Respuesta a El Nuevo Herald
Escrito por Nicanor León Cotayo
Roberta S. Jacobson, subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental que ilustra el editorial de marras El Nuevo Herald
Otra vez la referida publicación de Miami ataca a Cuba con los mismos argumentos coreados durante años.
Lo hizo este jueves, no bajo la firma de un periodista, sino de su Consejo Editorial, a escasos días de arrancar en Panamá la Séptima Cumbre de las Américas.
Obvio, que se trata de una instrucción dada por la ultraderecha del patio y de Washington.
El escrito se denomina: “Los viejos hábitos del régimen cubano”.
Empieza citando lo dicho esta semana por el subsecretario de Comercio de Estados Unidos, Stefan M. Selig:
“Desde que incluimos a Cuba en la lista de países que favorecen el terrorismo el mundo ha cambiado”.
Con tono molesto, el editorial interpreta ese párrafo como un argumento para respaldar su salida “de esa lista nefasta”.
Lo que no ha cambiado, añade el rotativo, es el carácter dictatorial y personalista del régimen cubano.
En el escenario internacional, dice, no posee la energía ni los recursos que tuvo hace tiempo.
Y prosigue, ya no tiene el vigor de la época en que hasta enviaba a su ejército a librar conflictos en ultramar “como los de Angola y Etiopía”.
¿A quién afrontaron los cubanos en Angola? Junto a los combatientes de esa nación al poderoso ejército racista de Sudáfrica, nunca criticado por la empresa del Herald.
¿Con quiénes se ha solidarizado siempre Cuba en Etiopía y otras naciones de esa región? Con las fuerzas anti-colonialistas que luchan por sacarlas de un atraso inmenso.
El editorial continúa diciendo que Cuba respalda al socialismo del siglo XXI en Venezuela y mantiene en su territorio a personas acusadas de terrorismo en Estados Unidos.
Lo primero es absolutamente cierto.
En cuanto a lo segundo vale recordar que manifestantes contra asesinatos de afroamericanos, desde Ferguson hasta Nueva York, han sido acusados también de “terroristas”.
Según el referido Consejo Editorial, internamente el régimen cubano mantiene la actitud represiva “que le ha permitido estar en el poder” durante décadas”.
Entonces, ¿cómo explicar que esos malvados represores hayan presidido la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) por decisión de esas naciones?
¿Cómo explicar que su Segunda Cumbre haya tenido lugar en La Habana con la asistencia de los Secretarios Generales de la ONU y la OEA, más cientos de periodistas?
El Herald también se hizo eco de la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, cuando dijo que en el sistema cubano pocas personas deciden lo más importante.
Bueno, estará diciendo al final, porque antes decenas, cientos, miles, millones, participan en su debate y aprobación. ¿Pueden afirmar lo mismo allá?
El Nuevo Herald cierra su editorial de este jueves con las siguientes palabras:
Si La Habana quiere normalizar las relaciones con Estados Unidos y salir de la lista de promotores del terrorismo, no debe seguir actuando igual que cuando la Guerra Fría.
Puro cinismo. El diario por excelencia de las momias de Miami le achaca a la isla su propio comportamiento.
He ahí uno de los papelitos reservados al Nuevo Herald en el complot del Norte de cara a la próxima Cumbre de las Américas en Panamá.
Hasta aquí, y por ahora, es suficiente.
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