Una nueva generación de cubanos probablemente pronto estará orientando a sus padres y abuelos en como usar la Internet, incluso en algunos casos les tocará enseñar a sus mayores los usos múltiples de la web. En ese cercano escenario, todavía descansará en los mayores la responsabilidad de orientar moralmente a los menores, que no deben asumir que su habilidad por las nuevas tecnologías es la suficiente ventaja para ignorar la sabiduría de quienes han vivido más.
Estamos hablando que las nuevas generaciones cubanas crecerán viendo iconos de Mozilla FireFox, Chrome o Safari a la par del uniforme escolar, las palmas y los helados del Coopelia. Parecerá obsesivo el concentrarse en detalles como esos, pero no es así, porque el futuro ciudadano no sólo está creciendo en otro contexto radicalmente diferente sino que puede confundirse en pensar que los antiguos mecanismos de defensa quedan obsoletos y seria un grave error pensar que a nivel de batallas y conquistas, el juego haya cambiando.
Cuan peligroso y desafortunado seria dormirse en los laureles e ignorar las alarmas.
Internet ha provocado una revolución en el pensamiento de los pueblos tan importante como la imprenta en su tiempo, socializando el conocimiento y supuestamente emancipándonos del cine y una televisión bastante enajenante.
Los monopolios de la información se van perdiendo cada vez mas y la comunidad científica hoy en día comparte a nivel mundial como nunca antes sus conocimientos. También tenemos unas redes sociales que superan las fronteras y mucha gente sigue sintiendo que todo esto ha sido un gran avance para la humanidad. En realidad, la existencia de mega sitios como Wikipedia, Google, Facebook o Twiter han conducido las riendas y controlan las búsquedas a su favor. Si no ejercitamos extremo control, nos podemos perder en lo infinito de la web y regresar más desinformados y consumistas.
Ahora que la Internet parece estar más cerca de cada cubano en la isla, tenemos como nación bajo ataque subversivo (ya se está hablando de unos 30 000 000 de dólares para la subversión en Cuba en este año) un importante reto por delante.
Tenemos que tener la capacidad de como pueblo maduro enfrentar la injerencia y saber discernir entre información útil a nuestro desarrollo como ciudadanos y la propaganda anti nacional.
Estoy totalmente de acuerdo en una Internet masiva y a bajo costo para los cubanos en la isla, pero también apoyo la idea soberana de proteger censurando todo lo que promueva el terrorismo, la violencia entre cubanos, y similares males. Me gustaría que quedara fuera la mentira y la propaganda, pero parte de la lucha para que no nos manipulen descansa en lo que cada cubano pueda hacer por si mismo y por el interés general.
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