Corrupta FHRC capitaliza la coordinación de maniobras anticubanas en Cumbre de Panamá.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) -invención de la FNCA para mostrar la “cara buena” que lo aleje de su pasado terrorista y de escandalosos antecedentes de corruptelas y
turbios rejuegos políticos-, parece haber sido elegida para coordinar y dirigir la participación de sus asalariados contrarrevolucionarios cubanos que participarán en los foros paralelos de la próxima Cumbre de las Américas, en Panamá.
Allí estarán dirigiendo la orquesta mediática de los detractores anticubanos de oficio y sufragando los gastos de una veintena de los mismos.
En un inusual secretismo, la FHRC ha mantenido en el anonimato, hasta su arribo a Panamá, la lista de los integrantes de su comitiva de alrededor de 30 personas. A saber, cerca de 11 de ellos son miembros del tinglado de la FNCA y la FHRC, quienes se encargarán de organizar, coordinar y dirigir el ataque mediático contra Cuba en la Cumbre.
Tres son los eventos en que la FNCA y la FHRC han puesto su empeño para orquestar la agresión ideológica anticubana: La conferencia “El Camino por Recorrer en la Lucha por los Derechos Humanos”, en la sede que la Universidad Estatal de Florida (FSU) tiene en Panamá, y el II Foro regional de Juventud y Democracia y el IV Foro de Jóvenes de las Américas, en la que participa la provocadora Micaela Hierro Dori. A este circo se ha sumado la Cuban Soul Foundation.
Previamente, la FNCA y su FHRC han logrado crear un artificio mediático con el que pretenden vender ante la opinión pública una supuesta posición común frente a la Cumbre por parte de la desunida contrarrevolución interna. En tal sentido, con la ausencia del grupúsculo Damas de Blanco, varios mercenarios anunciaron ayer que habían logrado consensuar un “mensaje unido” para la Cumbre en Panamá.
Este mensaje, fabricado a duras penas y usando todo tipo de presiones –como lo es “cortarles el agua y la luz” a sus asalariados-, se basa en dos propuestas concretas: exigir una nueva ley electoral en Cuba y una ley de asociación y partidos políticos, aspectos que chocan con la actual realidad cubana.
Hasta el momento se han adherido a esta posición común los grupúsculos como la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), liderada por el cabecilla José Daniel Ferrer, y el Frente Antitotalitario Unido, del contrarrevolucionario Guillermo Fariñas, así como otras organizaciones de la contrarrevolución interna.
Hasta el momento se sabe que asistirán a la Cumbre, entre otros, los contrarrevolucionarios Cuesta Morua, Guillermo Fariñas, Berta Soler, Elizardo Sánchez.
Parte de la delegación anticubana estará presente en dos foros relacionados con la juventud: el II Foro Regional de “Juventud y Democracia” (6 de abril) y el IV Foro de Jóvenes de las Américas (día 7 de abril).
Asimismo, la FHRC también será el anfitrión de la conferencia: “El camino por recorrer en la lucha por los Derechos Humanos”, la cual se realizará en el Florida State University-Panama Campus, Ciudad del Saber, el día 8 de abril de 2015.
Este evento abrirá con una conferencia de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), a cargo de Adolfo Leyva de Varona, Profesor de Relaciones Internacionales e Historia Latinoamericana, de la FSU-Panamá.
Posteriormente desarrollarán los cuatro paneles previstos:
Panel I: Poder irrelevante: Una nueva vía para el activismo social en las Américas, en la que participarán el venezolano Félix Velázquez, del Centro Latinoamericano para la No-Violencia; Matias Bianchi, Director de Asuntos del Sur; Moises Leonardo Rodriguez Valdez, Corriente Martiana, Cuba; bajo la moderación de Omar Lopez, directivo de la FNCA y miembro del staff de Radio Martí.
Uno de los platos fuertes del día será el Panel II: “Retos a la participación ciudadana en un ambiente de represión”, en la que intervendrán los contrarrevolucionarios Manuel Cuesta Morúa, Partido Arco Progresista; Guillermo Fariñas, UMPACU; Carlos Ámel Oliva Torres, UMPACU; Henry Constantín Ferreiro; bajo la moderación de Carla Pousa, del FSU-Panamá.
Otro evento principal diseñado para el ataque mediático anticubano lo será el Panel III: “El papel de la mujer en la lucha por los derechos humanos”, en el cual intervendrán los contrarrevolucionarios Berta Soler, Miriam Celaya y Sayli Navarro Álvarez, bajo la moderación de Karinna Álvarez, de la FHRC.
El Panel IV: “Significado de la libre expresión”, contará con la presencia de David Escalona Carrillo, de Omni Zona Franca; Michel Matos, Matraka; Soandres del Río Ferrer, de Puños Arriba; y Aldo Roberto Rodriguez Baquero, de Los Aldeanos; con la moderación de Pedro Vidal, de la Cuban Soul Foundation.
Algunos mercenarios que han sido acreditados participarán en el marco de la VII Cumbre de las Américas, en el “Foro hemisférico de la sociedad civil y actores sociales”, a celebrarse entre el 8 y el 10 de abril. Otros participarán el día 9 de abril en el foro “El otro lado de la moneda”, organizado por la Fundación Libertad. También participarán en un concierto de hip-hop contestatario, producido por la Cuban Soul Foundation y presentado por la Asociación Pro Arte Libre (APAL).
Por último, todos los mercenarios allí presentes, y sus financistas, participarán el día 10 de abril en un evento de Freedom House.
Trapos sucios y males manejos de la FHRC
Aunque se presenta como una organización 501 (c) 3 sin fines de lucro, establecida en 1992 para promover una transición no violenta a una Cuba “libre y democrática”, mediante la potenciación de la sociedad civil independiente en Cuba, en muchas ocasiones su discurso defiende acciones provocadoras y subvenciona tras bambalinas acciones que poco tienen de pacifismo.
Aunque se define como “organización sin ánimo de lucro” se han denunciado diversas corruptelas que han puesto en dudas el uso transparente de las ayudas que recibe por parte del gobierno norteamericano.
Tal es el caso que involucró a Adolfo Franco, donde personeros de la FNCA como José Cárdenas, ex directivo de la misma, fue colocado en la USAID como la salida para descongelar, en el 2008, los fondos destinados para propiciar la subversión contra Cuba y tratar de mantener las emisiones de Radio y TV Martí.
La ambiciosa FNCA publicó por ese entonces un informe en el que denunció que tan solo el 17 % de los fondos eran realmente empleados para apoyar a la contrarrevolución interna. Fue una jugada maestra encaminada a lograr el malsano propósito de monopolizar el dinero de la USAID, desplazando del privilegiado papel a otras organizaciones radicadas en EE UU, tales como el Centro por una Cuba libre, el Directorio Democrático Cubano, el Grupo de Apoyo a la Democracia y Acción Democrática.
No fue, sin embargo, hasta el 2011 cuando la USAID comenzó a tener en cuenta con más atención a la FNCA y a su Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), luego de haberle retirado su financiamiento tras los escándalos de sus vínculos con Luis Posada Carriles y la oleada terrorista en la década de los noventa, así como su participación en el secuestro del niño Elián González, lo cual provocó una seria caída de imagen para la misma. La USAID tuvo siempre la certeza de que la FNCA empleó parte de los fondos entregados a ella en actividades terroristas contra objetivos económicos, políticos y sociales dentro de Cuba, distanciándose de la misma, al menos, de forma pública.
Fue en el 2011 cuando la USAID aprobó 3.4 millones de USD para la FHRC, parte de los que fueron dirigidos hacia los grupúsculos contrarrevolucionarios por los que apostaban los directores de la FNCA. Otra parte importante de los fondos, a falta de serias auditorías, fueron a parar a los bolsillos de los propios intermediarios y unos pocos liderzuelos dentro de la Isla.
Los envíos destinados por la FHRC a sus grupúsculos seleccionados, fundamentalmente consistentes en computadoras, teléfonos celulares, cámaras, materiales impresos, soportes digitales, alimentos, medicinas, productos higiénicos y ropa, nunca han sido significativos.
La misma suspicacia acaba de ocurrir recientemente cuando se dio a conocer que la FNCA destinó más de 250,000 USD para un curso para jóvenes contrarrevolucionarios auspiciado por el Centro de Iniciativa Latinoamericana y del Caribe del Miami Dade College, con la intención de capacitarlos como potenciales líderes de la contrarrevolución interna y, sin embargo, luego de la deserción de tres de ellos, se filtró la falta de aptitudes de casi todos para cumplir con las expectativas puestas en ellos.
La Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) se encuentra ahora financiando la actividad de algunos grupúsculos como la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y las llamadas Damas de Blanco.
Con Obama, la FNCA ha usado los aportes de la USAID para promover acciones no pacíficas y declarado corte violento como fueron los planes para atentar contra la visita de Benedicto XVI a La Habana y la Feria Internacional de La Habana 2013, denunciados por mí oportunamente.
Tal vez el momento de mayor espaldarazo por parte de Obama a la FNCA tuvo lugar el 8 de noviembre de 2013, cuando el presidente usó la casa del Chairman de la misma, Jorge Mas Santos, para buscar contribuciones para los demócratas. A cambio, Obama prometió a la FNCA la monopolización de los fondos de la USAID. Fue, a todas luces, un acuerdo muy parecido a los usados por la mafia. Así se completaba la intención de Obama de centralizar los fondos de la USAID, iniciada desde el 2012, cuando el Departamento de Estado centró sus esfuerzos en sus dependencias identificadas como la Oficina de Latinoamérica y el Caribe (LAC), la Oficina de la Democracia, Derechos Humanos y el Trabajo (DRL) y la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental. También concedió a la Sección de Intereses de EE UU en La Habana el privilegio de canalizar ciertas partidas de financiamiento dentro del territorio nacional cubano.
Gastos de la FHRC para la subversión, ¿qué hay en el trasfondo?
Emilio Ichikawa publicó el 17 de febrero de 2014 una interesante nota sobre el informe de los gastos incurridos por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), suerte de explicaciones sobre el uso del dinero recibido por EE UU para mantener la subversión en Cuba durante el pasado 2013. Los autores no escatimaron en gastos para fabricar un largo dossier de 20 páginas –elaborado a todo color y bello diseño, como para hacerlo más creíble-, para rendir cuenta sobre cómo han usado ese dinero sucio para comprar mercenarios y mantener sus planes desestabilizadores en la Isla. ¿Por qué esa prisa en hacer públicas estas cifras? Es evidente que se ha hecho para eliminar suspicacias y recelos sobre el uso real de esos fondos, luego de que el negocio del financiamiento a la contrarrevolución ha estado desde hace mucho tiempo en la mirilla de la opinión pública constantemente.
La primera pregunta cae por sí sola: ¿Por qué, ahora? Es obvio que la lucha por el dinero para sufragar a la contrarrevolución ha sido siempre un pingüe negocio y los señores de la FHRC –atados al cordón umbilical de la FNCA-, pretenden “convencernos” de su transparencia, sobre todo cuando las corruptelas y las estafas han sido siempre un mal mayor siempre latente en sus acciones. De más está decir que todo el mundo considera que esto de mantener a mercenarios y provocadores perjudica doblemente a los contribuyentes norteamericanos. Por un lado, su dinero se gasta en subvertir el orden institucional de una nación a la que no se ha declarado legalmente la guerra. Por otro lado, todos esos desembolsos millonarios de dinero son usados en una conspiración destinada a un rotundo fracaso.
Lo cierto es que la FNCA, dirigida por estafadores y terroristas está involucrada con la FHRC, ya que dentro de sus directores se encuentran nada menos que Jorge Mas Santos y Pepe Hernández, éste último planificador de actos terroristas contra la Isla. Yo fui testigo directo de esto pues infiltrado en su ala paramilitar, varios directivos de la misma me orientaron directamente realizar actos de espionaje, estudios de vulnerabilidad, sabotajes y otras acciones violentas contra objetivos económicos, políticos y sociales en Cuba. Eran ellos el propio Pepe Hernández, Salvador García Cordero, Luis Zúñiga Rey y Arnaldo Monzón Plasencia.
Creada en 1992, la FHRC dice “atender” a unos 60 grupúsculos de la contrarrevolución interna, integrados por cerca de 1,300 a lo largo del país. Estos grupos, según justifica en el informe, realizaron cerca de 600 actos provocativos y shows mediáticos en la Isla durante 2013. Esa “atención” de la FHRC abarca a los principales grupos contrarrevolucionarios como las Damas de Blanco, UNPACU, la CDHRN, prestando especial atención en eso de abastecer de logística y abundante dinero a mercenarios como Berta Soler, Guillermo Fariñas, Yoani Sánchez, Laritza Diversent y Elizardo Sánchez, entre otros.
De esta forma, el informe de la FHRC desglosa sus “gastos” de la siguiente manera, aunque fuentes confiables dicen que existen desvíos de estos fondos hacia otros fines y que no todos los desembolsos reportados han sido reales, ni tampoco han tenido el uso previsto:
- 80,000 USD en 700 teléfonos celulares, laptops y equipamiento.
- 97,000 USD en prepagos de cargas de teléfonos.
- 200,000 USD en ayuda humanitaria directa a unas 500 familias en Cuba. (Lo que parece ser la parte central del desvío de estos fondos)
Luego de un minucioso y detallado recuento de supuestas miles de llamadas a Cuba –evidenciando que las mismas son usadas para dar las orientaciones a sus asalariados y recoger información de interés-, la FHRC reconoce que ellos se encargan no solo de monitorear las acciones desestabilizadoras de los mercenarios, así como dar respuestas a sus demandas en tiempo real.
Uno de los principales gastos reconocidos por la FHRC fue el incurrido para lo que llama “reunión histórica” de Berta Soler y Guillermo Fariñas con el Presidente Obama, en Miami, así como el aseguramiento para sus viajes a EE UU y en los encuentros con miembros de la élite de poder en Washington. Otros de los gastos en que ha incurrido la FHRC fue por el entrenamiento de 49 mercenarios en el exterior, así como las visitas realizadas por ellos a 15 países para lanzar su discurso mediático anticubano. También reconocen su accionar para penetrar a las comunidades cubanas con proyectos como las llamadas Bibliotecas Cívicas y el apoyo a músicos contestatarios como Gorki Águila y el proyecto Omni Zona Franca.
Otro de sus “logros” es la realización del curso en el Miami Dade College, a partir del proyecto “Somos un solo pueblo”, exclusivo para mercenarios y sus familiares.
En resumen, la FHRC es una parte más de los proyectos y grupos dirigidos a derrocar a la Revolución Cubana, capitaneados por la USAID, en un desesperado esfuerzo que no tendrá resultado alguno, para desgracia de los bolsillos del ciudadano norteamericano y para suerte de aprovechadores y delincuentes. De esta forma, los 3,4 millones de USD otorgados por la USAID a la FHRC para el período que media entre septiembre del 2011 hasta septiembre del 2014, traerá solo pleitos, gastos inútiles, enriquecimiento de oportunistas y un agrio tufillo con sabor a trampa.
Conclusiones
No se sabe, a ciencia cierta, cuánto dinero desembolsaron los financistas de la guerra ideológica contra Cuba para llevar a sus mercenarios y sus patrocinadores a la Cumbre de las Américas. Lo cierto en que, como siempre, parte de esos dineros será malgastado descaradamente en esta nueva misión imposible. Otra irá a parar a los bolsillos de liderzuelos corruptos, con antecedentes terroristas algunos, dedicados a estafar impunemente al contribuyente norteamericano.
El empeño por presionar a Cuba fracasará nuevamente.
Percy Francisco Alvarado Godoy.
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