Blog_CubaSigueLaMarcha

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sábado, 30 de abril de 2016

¿Qué uso le damos a los símbolos nacionales?

El Callejón de Hamel en La Habana. Foto: Desmond Boylan/ Instagram
El Callejón de Hamel en La Habana. Foto: Desmond Boylan/ Instagram
Cubadebate inicia una serie de publicaciones de materiales transmitido por el Canal Habana, el telecentro de la capital del país, que abordan temas de la agenda nacional. El primero, de la joven periodista Claudia Montes de Oca, se enfoca en el uso de los símbolos.

Por: Claudia Montes de Oca / Como dijera el sabio cubano Fernando Ortiz, la nacionalidad cubana, y por ende lo que dentro de ella se entiende como cultura, ideología, símbolos e idiosincrasia.., es un gran ajiaco, mezcla de lo legado por aquel abuelo negro y aquella abuela blanca. De ahí que bailemos guaguancó con igual pasión y elegancia que un acto de “El Lago de los cisnes” o veneremos por igual a Ochún y a la Virgen de la Caridad.
Así los cubanos, los criollos, hemos tomado un poquito de aquí y de allá para formar nuestra autoctonía, esa que nos distingue como bailadores, dicharacheros, revolucionarios, solidarios y tantos otros calificativos, pero sobre todo amantes siempre de nuestra tierra patria.
Ejemplo de ello es que con orgullo un joven habanero de este siglo 21, exhiba en su camiseta la bandera que representa la mayor conquista de la nación una isla libre y soberana. Pero es lamentable que cada vez sean menos los casos que como este muchacho reconozcan e identifiquen los símbolos nacionales y se enorgullezcan de mostrarlos.
Carretón de caballos con "decorado" con un billete de cien dólares. Foto: Desmond Boylan
Carretón de caballos “decorado” con un billete de cien dólares. Foto: Desmond Boylan
Cuba no ha estado exenta de las influencias de los procesos de globalización y consumo cultural que vive el resto del mundo, y aunque creo es también valido tomar de todos aquello que nos haga cada vez mejor, no podemos perder de vista lo que nos identifica y sobre todo el sentido político, social y cultural que tenga.
El país vive un momento de apertura en muchos sentidos: la visita de miles de turistas, el dominio de las nuevas tecnologías de las comunicaciones nos acercan a otras realidades que incorporamos a la cotidianidad.
Tal es que el caso que por estos días sea muy común llevar prendas textiles con la bandera norteamericana o verla, también, ondear en un carro que transita por el capitalino vedado o acompañando a la de la estrella solitaria en la entrada de un restaurante.
Una botella enorme del ron Havana Club "engalanando" el paisaje habanero. Foto: Desmond Boylan/ Instagram
Una botella enorme del ron Havana Club “engalanando” el paisaje habanero. Foto: Desmond Boylan/ Instagram
Como este caso también, nuestros niños se divierten hoy con juguetes como los Minions o el “súper rayo” McQueen, mientras relegan a Elpidio Valdés o Fernanda.
Aquí entra entonces el cuestionamiento principal de este comentario: ¿estamos preparados para la avalancha de símbolos extranjeros y lo que aparejado a ellos deviene, sin que signifique apartarnos de lo que nos hace únicos?


Foto Internet
Puede ser que ideológicamente nos sobren armas, pero la realidad nos muestra otra cara. De infinitas formas llegan estos nuevos símbolos, ya lo decíamos en prendas de vestir, pegatinas, souvenirs, pero y ¿los de nosotros dónde están?

NEGRA CUBANA TENIA QUE SER
Existen, pues contamos con tiendas de ARTEX y ferias que promueven la artesanía nacional y que utiliza tales elementos, pero aquí entra una vez más la sufrida paradoja de los precios y los salarios. Preguntas como asignatura pendiente:
¿Puede un joven comprar un bolso con la bandera cubana cuando este cuesta la mitad de su salario del mes?
¿En qué tienda se venden hoy juguetes nacionales?
¿Está accesible a un fanático del beisbol una gorra o camiseta de su equipo favorito?
¿Es suficiente con las lecciones de historia en la escuela?
¿Estamos utilizando los métodos más apropiados para llegar a los niños y jóvenes?
Una llamada de alerta llega, y repensar los modos y formas es urgente. Nuevas generaciones crecen y nos toca nosotros legarles esa sentimiento de amor hacia lo auténticamente cubano que dejaron los abuelos, y que sino sabemos inculcar puede correr el riesgo de desaparecer.
FUENTES:
Fotos e imágenes relacionadas.
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Patrones culturales que, divulgados a través de series, revistas e incluso, comercializados en nuestro propio mercado, se consolidan y ejercen cada vez más influencia sobre los cubanos.
Sobre una espalda cubana, ¿qué mejor bandera? Foto: Gilberto Rabassa.
La enseña nacional en servicios brindados por cuentapropistas –apláudase tal uso si abona sentimientos patrióticos– y, junto al escudo del Barça, en la alcancía de un ómnibus urbano donde el cobro lo recogía un colaborador del chofer. Foto: Luis Toledo Sande.
La enseña nacional en servicios brindados por cuentapropistas –apláudase tal uso si abona sentimientos patrióticos– y, junto al escudo del Barça, en la alcancía de un ómnibus urbano donde el cobro lo recogía un colaborador del chofer. Foto: Luis Toledo Sande.
En un acto de contenido patriótico. Foto: Luis Toledo Sande.

Ante este hotel, bien público de administración estatal, Bonifacio Byrne pudo haber exclamado: “¡Cuántas banderas veo, y ninguna es la mía!”. Foto: Antonio Pons Beato.
Ante este hotel, bien público de administración estatal, Bonifacio Byrne pudo haber exclamado: “¡Cuántas banderas veo, y ninguna es la mía!”. Foto: Antonio Pons Beato.
Ante este hotel, bien público de administración estatal, Bonifacio Byrne pudo haber exclamado: “¡Cuántas banderas veo, y ninguna es la mía!”. Foto: Antonio Pons Beato. Cubadebate

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lunes, 25 de abril de 2016

A toda velocidad la estrategia del Presidente Obama contra Cuba

Por Arthur González*/El Heraldo Cubano-Martianos-Hermes-Cubainformación.- El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama y los miembros de su gabinete, han sido precisos en lo que desean hacer con la Revolución socialista cubana para lograr su desmontaje, sencillamente erosionarla desde sus entrañas, y dejar atrás la inoperante política del aislamiento que no les dio resultados.

Para poner en marcha ese plan, el primer paso fue la apertura de una embajada en La Habana, que les permite tener más diplomáticos en la búsqueda de información de la situación interna, los aspectos más sensibles a priorizar e identificar posibles actores para el cambio.

Seguidamente y así lo han expresado, es la influencia política sobre lo que se empeñan en calificar como sociedad civil, especialmente los trabajadores no estatales, prepararlos y beneficiarlos para que resulten más prósperos económicamente y sirvan como la vitrina eficiente y prospera del sistema capitalista.
El pasado 26 de enero del 2015 fueron anunciadas y publicadas algunas medias que flexibilizan el control y las regulaciones impuestas por Estados Unidos hacia Cuba, de forma conjunta por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro. Sobre estas la Secretaria de Comercio, Penny Pritzker, expuso en su cuenta Twitter que:

Resulta evidente que Estados Unidos pretende crear una disputa interna entre los productores privados y el Gobierno cubano, para que se les enfrente e ir creando la verdadera oposición al sistema socialista.

“Las provisiones están diseñadas para apoyar al sector privado emergente en Cuba y colocarnos más cerca de alcanzar las metas históricas de política exterior del presidente Obama y fortalecer la sociedad civil cubana”.

En este sentido, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, aseguró en un comunicado oficial:

“Así como los Estados Unidos están haciendo su parte para eliminar los impedimentos que han limitado a los cubanos, urgimos al Gobierno cubano a que facilite que sus ciudadanos emprendan un negocio, puedan comerciar y accedan a la información en línea”.

Todo va encaminado hacia el sector no estatal, como si los pequeños negocios de restaurantes, cafeterías y los taxis pudieran desarrollar la economía de un país bloqueado económicamente por Estados Unidos desde hace más de medio siglo.

Como continuidad a esa misma estrategia, el pasado 22 de abril 2016 el Departamento de Estado emitió un anuncio donde expresa que a partir de esa fecha permitirán la importación de café y de productos textiles, pero “solo los producidos por empresarios independientes cubanos”.

En el mes de febrero de este año había hecho lo mismo con los artesanos que trabajan la joyería, la cerámica y las obras de arte, la perfumería, los jabones, velas, productos fotográficos o cinematográficos, artículos de plástico, de cuero o de madera; libros y papel, seda, algodón, algunos textiles, calzado, cerámica, artículos de cristal, piedras preciosas, entre otros.

En su nuevo anuncio el Departamento de Estado admitió: “hoy no se puede predecir lo que permitirá el Gobierno cubano, y esperamos que autorice esta y otras oportunidades para el naciente sector privado de Cuba”. “Esta es otra medida pensada para apoyar la capacidad del pueblo cubano para lograr un mayor control sobre sus propias vidas y determinar el futuro de su país.
Una prueba de su malsana intención es que mantienen el Bloqueo y por tanto la prohibición de importar desde Cuba alimentos, productos agrícolas, alcohol y tabaco, productos minerales, químicos, metales, maquinaria y equipos eléctricos, entre otros más.

Para seguir perfilando su nueva estrategia seleccionan a ciertos grupos de cubanos para visitar sus Universidades, como parte del intercambio académico, donde reciben conferencias de diversos temas, entre ellos el de la racialidad, las nuevas tecnologías de las comunicaciones, el empleo de Internet y sobre las fórmulas económicas para ser un eficaz empresario privado.

No en balde una parte considerable de los norteamericanos que visitan la isla, bajo alguna de las 12 licencias aprobadas por el Departamento de Estado, deben hospedarse en casas particulares, comer en restaurantes no estatales y moverse en taxis privados, con el fin de incrementar las ganancias de este sector, y que logren una prosperidad económica mucho mayor que la de los trabajadores estatales. Obama fue uno de ellos.
El reto para Cuba es grande, de ahí que se ha establecido una política muy inteligente con ese sector, que ha crecido por decisión exclusiva de la máxima dirección de la Revolución desde 1995, cuando el propio Fidel Castro afirmó el 7 de marzo, durante su discurso en el VI Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, (FMC):

“Tiene que aumentar el número de trabajadores por cuenta propia, las posibilidades para el trabajo por cuenta propia y el desarrollo de determinadas producciones artesanales, de producción en menor escala, eso hay que hacerlo por distintas razones”.

“Tenemos que analizar bien las perspectivas del desarrollo de la pequeña y la mediana empresa, el papel del Estado y su participación en todo eso…”

Obama podrá soñar con ver el socialismo cubano desmontado, pero deberá tener presente que los cubanos desean ir hacia adelante, mejorar económicamente sin perder las conquistas sociales que solo la Revolución socialista les posibilitó, pues el capitalismo instaurado desde que Estados Unidos ocupó la Isla en 1898, no hizo nada por mejorar al pueblo trabajador.

Ante escenario hay que tener muy presente las palabras de José Martí, cuando aseguró:

“Un pueblo en la angustia del nuestro necesita despejar el enigma: arrancar, de quien pudiera desconocerlos, la promesa de respetar los derechos que supiésemos adquirir con nuestro empuje, saber cuál es la posición de este vecino codicioso, que confesamente nos desea…”

*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.

FUENTES:

EE.UU. tiene que eliminar el cheque en blanco a la inmigración de Cuba. Ley de Ajuste Cubano (LAC)


G. Isabelle Abad - Forbes - Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.- En medio de la animada controversia acerca de la reciente visita del presidente Barack Obama a Cuba, y las presiones internacionales contra Estados Unidos para que ponga fin al embargo contra Cuba, muchos todavía no son conscientes de una política independiente, intrínsecamente ligada al embargo y que alienta la emigración cubana: La Ley de Ajuste Cubano (LAC). La LAC es una ley federal aprobada en 1966 por el Congreso de Estados Unidos que permite a los nacionales de Cuba un proceso de inmigración extraordinariamente generoso para entrar en Estados Unidos.
Si el pie de un cubano toca suelo norteamericano, al cubano o la cubana se le concede legalmente entrada en Estados Unidos. Además de la entrada, los cubanos califican de inmediato para varias formas de ayuda del gobierno, tales como cupones de alimentos y asistencia social. Como no se requiere de asilo, los cubanos pueden obtener la residencia norteamericano después de un año, incluso si planean regresar con el tiempo a Cuba.
Ninguna otra nacionalidad en el mundo disfruta de este privilegio. Desde su promulgación, esta política de la era de la Guerra Fría ha animado a los cubanos a embarcarse en peligrosas migraciones marítimas o terrestres a los Estados Unidos, impone un costo a los contribuyentes norteamericanos, y ha causado un daño irreparable a la economía cubana. Esta política desastrosa y anticuada debe modificarse.
Atraer a los inmigrantes cubanos
En la década de 1990, debido en gran parte a la disolución de la Unión Soviética, Cuba enfrentó una crisis económica llamada Período Especial. En 1994, la Guardia Costera de EE.UU. interceptó aproximadamente a 37 000 cubanos en el mar. El aumento de la migración obligó al gobierno de Clinton a imponer una nueva disposición a la LAC llamada política de “pies mojados-pies secos”, la cual ya no permite entrar en Estados Unidos a los cubanos hallados en el mar. Desde luego, si estos migrantes se encuentran en el mar son devueltos a Cuba.
La LAC sigue atrayendo a los cubanos hacia Estados Unidos, muchos de los cuales tienen recursos que podrían invertirse en la economía cubana. La migración organizada por mar o por tierra, desde Cuba a Texas o la Florida, puede costar más de $10 000 en un país donde el salario mensual promedio es de aproximadamente $30. Según informes, los traficantes de personas cobran a los inmigrantes cubanos hasta $15 000 por una migración terrestre desde Ecuador. Cuba no sólo pierde posibles inversiones de capital económico o humano de estos migrantes, sino también pierde los recursos utilizados en brindarles atención médica y educación gratuitas a estos migrantes.
Muchos migrantes cubanos a menudo son más saludables y mejor educados que muchos norteamericanos. Después que los inmigrantes llegan a Estados Unidos, a menudo compiten con los norteamericanos por puestos de trabajo, al tiempo que añaden costos a la economía norteamericana a causa de la ayuda financiada por el gobierno.
Marcharse por mejores oportunidades económicas
Sí, Cuba, como todos los países, tiene problemas económicos y políticos que abordar o resolver. Inicialmente hubo exiliados que dejaron Cuba por temer por sus vidas. Sin embargo, hoy en día, la mayoría, si no todos, de los migrantes cubanos se marchan en busca de mejores oportunidades económicas, no para escapar de la persecución política.
La LAC ha dejado arrinconada a Cuba con un embargo, enfrentada a una población frágil, más que desplumada, donde muchos –sobre todo los ricos– se van. Luis Rondón Paz, de nacionalidad cubana que escribe para el Havana Times, expresó su desesperación de niño al ver a la gente a su alrededor suyo salir de Cuba, uno a uno. “Todos mis amigos de la escuela primaria [se marcharon] del país en avalancha… [y] dos de mis hermanas”, dijo.
El 18 de marzo de 2016, 18 de 27 inmigrantes cubanos fueron rescatados después de haberse perdido en el mar durante 22 días; los otros 9 habían muerto. Mark Barney,  suboficial de la Guardia Costera,  explicó la condición traumática de los supervivientes, diciendo “Ellos apenas pudieron apearse de la embarcación… Estaban débiles y temblando”.

Estas migraciones peligrosas también han promovido la creencia generalizada de que las circunstancias deben ser particularmente atroces para que los cubanos arriesguen sus vidas. Pero de acuerdo con el Instituto de Políticas de Migración, desde la década de 1960, a pesar de estos privilegios especiales, los cubanos sólo representan el 2,8% de todos los inmigrantes de Estados Unidos. Referirse a los inmigrantes cubanos como “refugiados” de un país inhabitable no sólo es humillante para los cubanos, sino una falacia. Claro, como la mayor parte del mundo en desarrollo, las oportunidades en Cuba no son tan abundantes o glamorosas como las de EE.UU. Pero los cubanos no mueren de hambre; reciben alimentos subvencionados por el gobierno; prácticamente no hay gente sin casa; la mayoría no paga ninguna renta; y la atención médica y la educación son gratuitas.
Un privilegio de inmigración como ningún otro
Hay condiciones de vida mucho peores en la mayoría de los países en desarrollo. En especial en aquellos con gobiernos peligrosos y opresivos a los que no concedemos este privilegio de inmigración, y mucho menos les imponemos un embargo en su contra.
Es razonable suponer que la mayoría de las personas en este mundo, que vivieran a 90 millas de la costa de EE.UU., con los incentivos ofrecidos a los cubanos, también correrían el riesgo de una migración de 18 horas por mar para entrar en la superpotencia económica mundial.
De hecho, muchos ciudadanos de países como Angola, Haití, España y Kazajstán, se sabe que se trasladan a Cuba (algunos a estudiar medicina, ya que es gratuito) el tiempo suficiente como para obtener la residencia. Luego, “huyen” a Estados Unidos como refugiados, ya que, en virtud de la ley norteamericana, no es necesario que un refugiado cubano haya nacido en Cuba.
Una oleada inmigratoria
Desde que comenzó el deshielo con Cuba, se ha producido un aumento de la inmigración cubana debido a la creencia de que la LAC será revocada. Por otra parte, recientemente, la LAC ha causado un desastre en la frontera de Costa Rica, donde se estima que 8 000 cubanos fueron rechazados por el gobierno de Nicaragua. Los cubanos habían volado a Ecuador para emigrar por tierra hacia la frontera mexicano- norteamericana. En la frontera de Nicaragua, los inmigrantes cubanos fueron detenidos y no se les permitió la entrada. Muchos migrantes se negaron a ser rechazados, lo que llevó al uso de cañones de agua y gas lacrimógeno por parte de los militares nicaragüenses.
Después de pasar meses en Costa Rica, varios países de América Central llegaron a acuerdos para llevar en avión a algunos inmigrantes cubanos a México, donde actualmente están terminando su migración por tierra. Según informes, otros migrantes cubanos han recurrido a los traficantes de personas para terminar el viaje.

La migración independiente por tierra para los cubanos es particularmente peligrosa, porque comúnmente los cubanos son el blanco de robos y/o asesinatos por parte criminales no cubanos que luego entran en Estados 
Unidos utilizando la identidad de la víctima.

Ecuador ha revocado ahora su política de visa abierta para los cubanos que desean visitar Ecuador como turistas. Ahora, casi ningún país del mundo permitirá la entrada de un cubano sin un caro y complicado proceso de visa, ya que, debido a la LAC, los funcionarios de viajes asumen que el objetivo final de un cubano es llegar a Estados Unidos.
La semana pasada, la crisis de migración se intensificó en Panamá. Desde que el canciller costarricense Manuel González anunció que Costa Rica había cerrado sus fronteras a los inmigrantes cubanos, miles de personas han quedado varadas en Panamá. El viernes, unos 1 000 cubanos, en desesperación, irrumpieron violentamente a través de la frontera con Costa Rica. Cientos de cubanos en Panamá han comenzado una huelga de hambre. Hoy en día, varios cubanos continúan llegando a Panamá a diario, sólo para enfrentarse a un callejón sin salida.
¿Por qué tantos cubanos regresan a su país?
Es importante señalar que si las cosas fueran verdaderamente graves y nefastas en Cuba, entonces ¿por qué muchos cubanos regresan a vivir en Cuba? Incluso Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y un firme partidario de la mayoría de las políticas de la era de la Guerra Fría contra Cuba, ha expresado con firmeza su preocupación por la LAC:Ahora hay evidencia de gente que viene a EE.UU., [y] califican para… beneficios y están regresando de nuevo a Cuba y recibiendo los cheques allí”.
A lo largo de la frontera de Estados Unidos con México, cientos de inmigrantes cubanos continúan entrando todos los días. Este patrón migratorio ha puesto de relieve el más arduo proceso que reciben otros ciudadanos inmigrantes de países peligrosos y/o en guerra. Los inmigrantes no cubanos que enfrentan condiciones violentas en sus países a menudo son rechazados o tienen que luchar durante años para legitimar sus solicitudes de asilo.

Este acto es irrefutablemente obsoleto. Cuba no puede prosperar plenamente en todo su potencial mientras la Ley de Ajuste Cubano, así como el embargo, se mantienen en vigor. Ajustar la LAC y eliminar el embargo, junto con la progresión continuada de las leyes cubanas en beneficio del pueblo cubano, podría proporcionar una mejor seguridad y alivio económico a Cuba, Estados Unidos, y a los muchos otros países afectados por la crisis de la emigración cubana. Si el gobierno de Estados Unidos realmente tiene la intención de normalizar las relaciones con Cuba, entonces es el momento de reconsiderar estas últimas reliquias restantes de la Guerra Fría.