquen y, en efecto, permitan una plena libertad de elección para escoger las distracciones. Sin embargo, en los foros en que he participado continua primando el fantasma del censor y, sobre todo, el de sospechar a priori de cualquier alternativa cuya promoción provenga del ámbito institucional.
He observado, además, otro patrón más asombroso aún, estrechamente vinculado al que, no sin demagogia paródica, supone que nuestro pueblo está perfectamente capacitado para elegir lo adecuado entre la tupida selva de la banalización comercial: se considera baldío el esfuerzo de educar el gusto de la población, pues, por lógica, cada uno consumirá libremente lo que su gusto pida. He aquí una tautología esencial que está rigiendo ciertas veredas en los foros. Los argumentos, por su parte, usurpan los reclamos de los subalternos para justificar los preceptos de las industrias hegemónicas: quién educa y quién decide qué va por el buen gusto. Se asume así que la banalización del gusto es consustancial al pueblo y que esos sistemas de reproducción de espectáculos de manipulación ideológica de la sensorialidad humana son parte de la necesidad vital del ser. No es asunto sencillo, aunque así lo parezca a muchos ojos. Sin embargo, en este punto se acoplan las ideas de validar como espontáneo el consumo masivo, falsamente espontáneo, y las que a priori desacreditan la institución cultural y su posible gestión.
Buena parte de nuestros especialistas no se libran, al menos cuando se trata de este aspecto del tema, de emplear los síntomas de caso como axiomas generales de juicio. La inferencia subjetiva que el síntoma propone, muchas veces aislado de otros síntomas igualmente válidos, se convierte en axioma conclusivo y, por esa vía, en axiología negativa. Para decirlo con exactitud: los casos de funcionarios, programadores y demás trabajadores institucionales a cargo del consumo cultural masivo, cuyo gusto e información son limitados, estrechos y hasta colonizados, se convierten, según estas perspectivas, en el patrón que el estado socialista defiende y para el cual asigna impresionantes cifras y recursos materiales y humanos. Si revisamos los gastos del servicio público en cultura de varios países del Orbe, nos asombrará la privilegiada escala en que se encuentra Cuba. Sin embargo, prima en los debates la figuración con que se acorrala la imagen del trabajo cubano a partir, en efecto, de bien escogidas metonimias. Se trata de un síntoma a través del cual debíamos aproximarnos a las causas y definir, a fin de cuentas, si como intelectuales estamos dispuestos a contrarrestar la avalancha de manipulación del gusto de las masas, o si preferimos insertarnos en los pliegues de la retribución material que ese escenario ofrece.
Ambas vías son posibles y, de hecho, se manifiestan con bastante claridad en esos foros de debate. El yugo cultural puede valer la avena deseada; la estrella de la resistencia intelectual, en pie sobre la frente, puede causar escozores y caídas. Pero la ética martiana sigue intacta, demostrando que bien puede, y debe, ingresar en la era del streaming y ayudar a fomentar los valores del consumo cultural de nuestra sociedad. Es un reto de nuestra intelectualidad que no debe convertirse en vergonzante metonimia, ni simplificarse a partir de casos cuestionables, a menos que las intenciones precisas de ese intelectual se basen en la segregación cultural de nuestras masas.

La visita del Papa a Cuba (2 artículos)

Cardenal Stella confía en que visita del Papa a Cuba impulse acercamiento con EEUU

El cardenal italiano Beniamino Stella, colaborador cercano del Papa, señaló este domingo en La Habana que la próxima visita del Pontífice a Cuba dejará “huellas de esperanza y amor” y confió en que pueda impulsar el acercamiento con Estados Unidos, proceso en el que Francisco actuó como mediador.
“Yo pienso que cada visita del Papa es un momento importante, de mucha profundidad y de mucha esperanza para los países”, dijo a la prensa el cardenal después de oficiar una misa en la catedral de La Habana, donde se encuentra de visita pastoral desde el pasado miércoles.
Stella, que fue nuncio apostólico en Cuba entre 1993 y 1999, participó en los preparativos del histórico viaje de Juan Pablo II a la Isla en 1998, el primero de un Papa al país caribeño, que posteriormente también recibió a Benedicto XVI, en 2012.
Pero la visita de Francisco se producirá en un momento crucial para Cuba, inmersa en un proceso de restablecimiento de sus relaciones con EEUU tras más 50 años de enemistad, un giro diplomático histórico que contó con el apoyo y mediación del Vaticano y personalmente del Papa.
“Él ha tenido una participación muy discreta, pero seria y profunda en este proceso de acercamiento que se está produciendo paso a paso para el mejoramiento de la relación entre Cuba y EEUU”, destacó el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana y máximo representante de la Iglesia católica cubana.
Ortega consideró que el próximo viaje del Papa en septiembre, en fechas aún por concretar, será como la “extraordinaria” visita de Juan Pablo II en 1998, que “inició una etapa nueva en el país” y “profundizará en un camino nuevo que también el país va a seguir”.
Durante su visita oficial a la isla Stella ha viajado a otras ciudades como Santiago de Cuba, Las Tunas, Bayamo o Camagüey, donde ofreció misas y se reunió con sacerdotes y seminaristas.
El próximo martes, cuando concluye su estancia, se reunirá con los obispos de Cuba y no se descarta que mantenga encuentros oficiales con las autoridades cubanas, para lo cual se han “reservado” espacios en su agenda, según dijeron a Efe fuentes de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
La llegada de Stella a Cuba el pasado miércoles no sólo coincidió con el anuncio del próximo viaje a Cuba de Francisco, sino que tiene lugar en vísperas de que la isla y el Vaticano celebren el 7 de junio los 80 años del inicio de sus relaciones diplomáticas. (Con información de EFE)

Personajillos de Miami quieren coger pa’ sus cosas la visita del Papa Francisco a Cuba 

Ben Rodhes, consejero de Seguridad Nacional y uno de los funcionarios designados por la Casa Blanca para ejecutar por la parte norteamericana esta nueva etapa de las relaciones con Cuba, declaró que el Presidente Barack Obama estaba complacido por la anunciada visita del Papa Francisco a Cuba el próximo septiembre.
En Miami el Arzobispo Thomas Wenski celebró la visita y se mostró esperanzado en que cientos de cubanos residentes en Miami viajen a la isla en septiembre a celebrar la llegada del Santo Padre. 
Hasta el cura Rumin, que para sostener La Ermita depende de las donaciones de la derecha miamense y de las rifas de autos que le garantiza un enemigo de Cuba como el empresario Gus Machado (dueño de la distribuidora “Gus Machado Ford”), ha tenido que reconocer que muchos feligreses se le han acercado para comunicarle el deseo de viajar a Cuba en septiembre.
Teniendo en cuenta el perfil de “exilio histórico” de una buena parte de los creyentes que visitan y se confiesan en La Ermita, no es difícil imaginar que puede haber sorpresas entre las personas que le están solicitando la venia para viajar a La Habana.
Quiere esto decir que en el Miami de hoy, en el marco de esta nueva etapa en las relaciones de Cuba y EEUU que se inauguró el pasado 17 de diciembre, han quedado atrás los puntos más extremos (no todos) de las discusiones que provocaron las visitas a Cuba del Papa Juan Pablo II y del Papa Benedicto XVI; existe un consenso más abarcador de que es bueno que la visita del Papa Francisco se produzca, y que es positivo que los miamenses, especialmente los cubanos católicos, también viajen a compartir su fe.
Solamente personajillos muy llenos de odio se resisten a aceptar la buenaventura del suceso, y llenos de ignorancia y resentimiento se atreven a poner “condiciones” para “aprobar” la visita de Su Santidad.
Uno de ellos es Ramón Saúl Sánchez, un persona de largo historial de violencia ligado a organizaciones terroristas como Omega 7, que ahora aparenta ser un luchador “pacífico” que en verdad está ansioso por provocar un conflicto entre Cuba y EEUU. Para ello conduce regularmente una flotilla de yates hasta la frontera marítima entre los dos países; por cierto alentado alguna vez desde La HEdmundo Garcíaabana por personajes como Yoani Sánchez y Antonio Rodiles. En la práctica lo que hace Sánchez por mar es igual de irresponsable que lo que hacía José Basulto por el aire con los aviones de Hermanos al Rescate.
Ramón Saúl Sánchez ha dicho en los medios de Miami que él estaría de acuerdo con la visita del Papa Francisco a Cuba si se garantiza que los llamados líderes del exilio miamense sean recibidos en audiencia especial por el Papa, con el mismo rango de las autoridades religiosas y los presentantes del gobierno cubano. El escenario imaginado por Ramón Saúl Sánchez es delirante: El Papa Francisco en el centro de una sala donde el locutor Armando Pérez Roura y el jubilado Roberto Martín Pérez, respectivamente Presidente y Canciller del gobierno cubano en la Calle 8 de Miami, expongan sus planes de cogobierno de la isla.
Otra persona que ha estado estos días por la televisión de Miami maldiciendo la visita del Papa Francisco a Cuba es la locutora de Radio Mambí Ninoska Lucrecia Pérez Castellón. Según el copresentador de la Tarde se Mueve Eddie Levy, en apreciación que yo comparto, la llamada “Bola de odio” se ha convertido en una habitual de las difamaciones contra Cuba porque es una de las pocas profesionales del rencor que va quedando en Miami, inexplicablemente pagada por una empresa como Univisión Radio.
La exigencia de Ninoska para dar su visto bueno al viaje del papa Francisco a Cuba es tan insensata, que como ya algunas personas le han aconsejado públicamente debería pedir ayuda profesional para sus pérdida de asidero con la realidad. Según Ninoska Lucreci Su Santidad tiene todo el derecho de viajar a Cuba, pero si le niega el saludo a la representación oficial que le dará la bienvenida en el aeropuerto, a la que ella se refiere como “la camarilla”.
Vamos a ver si entendemos la escena entrevé “Bola de odio”. El avión de Alitalia llega al Aeropuerto Internacional José Martí de Rancho Boyeros; se abre la portezuela y Su Santidad desciende por la escalerilla. Pero en lugar de seguir el protocolo se desvía hacia la terraza a saludar a Yoani, al Coco Fariñas, a Antúnez, al Camaján Elizardo y a Berta Soler. Es cierto lo que dicen, Ninoska Lucrecia necesita un descanso.
Quiero aclarar algo que me parece importante. Que estas personas estén pidiendo que representantes del llamado exilio cubano participe en la visita del Papa Francisco a La Habana con el rango de invitados oficiales es delirante, porque delirante es el patrón que han elegido para reaccionar ante cada paso positivo que da Cuba con su prestigio internacional: El “disentur” quiere intervenir en la ONU como si fueran un gobierno cubano paralelo; quisieron montar una feria del libro y una bienal de artes plásticas paralela; quisieron hacer una VII Cumbre paralela en Panamá y a lo mejor hasta quieren llevar su propia delegación paralela a los Juegos Panamericanos de Canadá.
Tras todo esto lo que buscan es un reconocimiento interno, como si en verdad tuvieran la fuerza política, el valor físico moral y la legitimidad patriótica nacionalista que sí tuvieron algunas de esas oposiciones (como la chilena contra Pinochet) que les enseñan en esos miméticos cursos de “transiciones pacíficas” que reciben en el extranjero por parte de enemigos de la soberanía de Cuba.
La mayoría de las excentricidades que planean hacer durante la visita del Papa Francisco a Cuba en setiembre de este 2015 ya las hicieron en la primavera del 2012 cuando Benedicto XV visitó Cuba. Aunque ya la relación entre Cuba y Estados Unidos han entrado en una nueva etapa donde se reclama el respeto mutuo, nunca se puede estar desprevenido frente a los provocadores. Por eso quisiera compartir con los lectores un artículo que escribí en marzo del 2012, titulado “De cómo en Miami se reportó la visita de Benedicto XVI a Cuba”, en el que comienzo escribiendo: “Desde que a finales del pasado año se informó oficialmente que el papa Benedicto XVI visitaría Cuba en la primavera del 2012, la derecha cubanoamericana politizó la noticia y empezó a ejercer presión. Primero, para que Su Santidad suspendiera el viaje pastoral a la isla. Cuando comprobaron que un absurdo de esta magnitud no se les iba a dar, entonces empezaron a presionar para que su visita incluyera el recibimiento a disidentes como si fueran representantes de grandes sectores de la nación cubana. Al quedar claro que tampoco se les iba a conceder eso, siguieron con el juego de que los recibiera aunque fuera de manera informal…”. Nada, que si es verdad que la historia se repite, en el caso de los extremistas de Miami, el fracaso también. (Tomado de La Tarde se Mueve)