Dama corrupta
Por Arthur González / No es la primera vez que Berta Soler, Jefa de la banda “Damas” de Blanco, financiada por Estados Unidos, es acusada de corrupción, eso es una vieja historia que tiene coletillas.
Desde que fueron creadas por el vecino del Norte para actos provocativos en las calles habaneras, las llamadas “Damas” han tenido varias metamorfosis, hasta llegar a las actuales.
Al fallecer Laura Pollán, la grosera e inculta Berta Soler, se apoderó de la dirección de la banda con el único fin de sacarle provechos económicos, algo denunciado con reiteración por varias de sus fundadoras, hoy residentes en Miami.
Es conocido que la grosera Presidenta, es apoyada por una miembro de la Fundación Nacional Cubano Americana, nombrada Laly Samper, a quien le solicitó dinero en diferentes etapas para la compra de una casa, que, según Berta, serviría de sede permanente de su grupúsculo.
Bajo ese argumento, intentó adquirir un edificio de tres plantas que vendían en 250 mil dólares en el barrio del Vedado, porque su sueño era abandonar para siempre el reparto obrero de Alamar. Ante la negativa de Laly, optó por cambiar el departamento en el mismo reparto, pero en una zona más favorecida.
Constantes quejas se conocen de sus subordinadas, al acusar a la grosera Jefa de “no repartir con equidad el dinero que envían desde Estados Unidos, para mantener las actividades provocativas”, observando como Berta y su familia han transformado sus imagenes producto de los dólares que se embolsa.
El escandalo más reciente de la inculta y grosera fue publicado por el diario El Nuevo Herald, quien denunció que la cabecilla de las “Damas” se apropió nuevamente de miles de dólares remitidos desde Miami, supuestamente por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, organización pantalla empleada para ocultar al Departamento de Estado y a la CIA.
Pero lo más significativo del caso es que su fiel aliado de campañas difamatorias contra el Gobierno cubano, Guillermo Fariñas, amigo íntimo del asesino terrorista Luis Posada Carriles, acusó a Berta de estafadora, y explicó que se creó una comisión interna en las “Damas”, para estudiar documentos sobre los fondos del grupúsculo contrarrevolucionario, comprobándose el defalco cometido por la pícara Presidenta.
Entre las informaciones que salieron a relucir están: la apropiación de 37 mil pesos cubanos convertibles para comprar el departamento en Alamar.
El desvió de 10 mil pesos cubanos convertibles destinados a las “Damas”, para comprar la canastilla de su hija, que como se conoce, salió embarazada durante su estancia en el Miami Dade College, en una noche de orgías en las que participó, desconociéndose quién es el autor de la criatura.
Por si fuera poco, la auditoría pudo comprobar que Berta hurtó otros 85 mil pesos cubanos convertibles para finalmente hacer realidad su anhelo de comprarse una lujosa residencia en reparto habanero de Santos Suárez, además de comprarle un auto a su esposo Ángel Moya, en 40 mil pesos cubanos convertibles.
Otros datos demostraron que la pícara Presidenta gastó 17 mil usd en compras realizadas durante su estancia en Panamá, cuando participó el show mediático durante la Cumbre de Las Américas.
Como dato final, se asegura que existe un faltante de 27 mil 542 pesos cubanos convertibles, pero no ha sido posible determinar en qué fueron consumidos.
Una de las participantes en la auditoria le expresó a Berta Soler que “ era inconcebible que escondiera los 50 mil usd recibidos por el Premio Sajarov”, algo que la inculta pero pícara señora insiste en afirmar que “los tiene guardados para esperar el momento preciso para invertirlos”.
Según explicó El Nuevo Herald, al tratar de comunicarse con Berta Soler y ni ella ni su esposo respondieron al teléfono.
Esa historia es muy añeja, incluso el propio jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en la Habana, Jonathan Farrar, lo escribió el 15.04.2009, en uno de sus informes secretos remitidos a la CIA y el Departamento de Estado, donde señaló:
[…] “Disidentes de larga data… están más preocupados por tener mayores oportunidades para viajar libremente y vivir de manera confortable”.
“[…] Dirigen sus mayores esfuerzos a obtener recursos suficientes para solventar las necesidades del día a día de los principales organizadores y sus seguidores…”
No hay duda alguna, ser contrarrevolucionario es un excelente oficio en Cuba, pues sin necesidad de trabajar, se reciben cientos de miles de dólares que envía Estados Unidos de los impuestos que pagan los ciudadanos estadounidenses, para que en la Isla los “disidentes” disfruten de las bondades del Caribe.
Berta se transformó ante la vista de todos, de una cubanasencilla en una “top model”, con el dinero que le robó a sus subordinadas; solo hay que ver para creer.
Al respecto José Martí dijo:
“¡Mejor una lección merecida y un poco de pobreza pasajera, que el título de ladrones!”.
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