Blog_CubaSigueLaMarcha

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jueves, 15 de febrero de 2018

Mentiras sobre el gasto militar norteamericano

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Mentiras sobre el gasto militar norteamericano / Por Atilio A. Boron

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Gráfico del funcionamiento del Complejo Militar-Industrial-Financiero y su relación con la clase política

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“Pos verdad” o fake news –como gusta decir a Donald Trump- porque se oculta la verdadera dimensión del gasto militar de Estados Unidos haciéndoselo  aparecer como menor de lo que realmente es en un intento por escamotear ante la vista de la opinión pública el desenfreno militarista de un imperio que debilitado en su hegemonía política, intelectual y moral.
 
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Días atrás el presidente Donald Trump dio a conocer su proyecto de presupuesto para 2019 que contempla un enorme déficit fiscal (que tratará de trasladarlo a los demás países, sobre todo a los de la periferia) y un presupuesto militar, eufemísticamente llamado de “defensa”,  de (716.000 millones de dólares) según informa la cadena CNBC. 


Este monto incluye 24.000 millones de dólares destinados a la modernización del programa nuclear que, en algunos comunicados aparecía desligado del gasto militar, como si se tratara de inversiones para la producción de centrales atómicas.

Estos datos son algunas de las “pos verdades” a los cuales nos tiene acostumbrados el imperialismo norteamericano. “Pos verdad” o fake news –como gusta decir a Donald Trump- porque se oculta la verdadera dimensión del gasto militar de Estados Unidos haciéndoselo  aparecer como menor de lo que realmente es en un intento por escamotear ante la vista de la opinión pública el desenfreno militarista de un imperio que debilitado en su hegemonía política, intelectual y moral, como diría Antonio Gramsci, se repliega en sobre sus capacidades destructivas para contener por la fuerza su inexorable declinación en un sistema internacional que ya ha asumido un formato definitivamente multipolar.   
  
Hace muchos años que el gasto militar se convirtió en el principal motor de la economía norteamericana y fuente de fabulosas superganancias para el complejo militar-industrial-financiero que gira en torno a la producción de armamentos. En una suerte de perversa “puerta giratoria” las ganancias de este complejo se transfieren, en una pequeña porción, a la clase política.  Sus empresas y lobbies son los indispensables financistas de las onerosas carreras políticas de representantes, senadores, gobernadores y presidentes, prostituyendo definitivamente el funcionamiento de la democracia en Estados Unidos y abriendo las puertas para la constitución de la corrupta plutocracia que hoy gobierna a ese país. Presidentes y legisladores, envueltos en un falso celo patriótico, retribuyen los favores recibidos concediendo jugosas contraprestaciones materiales a las empresas del sector, todo lo cual se traduce en una desorbitada, absurda e innecesaria escalada del gasto militar. 

Esta corruptela explica que más de la mitad de los miembros del Congreso de Estados Unidos sean millonarios, cuando la proporción de estos en la sociedad norteamericana es de apenas 1.4 %.  



No es de extrañar, en consecuencia, que desde la Guerra de Corea en adelante Estados Unidos no haya conocido un solo año sin tener tropas combatiendo en el exterior. Tampoco lo es que, pese a los optimistas anuncios oficiales, el gasto militar haya aumentado aún luego de la desaparición de quien durante los largos años de la Guerra Fría fuera su enemigo fundamental: la Unión Soviética. En este sentido, la operación propagandística del imperio pregonando los supuestos “dividendos de la paz” como fuente de una renovada ayuda al desarrollo quedó rápidamente al desnudo. Ni se mejoró la asignación de recursos para reducir la pobreza dentro de Estados Unidos ni se los canalizó para facilitar el progreso económico y social de los países de la periferia. Todo lo contrario, la escalada sin techo del gasto militar prosiguió su curso inalterada.  


Sorprende entonces la aceptación sin beneficio de inventario de la cifra del presupuesto militar que la Administración Trump anunciara recientemente. Según los cálculos más rigurosos el gasto militar total de Estados Unidos ya traspasó el umbral considerado -hasta no hace mucho como absolutamente insuperable, como una frontera escalofriante- de un billón de dólares, es decir, un millón de millones de dólares, lo que equivale aproximadamente a la mitad del gasto militar mundial. Tradicionalmente la Casa Blanca ocultaba la verdadera dimensión de su exorbitante presupuesto militar y los medios de comunicación del imperio reproducían esa mentira.  En el caso actual aquel va mucho más allá de los 716.000 millones de dólares recientemente declarado por la Casa Blanca.  Esa cifra no incluye otros emolumentos derivados de la presencia bélica de EEUU en el mundo y que también deben ser considerados como parte del presupuesto militar del imperio.  Por ejemplo, la Administración Nacional de Veteranos (VET) que tiene a su cargo ofrecer atención médica a los heridos en combate hasta el fin de sus vidas y de asistir a quienes regresan del frente desquiciados psicológicamente tiene un presupuesto para el próximo año de 198.000  millones de dólares. 


A esta descomunal cifra hay que agregarle otros dos ítems, con datos muy poco transparentes y disimulados en el presupuesto federal: los destinados a la contratación de “asesores” para misiones especiales (vulgo: mercenarios) y los “gastos de reconstrucción” para ocupar o transitar por áreas previamente destruidas por la aviación o los drones de EEUU. Si se suman todos estos componentes se llega a una cifra que supera el billón de dólares. Para comprobar la irracionalidad criminal de este presupuesto nótese que tan sólo el gasto de la VET equivale a poco menos que el gasto militar total de China, que asciende a 215.175 millones de dólares y que el segundo presupuesto militar del planeta.  O con el presupuesto de la Federación Rusa, que es casi tres veces inferior al de la VET: 70.345 millones de dólares; o con el del ultra-enemigo de EEUU, Irán 12.383 millones de dólares.  ¿Cómo justificar tan fenomenal desproporción? Inventando enemigos, como el ISIS, o dando pie a delirantes conspiraciones acerca del peligro que Rusia, China, Irán o Corea del Norte representan para la seguridad nacional norteamericana. Pero la verdad es que el gasto militar ayuda a mover una economía de lento crecimiento y, sobre todo,alimenta al complejo armamentístico que financia a los políticos que convierte en millonarios.  Pese a eso la dirigencia estadounidense insiste en la vulnerabilidad de la seguridad nacional norteamericana y no cesa de mantener a su población sumida en el miedo, un efectivo dispositivo de dominación. Por último, con tal brutal desequilibrio de fuerzas en el plano militar Washington reafirma su vocación de seguir siendo el gigantesco gendarme mundial presto a actuar en cualquier lugar del planeta para poner al capitalismo a salvo de toda amenaza. 

En cualquier lugar pero sobre todo en Nuestra América, reserva estratégica de un imperio amenazado. 

La contraofensiva lanzada en los últimos años y la creciente belicosidad en contra de Cuba y Venezuela son pruebas harto elocuentes de esa enfermiza vocación por impedir que la tierra siga girando y congelar la historia en el punto en que se encontraba al anochecer del 31 de Diciembre de 1958, en vísperas del triunfo de la Revolución Cubana. Todos estos esfuerzos serán en vano, pero mientras tanto están haciendo un daño enorme y hay que detenerlos antes de que sea demasiado tarde porque la humanidad está en peligro.

Fuentes:




miércoles, 14 de febrero de 2018

50 verdades sobre Fidel Castro

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50 verdades sobre Fidel Castro /  Por Salim Lamrani

El líder histórico de la Revolución Cubana marcó para siempre la historia de Cuba y de América Latina, convirtiendo a su país en símbolo de dignidad y resistencia.

1. Procedente de una familia de siete hijos, Fidel Castro nació el 13 de agosto de 1926 en Birán en la actual provincia de Holguín, de la unión entre Ángel Castro Argiz, rico terrateniente español oriundo de Galicia, y Lina Ruz González, cubana de nacimiento.
2. A los siete años se marcha para la ciudad de Santiago de Cuba y reside en casa de una maestra encargada de su educación. Ésa lo abandona a su suerte. “Conocí el hambre”, recordaría Fidel Castro y “mi familia había sido engañada”. Un año después ingresa en el colegio religioso de los Hermanos de la Salle en enero de 1935 como interno. Deja la institución para ir al colegio Dolores con 11 años, en enero de 1938, tras rebelarse contra el autoritarismo de un profesor. Prosigue su escolaridad con los jesuitas en el colegio de Belén de La Habana de 1942 a 1945. Tras una carrera brillante, su profesor, el Padre Armando Llorente, escribe en el anuario de la institución: “ Se distinguió en todas las asignaturas relacionadas con las letras. Excelencia y congregante, fue un verdadero atleta, defendiendo siempre con valor y orgullo la bandera del colegio. Ha sabido ganarse la admiración y el cariño de todos. Cursará la carrera de Derecho y no dudamos de que llenará con páginas brillantes el libro de su vida”.
3. A pesar de su exilio a Miami en 1961 tras las tensiones entre el Gobierno revolucionario y la Iglesia Católica cubana, el Padre Llorente siempre guardó un recuerdo nostálgico de su antiguo alumno: “Me dicen ‘usted siempre habla bien de Fidel’. Yo hablo del Fidel que conocí. Inclusive, una vez, me salvó la vida y esas cosas no se pueden olvidar nunca”. Fidel Castro se tiró al agua para salvar a su profesor llevado por la corriente.
4. En 1945, Fidel Castro ingresa en la Universidad de La Habana, donde cursa la carrera de Derecho. Elegido delegado de la Facultad de Derecho, participa activamente en las manifestaciones contra la corrupción del Gobierno del Presidente Ramón Grau San Martín. No vacila tampoco en denunciar públicamente a las pandillas del BAGA vinculadas a las autoridades políticas. Max Lesnik, entonces secretario general de la Juventud Ortodoxa y compañero de Fidel Castro, recuerda este episodio: “El comité «30 de Septiembre» [creado para luchar contra las pandillas] tomó el acuerdo de presentar la denuncia contra el Gobierno y los gánsteres en el pleno de la Federación de Estudiantes. En el salón, más de 300 alumnos de las diversas facultades se aprestaban a escuchar a Fidel cuando alguien […] gritó: «El que hable lo que no debe, hablará por última vez». Estaba claro que la amenaza era para el orador de turno. Fidel se levantó de su silla y con paso pausado y firme se encaminó al centro del amplio salón, después de pedir un minuto de silencio en recordación a los mártires, […] comenzó a leer una lista oficial con los nombres de todos y cada uno de los miembros de las pandillas y de los dirigentes de la FEU que habían sido premiados con jugosas «botellas» [cargos] en los distintos ministerios de la administración pública.
5. En 1947, con 22 años, Fidel Castro participa con Juan Bosch, futuro Presidente de República Dominicana, en un intento de desembarco de Cayo Confite para derrocar al dictador Rafael Trujillo, entonces apoyado por Estados Unidos.
6. Un año después, en 1948, participa en el Bogotazo, sublevación popular desatada por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, líder político progresista, candidato a las elecciones presidenciales en Colombia.
7. Graduado en Derecho en 1950, Fidel Castro ejerce como abogado hasta 1952 y defiende a la gente humilde, antes de lanzarse a la política.
8. Fidel Castro nunca militó en el Partido Socialista Popular (PSP), partido comunista de la Cuba prerrevolucionaria. Era miembro del Partido del Pueblo Cubano, también llamado Partido Ortodoxo, fundado en 1947 por Eduardo Chibás. El programa del Partido Ortodoxo de Chibás es progresista y se basa en varios pilares: la soberanía nacional, la independencia económica con una diversificación de la producción agrícola, la supresión del latifundio, el desarrollo de la industria, la nacionalización de los servicios públicos, la lucha contra la corrupción y la justicia social con la defensa de los trabajadores. Fidel Castro reivindica su pertenencia al pensamiento martiano (de José Martí), chibasista (de Chibás) y antiimperialista. Orador de gran talento, se presenta a las elecciones parlamentarias como candidato del Partido del Pueblo Cubano en 1952.
9. El 10 de marzo de 1952, a tres meses de las elecciones presidenciales, el general Fulgencio Batista rompe el orden constitucional y derroca al Gobierno de Carlos Prío Socarrás. Consigue el apoyo inmediato de Estados Unidos que reconoce oficialmente a la nueva dictadura militar.
10. El abogado Fidel Castro presenta una denuncia contra Batista por romper el orden constitucional: “Si existen tribunales, Batista debe ser castigado, y si Batista no es castigado […] ¿Cómo podrá después este tribunal juzgar a un ciudadano cualquiera por sedición o rebeldía contra este régimen ilegal producto de la traición impune?” El Tribunal Supremo, a las órdenes del nuevo régimen, rechaza la demanda.
11. El 26 de julio de 1953, Fidel Castro se pone al frente de una expedición de 131 hombres y ataca el cuartel Moncada en la ciudad de Santiago, segunda fortaleza militar del país, así como el cuartel Carlos Manuel de Céspedes en la ciudad de Bayamo. El objetivo era tomar el control de la ciudad –cuna histórica de todas las revoluciones– y lanzar un llamado a la rebelión en todo el país para derrocar al dictador Batista.
12. La operación es un fracaso y numerosos combatientes –55 en total– son asesinados tras ser brutalmente torturados por el ejército. En efecto, sólo seis de ellos murieron en combate. Algunos logran escapar gracias al apoyo de la población.
13. Fidel Castro, capturado unos días después, le debe la vida al sargento Pedro Sarría, quien se niega a seguir las órdenes de sus superiores y ejecutar al líder de Moncada. “¡No disparen! ¡No disparen! ¡Las ideas no se matan!”, exclamó frente a sus soldados.
14. Durante su histórico alegato titulado “La Historia me absolverá”, Fidel Castro, quien se encarga de su propia defensa, denuncia los crímenes de Batista y la miseria en la cual se encuentra el pueblo cubano y presenta su programa para una Cuba libre basado en la soberanía nacional, la independencia económica y la justicia social.
15. Condenado a 15 años de prisión, Fidel Castro es liberado en 1955 después de la amnistía que le concedió el régimen de Batista. Funda el Movimiento 26 de Julio (M 26-7) y declara su proyecto de seguir la lucha contra la dictadura antes de exilarse en México.
16. Fidel Castro organiza allí la expedición del Granma con un médico llamado Ernesto Guevara. A Fidel Castro no le costó mucho trabajo convencer al joven argentino quien recuerda: “Lo conocí en una de esas frías noches de México, y recuerdo que nuestra primera discusión versó sobre política internacional. A las pocas horas de la misma noche –en la madrugada- era yo uno de los futuros expedicionarios.”
17. En agosto de 1955, Fidel Castro publica el Primer Manifiesto del Movimiento 26 de Julio que retoma los puntos esenciales de su alegato “la Historia me absolverá”. Trata de reforma agraria, de prohibición del latifundio, de reformas económicas y sociales a favor de los desheredados, de industrialización de la nación, de construcción de viviendas, de disminución de los alquileres, de nacionalización de los servicios públicos de teléfono, gas y electricidad, de educación y de cultura para todos, de reforma fiscal y de reorganización de la administración pública para luchar contra la corrupción.
18. En octubre de 1955, para reunir los fondos necesarios para la expedición, Fidel Castro realiza una gira por Estados Unidos y se reúne con los exilados cubanos. El FBI vigila estrechamente a los clubes patrióticos M 26-7 fundados en las diferentes ciudades.
19. El 25 de noviembre de 1956, Fidel Castro embarca en el puerto de Tuxpán, México, a bordo del barco Granma, con capacidad para 25 personas. Los revolucionarios son 82 en total y navegan rumbo a Cuba con el objetivo de desatar una guerra de guerrillas en las montañas de la Sierra Maestra.
20. La travesía se convierte en pesadilla por las condiciones climáticas. Un expedicionario cae al mar. Juan Almeida, miembro del grupo y futuro comandante de la Revolución, recuerda el episodio: “Fidel nos dijo lo siguiente: ‘De aquí no nos vamos hasta que lo salvemos’. Eso conmovió a la gente y levantó la combatividad. Pensamos ‘con ese hombre no hay abandonados’. Lo salvamos, a costa que se echara a perder la expedición”.
21. Tras una travesía de siete días, en vez de los cinco previstos, el 2 de diciembre de 1956, la tropa desembarca “en el peor pantano jamás visto”, según Raúl Castro. Los tiros de la aviación cubana la dispersan y la persiguen 2.000 soldados de Batista que esperaban a los revolucionarios.
22. Unos días después, en Cinco Palmas, Fidel Castro vuelve a encontrarse con su hermano Raúl y otros 10 expedicionarios. “Ahora sí ganamos la guerra”, declara el líder del M 26-7 a sus hombres. Empieza la guerra de guerrillas que duraría 25 meses.
23. En febrero de 1957, la entrevista a Fidel Castro que realiza Herbert Matthews del New York Times permite que la opinión pública estadounidense y mundial descubra la existencia de una guerrilla en Cuba. Batista confesaría más tarde en sus memorias que gracias a ese palo periodístico “Castro empezaba a ser un personaje de leyenda”. Matthews matizó sin embargo la importancia de su entrevista: “Ninguna publicidad, por más sensacional que fuese, habría podido tener efecto si Fidel Castro no fuera precisamente el hombre que yo describí”.
24. A pesar de las declaraciones oficiales de neutralidad en el conflicto cubano, Estados Unidos brinda su apoyo político, económico y militar a Batista y se opuso a Fidel Castro hasta los últimos instantes. El 23 de diciembre de 1958, a una semana del triunfo de la Revolución, mientras el ejército de Fulgencio Batista se encuentra en plena desbandada a pesar su superioridad en armas y hombres, tiene lugar la 392 reunión del Consejo de Seguridad Nacional, con la presencia del Presidente Eisenhower. Allen Dulles, entonces director de la CIA, expresa claramente la posición de Estados Unidos: “Tenemos que impedir la victoria de Castro”.
25. A pesar del apoyo de Estados Unidos, sus 20.000 soldados y una superioridad material, Batista no pudo vencer a una guerrilla que se componía de 300 hombres armados durante la ofensiva final del verano de 1958 que movilizó a más de 10.000 soldados. Esta “victoria estratégica” revela entonces el genio militar de Fidel Castro que había anticipado y derrotado la operación Fin de Fidel que lanzó Batista.
26. El 1 de enero de 1959, cinco años, cinco meses y cinco días después del asalto al cuartel Moncada del 26 de julio de 1953, triunfó la Revolución Cubana.
27. Durante la formación del Gobierno revolucionario en enero de 1959, Fidel no ocupa la Presidencia, que queda en manos del juez Manuel Urrutia. Tampoco ocupa el puesto de Primer Ministro, entregado al abogado José Miró Cardona.
28. En febrero de 1959, el Primer Ministro Cardona, quien se opone a las reformas económicas y sociales que considera demasiado radicales (proyecto de reforma agraria), presenta su dimisión. Manuel Urrutia llama a Fidel Castro para ocupar el cargo.
29. En julio de 1959, frente a la oposición del Presidente Urrutia quien rechaza nuevas reformas, Fidel Castro renuncia a su cargo de Primer Ministro. Inmensas manifestaciones populares estallan en toda Cuba, exigiendo la salida de Urrutia y el regreso de Fidel Castro. El nuevo Presidente de la República Osvaldo Dorticós lo vuelve a nombrar Primer Ministro.
30. Estados Unidos se muestra inmediatamente hostil a Fidel Castro al acoger con los brazos abiertos a los dignitarios del antiguo régimen, incluso varios criminales de guerra quienes habían robado las reservas Tesoro cubano, llevándose 424 millones de dólares.
31. No obstante, desde el principio, Fidel Castro declara su voluntad de mantener buenas relaciones con Washington. Sin embargo, durante su primera visita a Estados Unidos en abril de 1959, el Presidente Eisenhower se niega a recibirlo y prefiere ir a jugar al golf. John F. Kennedy lamentaría eso: “Fidel Castro forma parte del legado de Bolívar. Debíamos haber dado al fogoso y joven rebelde una más calurosa bienvenida en su hora de triunfo.”
32. A partir de octubre de 1959, pilotos procedentes de Estados Unidos bombardean Cuba y regresan a la Florida sin ser molestados por las autoridades. El 21 de octubre de 1959, lanzan una bomba sobre La Habana que ocasiona dos muertos y 45 heridos. El responsable del crimen, Pedro Luis Díaz Lanz, regresa a Miami sin ser molestado por la justicia y Washington se niega a extraditarlo a Cuba.
33. Fidel Castro sólo se acerca de Moscú en febrero de 1960 y sólo adquiere armas soviéticas después del rechazo de Estados Unidos a proporcionarle el arsenal necesario para su defensa. Washington también presiona a Canadá y a las naciones europeas solicitadas por Cuba con el fin de obligarla a dirigirse al bloque socialista y así justificar su política hostil hacia La Habana.
34. En marzo de 1960, la administración Eisenhower toma la decisión formal de derrocar a Fidel Castro. En total, el líder de la Revolución Cubana sufriría no menos de 637 intentos de asesinato.
35. En marzo de 1960, el sabotaje por la CIA del barco francés La Coubre cargado de armas en el puerto de La Habana ocasiona más de cien muertos. En su discurso en homenaje a las víctimas, Fidel Castro lanza el lema “Patria o muerte” inspirado en el de la Revolución Francesa “Libertad, igualdad, fraternidad o muerte”.
36. El 16 de abril de 1961, tras los bombardeos de los principales aeropuertos del país por la CIA, preludio de la invasión de Bahía de Cochinos, Fidel Castro declara el carácter “socialista” de la Revolución.
37. Durante la invasión de Bahía de Cochinos por 1.400 exilados financiados por la CIA, Fidel Castro se encuentra en primera línea de combate. Inflige una severa derrota a Estados Unidos y aplasta a los invasores en 66 horas. Su popularidad alcanza cimas en todo el mundo.
38. Durante la crisis de los misiles de octubre de 1962, el general soviético Alexei Dementiexv estaba al lado de Fidel Castro. Cuenta sus recuerdos: “Pasé junto a Fidel los momentos más impresionantes de mi vida. Estuve la mayor parte del tiempo a su lado. Hubo un instante en que considerábamos cercano el ataque militar de los Estados Unidos y Fidel tomó la decisión de poner todos los medios en alerta. En pocas horas el pueblo estaba en posición de combate. Era impresionante la fe de Fidel en su pueblo, y de su pueblo y de nosotros, los soviéticos, en él. Fidel es, sin discusión alguna, uno de los genios políticos y militares de este siglo.”
39. En octubre de 1965, se crea el Partido Comunista de Cuba (PCC) en sustitución del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS) nacido en 1962 (que remplazó las Organizaciones Revolucionarias Integradas –ORI- creadas en 1961). Fidel Castro es nombrado Primero Secretario.
40. En diciembre de 1976, Fidel Castro es elegido por primera vez Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba, tras la adopción de la nueva Constitución. Sería reelecto a ese cargo hasta 2006.
41. En 1988, a más de 20.000 kilómetros de distancia, Fidel Castro dirige desde La Habana la batalla de Cuito Cuanavale en Angola, en la cual las tropas cubanas y angoleñas infligen una estrepitosa derrota a las fuerzas armadas sudafricanas que invadieron Angola y que ocupaban Namibia. El historiador Piero Gleijeses, Profesor de la Universidad Johns Hopkins de Washington, escribe al respecto: “A pesar de todos los esfuerzos de Washington [aliado al régimen del apartheid] para impedirlo, Cuba cambió el curso de la historia de África Austral […].La proeza de los cubanos en el campo de batalla y su virtuosismo en la mesa de negociaciones fueron decisivas para obligar a Sudáfrica a aceptar la independencia de Namibia. Su exitosa defensa de Cuito fue el preludio de una campaña que obligó a la SADF a salir de Angola. Esta victoria repercutió más allá de Namibia ».
42. Observador lúcido de la Perestroika, Fidel Castro declara al pueblo en un discurso premonitorio del 26 de julio de 1989 que en caso de desaparición de la Unión Soviética Cuba deberá resistir y proseguir en la vía del socialismo: “Si mañana o cualquier día nos despertáramos con la noticia de que se ha creado una gran contienda civil en la URSS, o incluso si nos despertáramos con la noticia de que la URSS se desintegró […] Cuba y la Revolución cubana seguirían luchando y seguirían resistiendo”.
43. En 1994, en pleno Periodo Especial, conoce a Hugo Chávez con el cual establece una fuerte amistad que duraría hasta la muerte de éste en 2013. Según Fidel Castro, el presidente venezolano fue “el mejor amigo que tuvo el pueblo cubano”. Ambos establecen una colaboración estratégica con la creación en 2005 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América que agrupa hoy día ocho países de América Latina y el Caribe.
44. En 1998, Fidel Castro recibe la visita del Papa Juan Pablo II en La Habana. Éste pide que “el mundo se abra a Cuba y que Cuba se abra al mundo”.
45. En 2002, el expresidente de Estados Unidos James Carter realiza una visita histórica a Cuba. Interviene en vivo por televisión: “ No he venido acá a interferir en los asuntos internos de Cuba, sino a extender una mano de amistad hacia el pueblo cubano y ofrecer una visión del futuro para nuestros dos países y para las Américas. […] Quiero que lleguemos a ser amigos y nos respetemos unos a otros. […] Debido a que los Estados Unidos es la nación más poderosa, somos nosotros quienes debemos dar el primer paso”.
46. En julio de 2006, tras una grave enfermedad, Fidel Castro renuncia al poder. Conforme a la Constitución, le sucede el vicepresidente Raúl Castro.
47. En febrero de 2008, Fidel Castro renuncia definitivamente a todo mandato ejecutivo. Se consagra entonces a la redacción de sus memorias y publica regularmente artículos bajo el título de “reflexiones”.
48. Arthur Schlesinger Jr., historiador y asesor especial del Presidente Kennedy, evocó la cuestión del culto de la personalidad tras una estancia en Cuba en 2001: “Fidel Castro no fomenta el culto a la personalidad. Es difícil encontrar un cartel o incluso una postal de Castro en ningún lugar de La Habana. El icono de la Revolución de Fidel, visible en todas partes, es el Che Guevara”.
49. Gabriel García Márquez, escritor colombiano y Premio Nobel de literatura, es un íntimo amigo de Fidel Castro. Esbozó un retrato de él y subraya “la confianza absoluta que coloca en el contacto directo. Su poder es de seducción. Busca los problemas donde están. Su paciencia es invencible. Su disciplina es de hierro. La fuerza de su imaginación lo empuja hasta los límites de lo imprevisto”.
50. El triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959 dirigida por Fidel Castro es el acontecimiento más relevante de la Historia de América Latina del siglo XX. Fidel Castro seguirá siendo una de las figuras más controvertidas del siglo XX. No obstante, hasta sus más acérrimos detractores reconocen que hizo de Cuba una nación soberana e independiente respetada en la escena internacional, con innegables logros sociales en los campos de la educación, la salud, la cultura, el deporte y la solidaridad internacional. Quedará para siempre como el símbolo de la dignidad nacional que siempre se puso del lado de los oprimidos y que brindó su apoyo a todos los pueblos que luchaban por su emancipación.


Fuentes:

https://lahistoriadecuba.wordpress.com/2018/01/27/50-verdades-sobre-fidel-castro/

http://www.cubadebate.cu/especiales/2016/08/07/50-verdades-sobre-fidel-castro/#.WoSFl3aCEdU

http://www.vermelho.org.br/noticia/284871-1 

http://martianos.ning.com/profiles/blogs/50-verdades-sobre-fidel-castro-por-salim-lamrani 

https://www.alainet.org/pt/node/179408 

http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/213-salim-lamrani/69922-50-verdades-sobre-fidel-castro

http://cinereverso.org/50-verdades-sobre-fidel-castro-por-salim-lamrani/

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=179013

http://operamundi.uol.com.br/conteudo/babel/31245/50+verdades+sobre+la+revolucion+cubana.shtml



Diez señales de que EE.UU. prepara intervención militar en Venezuela

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Diez señales de que EE.UU. prepara intervención militar en Venezuela  

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Norelys Morales Aguilera|Blog Isla Mía|Cubainformación.─ El hecho de que EE.UU. reviva sus políticas fracasadas en América Latina y en particular contra Venezuela, solo resultan en ser más agresivas. En las últimas semanas la promoción de sus ambiciones hegemónicas encubiertas con "principios universales" [1] , han tomado un curso muy preocupante.
Sin embargo, el arsenal estadounidense tiene misiles de todas las potencias pero anda escaso de argumentos políticos.[2]

El Gobierno de Venezuela rechazó este domingo 11 de febrero, las declaraciones del subsecretario norteamericano de Estado para asuntos del hemisferio occidental, Francisco Palmieri, quien ratificó la intención de su país de intervenir en los asuntos internos de esta nación.

Al ofrecer información sobre la gira por varios países latinoamericanos del jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, Palmieri reiteró las pretensiones de poner fin al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro bajo el pretexto de supuesta ayuda humanitaria.[3]

Veamos esas diez señales, que conforman un escenario prebélico o bélico, indicadas por el profesor William Izarra, que deben ser denunciadas [4], y prender las alertas solidarias, como ha hecho el presidente de Bolivia Evo Morales. [5]

1. Gira de Tillerson por países aliados estrechos y sumisos de USA; declaración de ataque directo a Venezuela en cada país.

2. Presencia de Kurt Tidd en Bogotá y sus reuniones con Santos, VP y Ministro de Defensa. Bajo la excusa de reunión para revisar medidas antidrogas, el tema central fue el plan de intervención directa en Venezuela empleando una fuerza multinacional liderada por Colombia y asesorada, monitoreada y apoyada logísticamente por el Comando Sur.

3. Movilizaciones de tropas en las fronteras de Brasil y Colombia cuyas causas aparentes y públicas son las migraciones venezolanas, pero la verdad es sitiar a Venezuela empleando la operación Tenazas.

4. Completa la Tenazas la decisión que favorece a Guyana para decidir por el Tribunal Internacional sobre la Zona en Reclamación. Este hecho gestionado por USA establece una relación clientelar entre USA y Guyana cuyo agradecimiento se concreta en alianza y empleo de su territorio para movilización de fuerzas militares en el control de narcotraficantes, excusa que mimetiza su verdadero motivo de asalto hacia Venezuela cuando la acción de retaguardia lo demande.

5. Holanda con sus islas A, B, C (Aruba, Bonaire y Curazao) es la presencia de la OTAN a unas cortas millas de la costa venezolana. Holanda es proUSA y estrecho aliado para los actos de imposición hegemónica.

6. Las declaraciones públicas (reunión con sectores opositores) del Encargado de Negocios de USA (posee rango de Embajador en el Departamento de Estado) sin ningún respeto al comportamiento diplomático de un funcionario extranjero, definiendo muy claramente el llamado a la toma del gobierno por la fuerza contrarrevolucionaria que cuenta con el respaldo de USA.

7. Las instrucciones dadas a la oposición para abstenerse de firmar el documento de República Dominicana.

8. La continuación de la gira de Tillerson por Julio Borges, asi calificada por el Canciller, quien siguiendo instrucciones del Departamento de Estado, continúa su labor de Embajador de Guerra pidiendo más sanciones a Venezuela.

9. La aceleración del bloqueo económico por parte de la UE lo que constituye el cordón de la derecha mundial de los países occidentales monitoreados por USA para asfixiar y doblegar al pueblo venezolano que no ha permitido que se aniquile a la Revolución Bolivariana.

10. De todos estos eventos ocurridos entre el 15 de enero y el 10 de febrero, el más significativo a considerar para una posible invasión a Venezuela por una fuerza multinacional es la presencia del Comandante del Comando Sur en Colombia (factor militar para la coacción) luego de la gira agresiva del nuevo halcón y rapaz petrolero Rex Tillerson, Secretario de Estado de USA. Cuando ocurren las agresiones imperialistas de USA la acción diplomática antecede al acto militar. En esta ocasión así lo observo. Por lo que mi conclusión es que el intento de invasión de USA empleando a una fuerza multinacional dirigida por Colombia desde el Comando Sur es inminente. La otra parte que complementa lo anterior son los actos de resistencia y contra invasión de las fuerzas revolucionarias.


Notas




Fuentes:



Derecha USA y sus aliados fraguan golpe de estado en Cuba y Venezuela

https://i0.wp.com/notituit.info/wp-content/uploads/2017/06/Nicol%C3%A1s-Maduro-y-Donald-Trump.jpg?fit=640%2C330 
Derecha USA y sus aliados fraguan golpe de estado en Cuba y Venezuela / Blog Descubriendo Verdades

No resultan extrañas y fuera de contexto las coincidencias sobre los recientes llamados de personajes de la extrema derecha en USA a los miembros de las FANB venezolanas y a las FAR cubanas a rebelarse contra la gobernabilidad en ambas naciones para propiciar sendos golpes de estado con vistas a buscar derrocar por la violencia a los gobiernos de Nicolás Maduro y Raúl Castro.

 


En el caso de Cuba apareció recientemente en el sitio Diario de Cuba el llamado de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), grupúsculo que aglutina a su vez a varias insignificantes organizaciones de línea dura radicadas en Miami –entre las que destacan el Directorio Democrático Cubano, MAR por Cuba y el Consejo por la libertad de Cuba (CLC), entre otras– focalizado en un supuesto plan "Todos por Cuba Libre" cuyo objetivo es lograr la “liberación” de la Isla, usando para ello a militares "patriotas". 


Según este plan se buscaría ganar adeptos entre los militares de medio y bajo rango, así como entre los ya jubilados del MININT y las FAR. La idea, en realidad, no es nueva y ha sido esgrimida anteriormente por el CAMCO, la FNCA y el CID, entre otros grupúsculos contrarrevolucionarios.

 


Desde hace tiempo se han detectado procesos de acercamiento con vistas a sonsacar a militares en activo y ex militares en Cuba, los cuales son debidamente monitoreados por nuestros órganos de contrainteligencia y comprobado que estos planes son fraguados en las oficinas de la CIA y la DIA, usando para ello vínculos con familiares en el exterior, relaciones personales y otras fachadas. No obstante, este proceso se ha hecho más acelerado y pernicioso al ser bendecido por la administración Trump y apoyado por el dueto de Marco Rubio y Mike Pompeo. 

Existen planes ya elaborados para buscar una alternativa violenta para derrocar a la Revolución Cubana, es decir, una pretendida insurrección armada que propicie un ilusorio golpe de estado o desencadenar actos de violencia terrorista en nuestro territorio. Sin embargo, puedo confirmar que la mayoría de estos planes son conocidos por nuestras autoridades.


En el caso de Venezuela acaban de aparecer varios twits del ultraconservador Marco Rubio en los que invita a las FANB a realizar un golpe de estado contra el hermano gobierno de Maduro. Esta arenga no es casual y es la punta del iceberg de una serie de operaciones negras que están llevando a cabo grupos de la derecha contrarrevolucionaria con el apoyo de varios gobiernos latinoamericanos entre los que baste citar a Perú, Argentina, Chile, Colombia, Honduras y México. La finalidad de estas acciones ya fue denunciada por mí con anterioridad.







Hoy más que nunca existe la posibilidad de que USA se implique directamente en el apoyo a planes de extrema violencia en Venezuela creando para ello el fomento de divisiones en los órganos armados bolivarianos, realizando provocaciones con naciones fronterizas mediante banderas falsas e infiltrando grupos armados en el interior del país.

La cuestión esencial es que la actual administración norteamericana ha bendecido un acto de violencia extrema en Venezuela, el cual ya está en fase preparatoria.

Nos corresponde, hoy más que nunca, la solidaridad con Cuba y Venezuela. También la denuncia oportuna ante estos hechos y, en particular, mantener a toda costa la unidad entre el pueblo y los órganos armados en defensa de la constitucionalidad. Estemos preparados.

Fuentes:

https://percy-francisco.blogspot.com/2018/02/derecha-usa-y-sus-aliados-fraguan-golpe.html

https://islamiacu.blogspot.com/2018/02/usa-y-aliados-golpe-de-estado-cuba-venezuela.html

http://www.portalalba.org/index.php/articulos/internacional-geopolitica/imperialismo/16061-derecha-usa-y-sus-aliados-fraguan-golpe-de-estado-en-cuba-y-venezuela 

https://aucaencayohueso.wordpress.com/2018/02/13/derecha-usa-y-sus-aliados-fraguan-golpe-de-estado-en-cuba-y-venezuela/


Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com

viernes, 2 de febrero de 2018

José Martí contra águilas y serpientes


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 José Martí contra águilas y serpientes / Luis Toledo Sande 

En ocasiones, con las imágenes del águila y de la serpiente se refirió José Martí a hechos extraordinarios. Sobre la voluntad independentista de la mayoría del pueblo cubano, por ejemplo, exclamó en el cierre de su disertación del 24 de enero de 1880 en el Steck Hall neoyorquino: “¡Antes que cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la patria, se unirá el mar del Sur al mar del Norte, y nacerá una serpiente de un huevo de águila!”.

Vista como símbolo de altura virtuosa, hallará en el águila una representación de la fuerza moral que él mismo personificó. El poeta de Versos sencillos —en los cuales escribió: “Yo he visto al águila herida/ Volar al azul sereno,/ Y morir en su guarida/ La víbora del veneno”— conocía la heterogeneidad de las connotaciones posibles. En la bandera y el escudo de México, país que tanto quiso y conoció, el águila denota grandeza en lucha contra la serpiente, que en general —resonancias bíblicas incluidas— simboliza lo bajo, lo taimado, lo traicionero y, en la tradición cristiana, el pecado. Pero en el acervo cultural prehispánico del propio México, la serpiente —emplumada, por lo que pudiera hacer pensar también en un ave poderosa— remite a ideales prestigiosos.

En la crónica estadounidense conocida como “Un drama terrible”, de 1887, las asociaciones reservadas a la serpiente le sirven a Martí para definir no la astucia pérfida, sino la activa prudencia que los obreros de aquella nación necesitaban tener ante el sistema imperante en una república que devenía cesárea e invasora, como él la calificó en crónica fechada 9 de enero de 1889. Allí —se lee en aquella de 1887— los medios dominantes se confabulaban contra “las tremendas capas nacientes”, que reclamaban justicia. Un texto, citado por Martí, les dio voz en estos términos ante la inmoral represión que incluía el amañado juicio impuesto entonces en Chicago contra activistas obreros, varios de los cuales fueron ejecutados: “¡Hemos perdido una batalla, amigos infelices, pero veremos al fin al mundo ordenado conforme a la justicia: seamos sagaces como las serpientes, e inofensivos como las palomas!”

Dejando a un lado el uso de paloma, que no se trata aquí, en lo que respecta al águila y a la serpiente, aun sin el calce de un escrutinio exhaustivo sobre el tema parece válido adelantar que a las dos imágenes les dio Martí, sobre todo, el uso que apunta a lo negativo. Y no es necesario forzar la mano para vincular los términos de la cita con la fuerza de ánimo, la vigilancia y la cautela que sabía indispensables también para Cuba y toda nuestra América frente al águila y las serpientes del imperio.

Piénsese además, de pasada al menos, en la significación que aquel reclamo podía tener a manera de una denuncia implícita frente a la dolosa insistencia con que los poderes llamaban anarquistas y violentos a quienes exigían justicia. Las calificaciones manipuladas por fuerzas que en función de sus intereses calumniaban a personas y pueblos enteros como justificación para agredirlos, anticipaban el uso que luego les darían a otras, como comunista. Y esta va para décadas que, ante la debacle del socialismo en Europa, la propaganda imperialista ha venido sustituyéndola por terrorista y por unas cuantas más, en el afán de borrar también del lenguaje hasta el olor a comunismo.

Entre las calificaciones difundidas por tal propaganda para se halla radical, en sentido opuesto —como veremos— al que ese vocablo tenía para Martí. Con ella se intenta devaluar, para condenarlo como si fuera un asesinato, el afán de llegar a las raíces de los males para enfrentar eficazmente a las águilas y las serpientes que los generan y medran con ellos. Y acaso lo peor sea que a menudo la prensa revolucionaria, sin excluir la de Cuba, muerde el anzuelo atado a la pita de tal manipulación y reproduce acríticamente su empleo.

Volviendo al uso de serpiente y águila por Martí, y a su visión de los Estados Unidos, veamos cómo disecciona en “Revista de los últimos sucesos”, crónica fechada 10 de abril de 1887, la campaña presidencial que agitaba entonces a esa nación: “no se ha peleado a lo púgil, sino a lo serpiente”. Cada proceso eleccionario llevado a cabo allí, ha ratificado con creces la vigencia del juicio martiano. Aún resuena la más reciente de tales campañas, y hasta la sobresaliente presencia en ella de una mujer hace pensar en lo afirmado por Martí en aquella crónica.

Él aprobaba la participación de la mujer en la vida política de las naciones, incluido el ejercicio del voto, pero reaccionó contra el oportunismo con que en los Estados Unidos los republicanos propiciaban que se les reconociera a las mujeres ese derecho: no como un acto de justicia humana, sino para congraciarse con ellas y movilizarlas contra los demócratas, predominantes en Kansas, escenario de los hechos que daban tema inmediato a la crónica. Más de un siglo después, en 2016, ya una mujer contendía con un hombre en la aspiración a la presidencia, y ello dio pie a que hubiese quienes pensaran que —en el bipartidismo allí reinante— ese hecho bastaba para apoyar a una imperialista contra un imperialista, y para suponer que el partido demócrata encarna una opción moralmente superior a la representada por el republicano.

Ya en su tiempo, cuando para muchos ese hecho resultaría menos claro que hoy, Martí apreciaba que, más allá de pronunciamientos y matices, ambos partidos eran similares en su esencia. Afincada en intereses básicos, la similitud remite incluso a los nombres de las dos agrupaciones, por las coincidencias entre los ideales de república y democracia, bases, en teoría, de las denominaciones respectivas con que se hacen identificar.

En crónica del 8 de diciembre de 1886 señala Martí: “El partido republicano, desacreditado con justicia por su abuso del gobierno, su intolerancia arrogante, su sistema de contribuciones excesivas, su mal reparto del sobrante del tesoro y de las tierras públicas, su falsificación sistemática del voto, su complicidad con las empresas poderosas, su desdén de los intereses de la mayoría, hubiera quedado sin duda por mucho tiempo fuera de capacidad para restablecerse en el poder, si el partido demócrata que le sucede no hubiera demostrado su confusión en los asuntos de resolución urgente, su imprevisión e indiferencia en las cuestiones esenciales que inquietan a la nación, y su afán predominante de apoderarse, a semejanza de los republicanos, de los empleos públicos”.

Ya en otra de sus “Cartas” estadounidenses, la del 15 de marzo de 1885, Martí había apuntado: “El canevá de toda aquella urdimbre electoral, el huevo de toda aquella vileza, era la repartición de los empleos públicos”. A propósito de sucesos ocurridos en Dakota, hará en crónica del 30 de octubre de 1889 una generalización válida para todo el país: “los votos, como que estos Estados nacen en hombros de corporaciones poderosas, estaban de compra y venta, según los intereses de las corporaciones rivales”.

En la crónica fechada 8 de abril de 1888 había escrito lo que pudiera tomarse como una respuesta más —ya se verá la de 1882— a los temores con que Bartolomé Mitre Vedia, propietario de La Nación, había recibido en 1882 su primera correspondencia para ese rotativo bonaerense: “Se ve ahora de cerca lo que La Nación ha visto, desde hace años, que la república popular se va trocando en una república de clases”. Líneas después traza este balance definitivo: “no bastan las instituciones pomposas, los sistemas refinados, las estadísticas deslumbrantes, las leyes benévolas, las escuelas vastas, la parafernalia exterior, para contrastar el empuje de una nación que pasa con desdén por junto a ellas, arrebatada por un concepto premioso y egoísta de la vida”.

Lejos de limitarse a la atmósfera, el revolucionario cubano calaba en el subsuelo. Para decirlo con una palabra que le era cara y ya se apuntó que la propaganda imperialista ha procurado satanizar, era un radical. En el artículo “A la raíz”, publicado en Patria el 26 de agosto de 1893, escribió: “A la raíz va el hombre verdadero. Radical no es más que eso: el que va a las raíces. No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo. Ni hombre, quien no ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres”.

Su visión le permitió penetrar a fondo en la realidad y actuar consecuentemente. El poder de abarcamiento sistémico fue una de las virtudes de quien confesó: “Es mal mío no poder concebir nada en retazos, y querer cargar de esencia los pequeños moldes, y hacer los artículos de diario como si fueran libros”, se lee en la carta que el 19 de diciembre de 1882 le cursó al temeroso Mitre Vedia. Agradezcamos a la suerte —al talento y a la honradez de Martí— el haber tenido un autor que padeciese el “mal” que él se atribuía, al que debemos, entre otras cosas, su clara visión sobre aquella sociedad.

Así como aplaudió la participación de la mujer en la política sin que ello lo privara de percibir rejuegos turbios que podían rodearla, pensemos si frente a las elecciones de 2016 en los Estados Unidos habría estimado fundamental la diferencia de género de quienes representaban el mismo imperio e iguales defectos y crímenes. Raigal antirracista como era, ¿habría supuesto, antes, que la llegada a la Casa Blanca de un inquilino mestizo aseguraría el fin de la discriminación racial en aquel país, y de la voracidad de este contra el resto del mundo? Tales prácticas se mantuvieron, si no más que antes, con el presidente mestizo, al igual que hoy con otro varón, y como habría ocurrido con la dama, rubia como este último, y, como el anterior, adornada por la elegancia.

Pero en el mundo no faltaron quienes durante la campaña presidencial de Donald Trump se ilusionaran con falsas declaraciones contra el guerrerismo de su país hechas por quien, instalado en la Casa Blanca, una de las primeras órdenes que firmó fue la de lanzar, en Afganistán, la llamada bomba madre de todas las bombas. Y aún resuenan las palabras con que en la campaña electoral dijo que el mundo estaría mejor sin la presencia de los Estados Unidos en el Medio Oriente, pero ya presidente no tardó en proclamar a Jerusalén capital del agresor estado de Israel.

Hubo incluso quien, hasta con crédito de pensador de izquierda, se aventurase a calificar a Trump de revolucionario, porque supuestamente no representaba al stablishment. Esa fue, en todo caso, una de las falacias manejadas para que se presentara como presunto vocero de algo así como una fuerza nueva, cuando es un millonario que, por serlo, pertenece al sector que gobierna en ese país con el apoyo del complejo bélico militar, mandón supremo.

Voluntarias o involuntarias, las confusiones o invidencias de algunos con respecto a Trump están muy lejos de la claridad con que Martí apreció —tan tempranamente como en una crónica del 12 de noviembre de 1881 para La Opinión Nacional, de Caracas— el papel que ya desempeñaba en los Estados Unidos la relación medular, más allá de los discretos encantos de salón, entre los ricos con solera y los advenedizos. Podía haber matices, facciones, pero todo se resolvía —como hoy— para mantener el águila.

En aquel texto dio Martí uno de sus testimonios sobre dicha realidad : “Una aristocracia política ha nacido de esta aristocracia pecuniaria, y domina periódicos, vence en elecciones, y suele imperar en asambleas sobre esa casta soberbia, que disimula mal la impaciencia con que aguarda la hora en que el número de sus sectarios le permita poner mano fuerte sobre el libro sagrado de la patria, y reformar para el favor y privilegio de una clase, la magna carta de generosas libertades, al amparo de las cuales crearon estos vulgares poderosos la fortuna que anhelan emplear hoy en herirlas gravemente”.

El linaje de la fortuna tendría algún significado, pero lo determinante eran la riqueza acumulada y la complicidad entre los poderosos y quienes les hacían el juego. Más de una vez el revolucionario que echaba su suerte con los pobres de la tierra señaló los frecuentes nexos entre el dinero y la inmoralidad. Gracias a lo cardinal de su mirada, en los Estados Unidos sostuvo juicios como el que se lee tras lo que escribió sobre la inutilidad, en aquel contexto, de “las instituciones pomposas” y “los sistemas refinados”, o que se tenían por tales: “Se ve que ese defecto público que en México empieza a llamarse ‘dinerismo’, el afán desmedido por las riquezas materiales, el desprecio de quien no las posee, el culto indigno a los que la logran, sea a costa de la honra, sea con el crimen, ¡brutaliza y corrompe a las repúblicas!”.

Aquella república cesárea, metalificada, invasora, brutalizada y corrupta —como desde temprano y a lo largo del tiempo la calificó Martí—, y dominada, así lo advirtió él, por los ultraaguilistas, es la base del imperio que en nuestros días sigue acudiendo al salón o a las armas, a la diplomacia de supuesto buen vecino o a la de amenazas y cañones, en la que está “brillando” por estos días, cuando el patán Donald ha conseguido algo que parecía imposible. Así lo dijo en conversación con el autor de los presentes apuntes el independentista puertorriqueño Salvador Tió: “Trump ha convertido en estadista a George W. Bush”. Añádase —para usar calificativos piadosos— que si Bush ha pasado a la historia como un tipo estólido, Trump está pasando ya como un tipo inmundo; pero ambos han sido o son encarnaciones del mismo imperio, y han sido o son agentes del belicismo criminal, genocida, que lo caracteriza.

Al margen de rasgos étnicos y de género, y de otros atributos circunstanciales, esos han sido algunos de los césares que han representado al imperio y defendido sus intereses. Pero con solo anunciar que estaba contra el bloqueo aplicado a Cuba, y sin siquiera dar todos los pasos prácticos con que pudo haber propiciado que se le pusiera fin, Barack Obama se apuntó un logro que nadie ha de negarle: creó euforia y generó confusiones.

No hay por qué poner en duda que la sola esperanza de que el bloqueo del imperio contra Cuba pudiera tener un fin previsible puede justificar entusiasmo, aunque las esperanzas no rebasen la imaginación. Pero de ahí a suponer que la declaración de Obama era suficiente para estimar que el respeto a los derechos de Cuba entraba en una marcha victoriosa irreversible, va un largo trecho. Y la imaginación —no se habla aquí de las malas intenciones— llegó a dictaminar, no por boca de ignorantes, sino también de personas de luz reconocida— que ya la guerra cultural —de pensamiento, para usar un término martiano— contra Cuba dejaba de existir porque el poderoso país imperialista dejaba de ser enemigo o adversario del caribeño, para ser un vecino sin apellidos.

A raíz de aquel 17 de diciembre de 2014 —día en que el suceso más importante fue el retorno a Cuba de los tres luchadores antiterroristas que hasta esa fecha habían permanecido en cárceles del imperio— el autor de estas notas escribió en el artículo “Cuba y los Estados Unidos, otra etapa”, publicado en Cubadebate y reproducido en numerosos sitios más, algo que no se permitirá citar, pero se le tolerará que parafrasee. De ninguno de los dos países vale ignorar los apellidos que les corresponden. Cuba se ha propuesto salvar su proyecto socialista y conservar su soberanía nacional, y a los Estados Unidos sería injusto y descortés escatimarle el reconocimiento que se ha ganado como potencia imperialista, con todo lo que ello implica históricamente.

El pueblo cubano —que en su mayoría ha dado reiteradas pruebas de patriotismo revolucionario— y quienes lo dirijan o aspiren a representarlo no deben ignorar el significado del águila y las serpientes que lo han agredido, o apoyado a quienes han perpetrado las agresiones, ni confundirse ante maniobras de sus agresores para conseguir por otros caminos lo que no han podido alcanzar con la hostilidad desembozada: neutralizar a Cuba y, mientras la doblegan para someterla, ir mermando su influencia revolucionaria, antimperialista, en otras tierras, señaladamente en los demás pueblos de nuestra América.

Las confusiones apreciables ante los rejuegos de Obama resultaron más alarmantes aún porque él, con su mezcla de elegancia personal y desfachatez imperialista, claramente dijo que había llegado el momento de que el imperio cambiara de táctica para cosechar los frutos que había buscado alcanzar por métodos visiblemente fallidos. ¿Tenía que precisar cuáles eran esos resultados? ¿No han estado claros desde que los Estados Unidos se constituyeron como nación independiente y sus voces cumbres —señaladamente Thomas Jefferson, tan admirado por Obama— expresaron su afán de apoderarse de Cuba?

Y semejante afán ¿no lo corroboró la intervención militar con que en 1898 aquella potencia le arrebató la independencia al país intervenido y le impuso una mezcla de protectorado y neocolonia? ¿No lo ratificó la hostilidad —agresiones armadas, terrorismo y férreo bloqueo permanente y de implicaciones extraterritoriales— con que el Norte revuelto y brutal, como lo llamó Martí, ha intentado derrocar a la Revolución que liberó a Cuba del yugo imperialista e hizo de ella una nación independiente y soberana? ¿No fue todo eso lo que concentró Obama al enarbolar la conveniencia de conseguir, con otros métodos, los mismos propósitos?

A nadie en su sano juicio y con voluntad de defender a Cuba, o simplemente respetarla, se le ocurrirá considerar mal que a esta se le libre del bloqueo y de otros actos agresivos pronto revalidados por Trump y sus secuaces, y por quienes lo gobiernan a él. Pero el pueblo cubano está llamado a borrar todo lo que parezca hacerlo depender fatalmente de las decisiones y veleidades de los Estados Unidos. Para ello, dure lo que dure el blqueo, debe estar preparado para seguir avanzando y defender la independencia y la soberanía de su patria de todo lo que, por las claras o taimadamente, procure arrebatárselas. Y en esa defensa los conceptos, las trincheras de ideas, no son menos importantes que las armas materiales, a las que deben en todo caso preceder, acompañar y sobrevivir.

El imperio tiene aliados y sirvientes, que no dejan de serlo porque ante las groserías de Trump les resulte menos aconsejable acompañarlo en público. Si en el contexto de ese juego de espejos a Cuba la puede beneficiar el apoyo táctico brindado a ella por otras fuerzas frente a los designios estadounidenses, bienvenido sea ese apoyo. Pero no se debe perder de vista nada esencial. Cuando una alta voz de la Unión Europea sostiene, contrariando lo ratificado por la administración Trump, que el bloqueo “no es la solución”, aprovéchese hasta donde sea posible el rechazo, verbal al menos, contra el bloqueo.

Pero no se desatienda qué pude significar en el pronunciamiento europeo “la solución” aludida. ¿Será la necesaria para que Cuba logre la prosperidad y asegure su soberanía? Ninguna prudencia sale sobrando cuando se está ante un discurso muy parecido al del mandatario estadounidense el 17 de diciembre de 2014, ratificado por él incluso en La Habana, con pronunciamientos que recibieron una clara respuesta del líder Fidel Castro en su reflexión “El hermano Obama”.

Con respecto a la Unión Europea, caben preguntas como las que este comentarista hizo en Facebook y ahora glosa. ¿Será que al fin ha decidido permitirse un poco de soberanía, independencia y personalidad propia —no se diga dignidad, para que no parezca un juicio irrespetuoso—, ante, o contra, la desbocada política exterior de los Estados Unidos, potencia que durante décadas se ha permitido hacer ver que maneja a Europa como su patio lateral y subordinado, para no decir trasero, y que ahora tiene un césar que, de tan ruidosamente neroniano que es, resulta poco elegante mostrarle obediencia?

Las preguntas no terminan ahí. Caben también otras. ¿Será que aquella Unión, que no hace muchos años se embarcó en una vergonzosa “posición común” contra Cuba, ha optado por hacer suya y poner en práctica hacia este país la política, más realista, o pragmática, que intentó aplicar Obama, aunque de modo insuficiente, o falaz? En cualquier caso, ¡bienvenidos los cambios que puedan beneficiar a Cuba, a su pueblo!, sin que este incurra en confusiones como las que en algunos consiguió sembrar la “generosa” vertiente obamista.

Lo que se decide en Cuba no es solo, por muy importante que ese propósito sea, alcanzar una eficiencia económica imprescindible. Si en esta puede irle la vida, no le irá menos en la salvaguarda de la independencia y la soberanía, y en la defensa, que ha de ser lúcida sin dejar de ser apasionada, de la justicia social también alcanzada con el triunfo de la Revolución en 1959 y que, si peligra con el igualitarismo, moriría si renunciara a la equidad.

Se trata de logros vitales que requieren igualmente alcanzar otros para los que resulta básico encarar y vencer no solo al águila imperial, cuya representación escultórica ocupó la cima del monumento dedicado en La Habana a las víctimas del hundimiento del Maine, y fue derribada, primero, por un huracán y, luego, por la acción revolucionaria. Esta, quizás deba insistirse en esa verdad, no tiene menos derecho a perdurar que la colocación allí del símbolo del imperio que manipuló el hundimiento del Maine —haya sido intencional o fruto de un accidente— para intervenir en la guerra del pueblo cubano por su independencia y arrebatarle la victoria que merecía.

La historia es tan importante como nocivas pueden ser las restauraciones acríticas del pasado. Manténgase o levántese el bloqueo imperialista, el águila imperial no es la del escudo y la bandera de México. Esta nación, aunque ya no tenga un guía como el digno presidente Lázaro Cárdenas, históricamente ha mantenido con respecto a Cuba una historia que la diferencia sustancialmente de la voraz potencia estadounidense.

Otras serpientes también necesita Cuba aplastar para impedir el daño que ellas hacen por sí mismas y como aliadas factuales o voluntarias del águila imperial. Entre ellas sobresalen la ineficiencia administrativa, los excesos burocráticos, los asomos o resurgimientos del racismo, la indisciplina social, la indolencia, las secuelas de la colonización cultural y demás males que le impiden a Cuba ser plenamente el país vivible que merece y puede ser. Contra esos males, y contra otros, se yergue de hecho el ejemplo de Martí, y quizás ninguno sea más grave que la corrupción, en la que Fidel Castro advirtió que radica el mayor enemigo para la Revolución Cubana, el que, desde dentro, podría conseguir lo que no ha logrado ni lograría el imperialismo: destruirla.

A la corrupción, rastrera o “elevada”, vulgar o de cuello blanco, asociada a lo marginal o al encanto del salón, se puede llegar por distintos caminos, pero tal vez, junto al desorden, ninguno le sea más expedito que las ambiciones personales. Contra ellas también perdura el ejemplo de Martí, el revolucionario que en la memorable carta del 20 de octubre de 1884 a Máximo Gómez sentenció: “La patria no es de nadie: y si es de alguien, será, y esto solo en espíritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia”.

Él, que sirvió a la suya con desprendimiento e inteligencia ejemplares, insuperables, diariamente probó, con hechos, que no se sentía con prerrogativa alguna sobre ella, salvo la capacidad de sacrificio, hasta darle la vida. En eso radica su mayor aporte al afán de lograr un país caracterizado por la justicia social. Lo plasmó al personificar cómo se es consecuente con la resolución de echar la suerte con los pobres de la tierra: viviendo como ellos, siendo uno de ellos.

A ese punto ascendió quien, trabajador incansable —algo en lo que no suele insistirse cuando se valora su ejemplo—, tuvo además un talento extraordinario, con el que pudo haberse hecho rico. Sabía, como en julio de 1893 escribió en una circular de la delegación del Partido Revolucionario Cubano a sus clubes, que “la pobreza pasa: lo que no pasa es la deshonra que con pretexto de la pobreza suelen echar los hombres sobre sí”, e hizo suya la permanente conjunción de humildad y honra. Póngase en práctica diaria la lección de su conducta, hasta el orgullo de estar cada día en peligro de dar la vida por la patria.

Fuentes:





Publicado por: David Díaz Ríos CubaSigueLaMarcha.blogspot.com