Llega a su casa agotada después de una jornada laboral extensa. Impartir dos conferencia, cada una de 90 minutos, resulta desgastante física e intelectualmente. Pero su jornada laboral apenas comienza.
Con más de 20 años de experiencia como profesora, Doctora en Ciencias Económicas y Profesora Titular sus noches no son
para descansar, ni para leer un buen libro, ni recrearse. Su otro oficio: hacer
merenguitos, no es un entretenimiento, le permite acceder a bienes y servicios
que le son imprescindibles para vivir.
Este caso – real – no es la excepción. Son muchos los profesores
que por no poder desprenderse de esta profesión tienen que buscarse otra fuente
de ingresos. Los conozco que son, dulceros, artesanos, albañiles, vineros,
payasos, la variedad de oficios es increíble.
Estos profesores han tenido la posibilidad de trabajar en otros
sectores de la economía donde son mejores valorados pero se mantienen con la
tiza en mano. Son profesores de vocación, aman mucho su trabajo. Se han tomado
muy en serio la idea que pueden transformar el mundo.
No encuentro indigno ningún oficio. Cualquier trabajo que sea útil
para la reproducción social, mientras sea honesto es necesario. Pero esto
profesores con más de una profesión se encuentran al violando la Ley No. 116 del Código de Trabajo.
Causa por la cual no me atrevo a mencionar sus nombres por muy orgulloso que
este de ellos.
La historia no
contada.
El 13 de diciembre del 2012 La Asamblea Nacional del Poder Popular acordó por
unanimidad convocar a consulta popular con todos los trabajadores del país, el Anteproyecto
de Ley “Código del trabajo“. En ninguno de los 182 artículos del Anteproyecto
se hacía referencia a la prohibición del Multiempleo
para ningún sector de la economía. Por lo que difícilmente se hayan realizado
algún planteamiento al respecto.
De la consulta con los trabajadores se contabilizaron 171 680
planteamientos que dieron lugar a modificaciones importantes de la versión
original. El proyecto final fue aprobada con el voto de la mayoría de nuestro
parlamento. La diputada Mariela Castro
fue la única que votó en contra de dicha Ley.
El 17 de junio del 2014 se hace pública en la Gaceta Oficial el contenido final de dicha Ley. Dentro de unas de las modificaciones que aparecen nueva, está
el artículo 30, dónde prohíbe desempeñar otro cargo o empleo remunerado a los
profesores y maestros, con excepción a cargos docentes, de investigación
científica u otros que le sean aprobados por decisión expresa del órgano que lo
contrató.
Si era interés del Estado prohibir
que los profesores tengan otra fuente de ingreso, creo que lo más sensato era
incluirlo en el anteproyecto de Ley para
escuchar sus opiniones y que el estado expusiera los argumentos del por qué de
esta medida. Incluirlo en la propuesta final sin la posibilidad de que los
afectado se pronunciara me parece algo no producente.
Siempre he aplaudido este método democrático, de consulta popular
de los proyectos de leyes. Puede que haya sido un descuido de la comisión que
elaboró el proyecto. Pero merecía que en la discusión y aprobación de la Ley existiera un pronunciamiento al
respecto, cosa que no ocurrió. Parece ser que los diputados que representan
estos sectores no sintieron la necesidad o la curiosidad de pedir explicación.
Lo curioso de estos casos es que muchos de estos profesores cuando
el país amplió y flexibilizó el trabajo por cuenta propia, sacaron su licencia
para ejercer dichas profesiones y pagan sus respectivos impuestos. Ahora se encuentran en un limbo legal y
ético.
Lo correcto sería que los profesores podamos con nuestro trabajo
recibir los ingresos suficiente que permita satisfacer las necesidades
primarias de nuestras familias. Los que quieran tener otras oficios que sea por
puro hobby o satisfacción personal. Pero las condiciones económicas de Cuba no permite solucionar ese problema
por el momento. Entonces, creémosle a los profesionales de la tiza un marco
legal apropiado y ajustado a las condiciones objetivas en que vivimos. No les
pongamos más obstáculos.
La Joven Cuba - Roberto G. Peralo (roberto.peralo@umcc.cu) - @RobertoPeralo
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