La emigrada cubana Mercedes Morera Roche se declaró culpable en los EE.UU. de dirigir una banda de tráfico ilegal de emigrantes entre los años 2004 al 2011. Ella se benefició con una parte de los 6 600 millones de dólares que mueven estos delincuentes en el mundo1.
Mercedes manejaba el paso por Centroamérica y México de los emigrantes, la mayoría cubanos provenientes de Ecuador, el único país que no les solicita visa. Ella les daba las instrucciones, los documentos de identidad falsos, casas de seguridad y transporte.
Sin embargo, a pesar de las garantías que recibían de la traficante, la ruta Ecuador-EE.UU. está llena de peligros. En El Salvador la Mara Salvatrucha se dedica a capturar emigrantes ilegales de cualquier nacionalidad. Se habla de que han realizado ya más de 22 000 secuestros2.
Los emigrantes cubanos han vivido situaciones muy difíciles también a su paso por México. En 2008, bandas armadas asaltaron un bus del Centro de detención de Chiapas y se llevaron con ellos a los 33 emigrantes ilegales cubanos que transportaban.
En 2010, las autoridades mexicanas rescataron a 6 inmigrantes ilegales cubanos, que estaban en calidad de rehenes de las bandas, en Cancún. En la misma ciudad, el año anterior otros 14 habían sido maltratados y golpeados en una casa abandonada.
El número de cubanos que viajan por tierra creció rápidamente tras la aprobación por EE.UU. de la política de “Pies secos-pies mojados”, que implica la devolución a Cuba de todos los balseros capturados en alta mar por el Guardacostas de los EE.UU.
La captura de las balsas es masiva por lo que solo queda la posibilidad del uso de lanchas rápidas provenientes de Miami. Durante la última década casi el 90 por ciento utilizó la vía terrestre, el pasado año, unos 22000 entraron a EE.UU. por las fronteras de México y Canadá.
El viaje cuesta 10000 dólares por persona y el grueso del tráfico es financiado por los cubanoamericanos3. Pagan para que sus familiares lleguen a la frontera y se acojan a la Ley de Ajuste, que desde 1966 garantiza residencia a todo cubano que pise suelo estadounidense.
El doble rasero
Las cifras migratorias de Cuba son las más publicitadas pero no son los únicos que emprenden el viaje ilegal a EE.UU. Los mexicanos lo hacen por su frontera en un número mucho mayor mientras los dominicanos se lanzan al mar en sus “yolas”, sin que a nadie le interese cuántos de estos botecitos se hunden cada año.
En el 2011 el número de personas nacidas en Cuba y residentes en los EE.UU. llegaba a la cifra de 1.090.563, mientras los mexicanos eran 11.691.632 y los salvadoreños –nación con la mitad de la población de la Isla- alcanzaban la cifra de 1.245.458 emigrados.
Medio millón de emigrados visitan Cuba cada año a pesar de que EE.UU. les da estatus de perseguidos políticos / Foto: Raquel Pérez.
Los medios de prensa anticastrista de Miami hablan de 2 millones de emigrados pero en realidad lo que hacen es inflar la cifra sumando a todos los residentes de “origen cubano”, incluyendo así a los hijos y nietos, todos nacidos en los EE.UU.
Siempre se ha politizado a los emigrantes cubanos, presentándolos como perseguidos que huyen del comunismo y otorgándoles estatus de refugiados en los EE.UU. Esto a pesar de que 500 mil de estos supuestos “exiliados” visitan Cuba cada año sin que nada les ocurra.
Washington trata la migración con un doble rasero. Trabaja en políticas de contención con otros países, colaboró con el gobierno dominicano para crear una campaña en los medios con entrevistas grabadas de personas que perdieron a sus familiares en el mar.
También lo hizo en México con la edición de un CD para las emisoras de radio locales de todo el país titulado “Migracorridos”. Las canciones narran los peligros y riesgos que encuentran los inmigrantes ilegales mexicanos en su viaje a Estados Unidos.
En el caso de Cuba, por el contrario, mantiene una Ley de Ajuste que tienta a los cubanos a dar el salto. Los mayores beneficios de esta legislación son para aquellos que no cuentan con visado americano, es decir, los que llegan ilegalmente a las fronteras de los EE.UU.
La apertura de Cuba permite ahora a los ciudadanos viajar libremente, multiplicando sus posibilidades de emigrar, pero los únicos países que les abren las puertas de par en par son Ecuador y los EE.UU., convirtiéndose el primero en trampolín para llegar al segundo.
Así las cosas, no resulta extraño que crezca el número de los que arriesgan sus vidas, pagando a traficantes como Mercedes Morera, con la esperanza de disfrutar algún día de los beneficios que da el vivir en un país desarrollado.
Notas:
1 Oficina de Naciones Unidas de Drogas y Crimen.
2 Comisión Nacional de los Derechos Humanos, “Informe Especial sobre los Casos de Secuestro en contra de Migrantes”.
3 “High-Speed Escape: Greater Optimism at Home Has Not Stopped the Exodus to the United States”, The Economist.
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