Blog_CubaSigueLaMarcha

Blog_CubaSigueLaMarcha

viernes, 4 de mayo de 2018

Libertad de prensa, ¿para quién?




Libertad de prensa, ¿para quién?, por José Echemendía Gallego / Universidad de Sancti Spíritus.

UNISS


A propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa, establecido por la Asamblea General de la ONU el 3 de mayo de 1993, para dar cumplimiento a una iniciativa de los países miembros de la UNESCU con la idea de "fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática"; habría que referirse, según la periodista Juana Carrasco Martín, a lo expresado por el senador Jeff Flake ante el Congreso de Estados Unidos, a comienzos de este 2018 y se refiere a EE. UU. y al presidente Donald Trump. Los estándares impuestos por el imperio para la llamada «libertad de prensa» no los cumplen ya —y lo reconocen hasta las instituciones que se inventaron para juzgar a otros, como Freedom House, que en un índice de ese valor apunta que desde 2006, cuando a nivel mundial ocupaba el puesto 16 en la lista, Estados Unidos ha ido bajando hasta el 23: “El 2017 ha sido el año en que la verdad —objetiva, empírica, basada en hechos— ha sido más empujada y maltratada en toda la historia de nuestro país, en manos del personaje más importante de nuestro Gobierno”.


Infobae (2002), diario digital argentino de ideología centroderecha y defensor a ultranza del neoliberalismo, sitúa a Cuba entre los países con menos libertad de prensa, junto a estados como Corea del Norte, Siria, República Popular China, Viet Nam; entre  otros del denominado Tercer Mundo; claro está, no hay ningún país occidental, ni ninguno de los que giran en la órbita de los EUA.


Cuando se contaminó al mundo con el odio al Islam y a los musulmanes después de los ataques del 11 de septiembre, cuando se acusó a Iraq de tener un arsenal de armas de exterminio masivo, y se justificó de esta manera la invasión a ese país de cultura milenaria para arrasarlo literalmente; cuando se acusó a Libia de no respetar la democracia y ser -por tanto- un gobierno “tiránico”, y decidieron invadirlo para restaurar aquella y derrocar al “dictador”, el legítimo presidente Muamar Gadafi; los medios occidentales mintieron descaradamente; como lo hacen hoy para justificar la invasión a Siria, “defender al pueblo sirio de los ataques con armas químicas”.


Mentiras, manipulaciones, imposición de matrices de opinión y terrorismo mediático, esas son las basas de los medios occidentales de derecha que responden a los centros de poder económicos; a lo que pudiéramos añadir una práctica muy común –sobre todo- en la América nuestra, la amenaza primero y el aniquilamiento físico después; ya sean por intereses políticos, económicos (o ambos), o por la presencia de bandas delincuenciales.


La contraofensiva derechista orquestada desde los Estados Unidos en contra de los pueblos y gobiernos de corte progresista o de izquierda en América Latina, se sustentan igualmente en campañas tendenciosas, en las que se enseñorea la mentira o la tergiversación de los hechos; los medios convertidos en partidos políticos y que gracias a su poderío económico pueden imponer la corrupción y la compra de influencias en autoridades venales.


Queda mucho por hacer, si de verdad se pretende, que como dice el tema global de esta conmemoración en el 2018: "Los frenos y contrapesos al poder: medios de comunicación, justicia y estado de derecho", deben cesar definitivamente el doble rasero, la concentración de la propiedad de los medios en pocas manos; la manipulación de los hechos y la mentira y el asesinato de periodistas y comunicadores.


Como expresara nuestro Héroe Nacional, José Martí cuando salió a la luz el periódico Patria: “Sólo quien sabe de periodismo, y de lo costoso del desinterés, puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre".          




-- 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario