¿Se les acaba el mito de la censura a Internet en Cuba?

Desde el 2010 se mantiene la tendencia sostenida al alza en ese indicador.

Hasta ahora, la prensa internacional nos decía que el Gobierno cubano estaba obstaculizando el desarrollo de Internet en la Isla en su afán por controlar la información (1).

Curiosamente, esos mismos medios informaban, hace unos meses, de las licencias otorgadas por el Presidente de EEUU a compañías norteamericanas del sector para llegar a acuerdos de inversión con la empresa estatal cubana ETECSA, en el objetivo de mejorar Internet en la Isla (2).

Y más recientemente, leíamos datos que reflejan una mejora palpable de la conectividad en el país: que “Cuba superó los tres millones de usuarios (…) de internet en 2014 al sumar 125.000 nuevos” (3); que de las 118 en la actualidad, a finales de 2015 la población cubana pasará a disponer de 300 salas públicas de navegación (4); que han sido habilitados recientemente los primeros 35 puntos públicos con conexión Wifi (5); o que la tarifa de conexión ha sido rebajada casi un 50 % (6).

A pesar de su alcance global aún muy modesto, los crecimientos son significativos, y el número de personas que usan Internet en Cuba es ahora cercano al 28 % (7). De todos estos datos se desprenden dos conclusiones que contradicen el discurso de los medios: una, que lejos de limitar o censurar Internet, el Ejecutivo cubano tiene una voluntad clara de impulsar la red en consonancia con sus planes de desarrollo económico (8); y dos, que la causa número uno de la baja conectividad, la carestía del servicio y el atraso tecnológico ha sido y es el bloqueo de EEUU (9).

Varios sitios web han publicado información sobre planes y estrategias del Gobierno cubano –aún en fase de discusión- que apuntan al desarrollo de la banda ancha en la Isla en los próximos años, y que incluirían, entre otros objetivos (10): alcanzar para 2018 el 100 % de la conectividad de banda ancha en los sectores estratégicos del país; y para 2020 -dato importante- en el 50 % de los hogares, a un costo no superior al 5% del salario promedio (11).

Pero lejos de destacar esta proyección ascendente, ¿qué es lo que siguen destacando los medios internacionales? Que las tarifas –aunque se hayan reducido a la mitad- siguen siendo sumamente caras; y –a pesar de que el 28 % de la población ya se conecta a Internet- solo el 5 % lo hace desde su vivienda (12).

Y es que parece que estos medios, viendo que el tiempo –y los argumentos- se les agotan, se siguen aferrando a una fotografía estática. Mientras, los cambios acelerados en la sociedad cubana van desmontando todos y cada uno de los mitos mediáticos (13) (14).