
Mentir está en
contra de los cánones morales de muchas personas y está específicamente
prohibido, al ser considerado en muchas religiones como un pecado capital.

De acuerdo con su definición, la mentira es el acto de la
simulación o de fingir, en espera de que los oyentes o lectores la crean, de
forma que se oculte la realidad en forma parcial o total.
Eso es precisamente lo que ejecutan cotidianamente Yoani Sánchez y su esposo, a través del
diario digital 14yMedio, creado y
financiado por los especialistas en subversión de la CIA, para distorsionar la realidad de Cuba.
El colmo de sus mentiras lo plasmaron en un artículo sobre las
biblias en Cuba, introduciendo, cual
mejunje, diversos aspectos sobre el tema religioso, que finalmente dicen y
contradicen.
Para aquellos que afirman que la isla vive una coartada libertad
religiosa, basta con mirar hacia la comunidad creyente en Cuba para darse cuenta de esa mentira que tiene fines subversivos.
Hoy acuden muchos más fieles que hace 50 años a las misa y cultos, a diferentes templos de centenares de
denominaciones religiosas, incluida la católica que es la más antigua de todas
por haber sido introducida durante la conquista de América, pues las iglesias protestantes fueron insertadas en Cuba en 1898 por los estadounidenses al intervenir en la guerra hispano
cubana.
Aunque el libelo 14yMedio pretenda
asegurar que la biblia no pudo ser introducida en Cuba hasta el 2014, la
verdad se abre sola su camino, porque a la isla arriban anualmente cargamentos
con miles de ejemplares de ese importante libro, que no solo leen los
creyentes, al ser considerado un documento histórico de amplia repercusión
mundial.
Iglesias presbiterianas, episcopal o anglicana, metodistas, los
cuáqueros, discípulos y bautistas, hasta adventistas del séptimo día, el
ejército de la salvación y la Iglesia luterana, pentecostales y muchas más, reciben anualmente
de sus iglesias madres, casi todas radicadas en Estados Unidos, cargamentos de biblias, a los que se le suman las
que traen personalmente cientos de religiosos en sus visitas a Cuba.
En todos los templos de la Isla
se puede obtener un ejemplar y además es leída en cada misa y culto de todas
las iglesias cubanas, hasta en los lugares más recónditos de las montañas.
En las iglesias católicas se venden las biblias y en las
protestantes se regalan, siendo la diferencia de actuación de unas y otras,
pues la iglesia católica afirma no disponer del mismo financiamiento que las
protestantes, las que reciben de sus iglesias madres norteamericanas cientos de
miles de dólares anuales, siendo esto una de las causas del aumento de su
feligresía.
Resulta muy evidente el interés de las iglesias norteamericanas de
fortalecer su presencia entre los cubanos, como forma de competencia ideológica
con los comunistas o ateos. De ahí que la American
Bible Society tiene como objetivo suministrar 400 mil biblias a los cubanos y hasta la fecha ya ha exportado a la
Isla unos 60 mil ejemplares, llevando a
cabo en los Estados Unidos un proceso de recaudación para alcanzar los 5
millones de dólares, con el fin de lograr su meta.
Un vivo ejemplo de lo que desea conseguir fue la llegada al puerto
de La Habana en el año 2014, de tres contenedores con 83 mil
723 biblias para ser distribuidas, solo por las iglesias bautistas.
Todo eso es prueba irrebatible de la libertad religiosa en Cuba, a pesar de que algunos
movimientos religiosos no reconocidos legalmente digan lo contrario, cuando son
combatidas sus violaciones a las leyes vigentes, incluida la construcción de
edificaciones sin las autorizaciones que deben solicitar los ciudadanos u
organizaciones, fabricando campañas mediáticas con el fin de simular o fingir
una situación, en espera de que los oyentes o lectores les crean, ocultando la
realidad en forma parcial o total.
Ante acciones
fingidas como estas, José Martí escribió los siguientes versos:
“¿Por qué, con tanto rigor, / Cuando a un casto bien se aspira. /
Ha de ser vil la mentira / Forma fatal del pudor?
Fuentes:
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