El control mediático a nivel internacional, es ejercido por conglomerados pro occidentales que imponen una versión del poder. En forma hegemónica es legitimado con agencias privadas o estatales cuya diferencia es de formato, escondiendo las causas de los principales conflictos en la escena internacional. Hacen énfasis del recurso del reportaje, para contar medias verdades o lucir una objetividad bien cuestionable sobre los países incómodos en la geopolítica imperial.
La británica BBC ha circulado recién dos artículos sobre Cuba y Venezuela, marcados por la impronta de la duda sobre los argumentos colocados al debate. No es novedosa la tesis del esclavismo contra el gobierno cubano, sin tapujos colocan en tela de juicio la ética de los servicios médicos prestados en África en la lucha contra el ébola. En un doble juego, terminan reconociendo los indicadores de bienestar social alcanzados por la Revolución Cubana, no obstante dejan sembrada la incertidumbre sobre la veracidad de estos datos y la calidad profesional de los médicos en misiones internacionales.
La BBC no se avoca a estudiar otros temas como: las causas de la brecha creciente entre el sur y norte de Europa, ni entrevista a los jóvenes afroamericanos marginados en EE.UU., brevemente visualizados por la crisis de Ferguson. ¿A quiénes entrevistan?, en el caso cubano las fuentes son “disidentes” o rumores convertidos en opinión de expertos; no se contraponen posiciones en el terreno de acción. La primera respuesta de los países industrializados a la crisis del ébola fue el bloqueo, generando mayor depresión económica en los países afectados; la segunda respuesta es la experimentación de las corporaciones de la industria farmacéutica con carta blanca a partir de la crisis.
Michael Foucault en el análisis de historia de la locura en la época clásica, estudia el desarrollo de la medicina moderna, caracterizada por una normatización del discurso médico claramente entroncado con el poder. Esa ciencia articulada al capitalismo ha convertido la medicina en una mercancía al servicio de las transnacionales del sector, obligando a los Estados periféricos a pagar el precio de la exclusión con patentes y comercio dependiente.
Lo de Cuba no fue producto de la magia, demostrando que un problema clave es la inversión directa en la prevención, otra clave es la formación de profesionales para ocupar la red primaria de salud; en Cuba ser médico es sinónimo de servicio público, contrario a la situación de países como EE.UU. ¿Esclavos de Fidel? Mientras los cooperantes cubanos parten a misiones por todo el mundo, la guerra mediática es atroz para desvirtuar el carácter solidario de esta faena. Los cubanos han participado en África mucho antes de la crisis del ébola y, en sus escuelas de medicina se ha formado un ejército de médicos proveniente de todas partes del planeta a pesar del bloqueo estadounidense.
Esa misma BBC ha puesto también en su mira a Venezuela, con un artículo chapucero sobre la emigración del país. Con una falta de datos genuinos se atreven a presentar un escenario de catástrofe con una cifra de casi 3 millones de venezolanos en trámites de emigración, esto representaría técnicamente un estado de guerra parecido al de Siria. El artículo agrega como causas del fenómeno de la migración venezolana: la inseguridad o la escasez de medicamentos, en un reduccionismo sobre un tema complejo abordado con seriedad por investigadores de trayectoria no consultados por el periodista.
Se demuestra el negocio de las medias verdades, al consultar sólo a encuestadoras de dudosa reputación en el campo político o reproducir informes pseudo-académicos de algunas universidades. No habla la cadena noticiosa sobre las causas de la emigración de jóvenes europeos hacia Asia, África o América Latina expulsados por las políticas de austeridad de la Unión Europea. ¿Espacios para la crítica? La situación económica venezolana o cubana no está exenta de dificultades, pero no se puede perder de vista la diferencia entre el periodismo crítico e independiente y el papel colonial de las agencias de noticias como BBC.
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