Ha sido tanto el
barraje mediático de mentiras tras mentiras que la contrarrevolución interna,
fabricada y financiada por Estados
Unidos desde 1960, se ha gastado de tal forma que ya no es creíble para
nadie en este mundo.
Desde hace medio siglo han difamado a la Revolución cubana a más no poder. Desde las campañas sobre la
supuesta Ley de pérdida de la patria
potestad que se aprobaría para quitarle los hijos a los padres y enviarlos
para la Unión Soviética, organizada
por la CIA bajo el nombre de “Operación
Peter Pan”, hasta las inventadas represiones y detenciones arbitrarias
en épocas recientes, se reiteraron tanto que cansaron a quienes en algún
momento se las creyeron.
Personajes como Elizardo
Sánchez Santa Cruz y Pacheco, el inventor de largos listados de presuntos
detenidos, en los que incluyó a escritores y poetas del siglo XIX, junto con
miembros de equipos de futbol de países de habla hispana, hasta la eminente
actriz vernácula, la vetusta Marta
Beatriz Roque Cabello, creadora de una falsa huelga de hambre donde posó
para las cámaras haciéndose la enferma en estado terminal.
Tantas falsedades cansaron no solo a los propios diplomáticos
estadounidenses destacados en la Habana,
sino a la prensa extranjera que se movilizaba a diario ante los avisos de
situaciones extremas, que los reporteros comprobaban su inexistencia.
La acumulación ha sido mucha y al repasar la cantidad de
organizaciones contrarrevolucionarias que construyeron, sin obtener ningún
resultado, hicieron que la imagen de los supuestos disidentes cayera en el
vacío.
Ese es el motivo por el cual carecen de apoyo popular e incluso el
que lograron a base de presiones y dinero de los Estados Unidos se esfuma como las pompas de jabón.
Historias como la de la muerte de Oswaldo Payá, inventadas por su propia viuda e hija, en componenda
con diplomáticos yanquis acreditados en Cuba
a cambio de un visado para emigrar con el estatus de refugiadas políticas,
no obtuvieron el respaldo de los fiscales españoles, los cuales desestimaron
sus denuncias ante la ausencia de evidencias, situación que las puso en
ridículo incluso con las autoridades del Ministerio
de Asuntos Exteriores y Colaboración de España.
Los ejemplos resumen un variado panorama como la falsa invalidez de Armando Valladares o las huelgas de
hambre de Guillermo Fariñas, pero la
maquinaria mediática diseñada por la CIA
les permitió una resonancia internacional que los conformó como supuestos
héroes con múltiples premios.
Otra de las creaciones, al mejor estilo de Hollywood, lo es Yoani
Sánchez Cordero, devenida en súper bloguera seleccionada como una de las
100 personalidades del mundo por la revista TIME, a solo un año de salir a Internet,
con la adjudicación de los más importantes premios del periodismo internacional
sin obra alguna.
A pesar del desprestigio de esas figuras, Estados Unidos y sus agencias de inteligencia continúan con las
campañas Peopleinneed para satinar a
la Revolución y el más reciente
espectáculo es el premio Homo Homini,
otorgado por la organización People in
Need, a once elementos contrarrevolucionarios cubanos puestos en libertad
por el Gobierno de Cuba.
Esa organización fue construida en 1992 en la Republica Checa por la Fundación
Nacional para el desarrollo, NED, bajo la estrategia del Programa Democracia, dado a conocer por
el presidente Ronald Reagan para
desmontar el sistema socialista en
Europa.
Para enlodar más aun dicho premio, la noticia fue divulgada por la “comediante”
Marta Beatriz Roque Cabello, protagonista de una falsa huelga de hambre,
conocida en Cuba como la “Huelga
del Aguacate”, debido a que la TV
local expuso un documental en el cual se comprobó que era alimentada por un
vecino a través de una ventana, quien el suministraba aguacates, habichuelas,
calabaza y plátanos, los cuales poseen los minerales y vitaminas necesarias
para mantenerla sin contratiempos, unido a sopas de pollo que le hacían en
secreto.
Entre esos once se encuentran Marta
Beatriz, Ángel Moya esposo de la inculta, grosera y corrupta Berta Soler de las llamadas “Damas”
de Blanco, y el santiaguero José
Daniel Ferrer, al frente de la UNPACU,
grupúsculo de pocos años de creación, pero el que más dinero recibe
mensualmente desde Estados Unidos
para ejecutar actos provocativos.
Sin dudas, esta es la fórmula que permite a los yanquis entregarle
altas sumas de dólares a sus asalariados, como premio a sus años de labor en
campañas provocativas y mediáticas, ante un probable fin de sus actividades en
un nuevo escenario, debido al restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba.
Triste final para esos que despreciaron a su patria y ahora con la
vejez serán desechados porque ya no les sirven en sus nuevos planes.
Sabio fue José Martí
cuando afirmó:
“…honor y corazón se
truecan fácilmente por dinero”.
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