Consumado el pretexto para cerrar embajada USA en La Habana / Norelys Morales Aguilera
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, informó este domingo que Washington está sopesando cerrar su embajada en La Habana, después de una serie de "inexplicables incidentes" que han dañado la salud de los diplomáticos norteamericanos. “Lo tenemos bajo evaluación”, afirmó.
Tillerson habló antes del viaje del presidente Donald Trump a Nueva York, donde hablará ante la Asamblea General de Naciones Unidas en los próximos días.
La acción propuesta se produce después de que hayan tenido lugar incidentes relacionados con el supuesto deterioro de la salud de diplomáticos estadounidenses que sirven en la isla, informaron Prensa Latina y teleSur.
Tillerson afirmó que el asunto es "muy serio" y que el Departamento de Estado ha organizado el retorno a casa de algunas de las personas afectadas.
Tillerson anteriormente los calificó de "ataques a la salud", pero el Departamento de Estado ahora considera que son "incidentes". Todavía no han sido esclarecidas las causas, ni si son actos deliberados.
Washington, sin voluntad para soluciones
Cuba ha aseverado que no tiene nada que ver con los supuestos ataques. La inteligencia cubana está colaborando con el FBI y la Real Policía Montada de Canadá en la investigación.
El presidente Raúl Castro también se ha reunido con el jefe de la diplomacia de EE.UU. en Cuba, Jeffrey DeLaurentis, para mostrar su disposición a colaborar en las averiguaciones.
La cancillería cubana ratificó el 9 de agosto pasado su compromiso de garantizar con rigor y seriedad la seguridad del cuerpo diplomático acreditado en la Isla.
A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla explicó que el 17 de febrero pasado la embajada de Estados Unidos en La Habana y el Departamento de Estado le informaron sobre los mencionados incidentes.
'Cuba tomó con suma seriedad este asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente por indicación del más alto nivel del gobierno cubano', aseguró el documento.
Las autoridades islañas crearon un comité interinstitucional de expertos para el análisis de los hechos; ampliaron y reforzaron las medidas de protección y seguridad a la sede, su personal y las residencias diplomáticas.
Asimismo, se habilitaron nuevos canales de comunicación directa entre la embajada y el Departamento de Seguridad Diplomática, puntualizó el texto.
El comunicado enfatizó categóricamente que la nación antillana jamás permitió, ni permitirá, que el territorio cubano sea utilizado para cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, sin excepción.
Asimismo, reiteró la disposición a cooperar para lograr el esclarecimiento de esta situación.
Los dos países restablecieron oficialmente sus relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015, durante la administración de Barack Obama (2009-2017), y sus respectivas Secciones de Intereses se convirtieron desde entonces en embajadas.
¿Quienes no quieren embajadas?
El viernes, cinco miembros del influyente Comité Selecto de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos, entre ellos su presidente, Richard Burr, solicitaron a Tillerson que declare persona non grata a todo el personal diplomático cubano acreditado en Estados Unidos, como respuesta a las lesiones sufridas en extraños ataques en Cuba por sus homólogos estadounidenses. "
"La desatención de Cuba a su deber de proteger a nuestros diplomáticos y sus familias no puede quedar libre de protestas", dijeron los legisladores, entre los cuales se encontraba el senador por Florida Marco Rubio.
Esto huele a campaña bien montada. Expertos son en estos menesteres.
En marzo del 2015, un grupo de legisladores envió una carta al Departamento de Estado y a la Casa Blanca, donde expresan su enérgico desacuerdo a la apertura de una embajada cubana en Washington.
Entre los firmantes estuvieron la congresista Ileana Ros-Lehtinen (R – FL), presidenta de la subcomisión del Medio Oriente y África del Norte de la Cámara de Representantes, junto al senador republicano Ted Cruz y los legisladores republicanos Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, además del demócrata Albio Sires.
Estos personajes trabajan por romper relaciones y parece que están cerca con Donald Trump, ya que ha montado un pretexto, indicado porque si se hacen investigaciones tanto por Estados Unidos como por Cuba, por qué no esperar el resultado.
Este mismo club ultraconservador en el Congreso norteamericano había amenzazado a Barack Obama, que bloquearía los fondos para el funcionamiento de la sede diplomática.
Con anterioridad, James Cason, ex Jefe de la USINT en La Habana (2002-2005) "...fue con instrucciones precisas del Departamento de Estado de provocar al Gobierno de Cuba…”, reconoció Roger Noriega, Secretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental durante la presidencia de George W. Bush, en entrevista en el programa radial “Lo que otros no dicen” (05/31/2010) en Miami. El gobierno de George Bush, instruyó a su jefe de oficina, tanto en organizar a la "disidencia" para un cambio de régimen, como para suprimir la sede, como se supo con posterioridad.
La posición de Cason, alcalde en Coral Gables, en La Florida, pareciera más moderada, pero apoya a Trump en su política hostil. “Queremos que le eche una nueva mirada a la política hacia Cuba”. Luego añadió: “hemos dado demasiado, que el presidente electo de un paso atrás y lo reconsidere”....“no para romper completamente la relación, pero ciertamente para no dar nada más”.
Quién sabe si su experiencia en Cuba le haya dejado alguna lección, pero están confabulados.
Fuentes:
https://islamiacu.blogspot.com/2017/09/pretexto-para-cerrar-embajada-habana.html
http://guajiritasoy.blogspot.com/2017/09/consumado-el-pretexto-para-cerrar.htm
http://cubainformacion.tv/index.php/la-columna/218-norelys-morales/76322-consumado-el-pretexto-para-cerrar-embajada-usa-en-la-habana
Gobierno de EEUU evalúa cerrar su embajada en Cuba a poco menos de 2 años su apertura
Agresión contra diplomáticos estadounidenses en La Habana? Una historia sin sustento
¿Agresión contra diplomáticos estadounidenses en La Habana? Una historia sin sustento. Por Sergio Alejandro Gómez
La
insólita historia de diplomáticos estadounidenses que habrían sufrido
pérdida auditiva y otros daños a la salud durante su trabajo en Cuba
saltó a los medios de comunicación en agosto pasado. El primero de los
supuestos incidentes se remonta a noviembre del 2016 y el último a hace
apenas unas semanas.
Sin
embargo, hasta hoy no existe una explicación creíble para la variedad
de síntomas descritos y los expertos niegan la aplicación de las leyes
físicas en algunas de las hipótesis manejadas.
El caso, que parece sacado de una novela, es tomado muy en serio en La Habana.
Por
indicación del más alto nivel del Gobierno, las autoridades cubanas
iniciaron su propia investigación en cuanto recibieron las primeras
notificaciones de la Embajada de Estados Unidos y del Departamento de
Estado el 17 de febrero del presente año.
“De
acuerdo con los resultados preliminares obtenidos y con los datos
compartidos por las autoridades estadounidenses, hasta el momento no se
cuenta con evidencias que confirmen las causas y el origen de las
alegadas afecciones de salud de diplomáticos de EE.UU. y sus familiares”, asegura una fuente familiarizada con la pesquisa cubana.
Las
indagaciones estadounidenses, por su parte, tampoco arrojan claridad.
Miembros de las agencias especializadas de ese país fueron invitados por
Cuba para adelantar investigaciones en el terreno, pero sus resultados
no han sido concluyentes. “La realidad es que no sabemos qué o quién ha
causado esto”, reconoció la portavoz del Departamento de Estado, Heather
Nauert. “Es por eso que la investigación continúa abierta”.
La
complejidad de la investigación y el desconcierto de los especialistas
no han sido limitantes para que algunos intenten señalar a Cuba como
responsable y traten de desmontar los avances en las relaciones con los
Estados Unidos, que se iniciaron después del 17 de diciembre del 2014.
El
senador de origen cubano y opositor a cualquier acercamiento con La
Habana, Marco Rubio, envió recientemente una carta al secretario de
Estado, Rex Tillerson, en la que pide la expulsión de todos los
diplomáticos cubanos en Washington y el eventual cierre de la Embajada
de ese país en Cuba como represalia ante supuestos “ataques acústicos”
causantes de los daños a la salud de funcionarios estadounidenses en La
Habana.
Sin
embargo, la misiva firmada además por los senadores republicanos Tom
Cotton, Richard Burr, John Cornyn y James Lankford, no aporta prueba
alguna de la “culpabilidad cubana” y desconoce la disposición mostrada
desde un inicio por las autoridades locales para establecer cooperación y
llevar adelante la investigación.
Rubio
fue uno de los arquitectos de la revisión de la política hacia Cuba
emprendida por la administración de Donald Trump en junio pasado para
reforzar la aplicación del bloqueo. El legislador, con un asiento en el
Comité de Inteligencia del Senado, ha utilizado todo tipo de artimañas
para limitar los nexos entre los dos países.
HECHOS INSÓLITOS
La
hipótesis de un “ataque acústico” y el uso de sofisticadas “armas
sónicas” contra diplomáticos estadounidenses está presente desde que la
historia salió a luz pública, a pesar de la falta de evidencias y el
criterio de expertos sobre la imposibilidad de que un artefacto pueda
generar los síntomas descritos en las condiciones reportadas.
El
Departamento de Estado no se ha referido en específico a los efectos
sobre la salud de su personal en La Habana, pero los medios de prensa
han reportado sobre una amplia variedad de sintomatologías. Algunos
casos incluyen migraña, mareo y pérdida de la audición, mientras otros
llegan a deficiencias cognitivas, problemas para recordar palabras y
lesiones cerebrales leves.
Los
diagnósticos provocan confusión entre los especialistas, el FBI, el
Departamento de Estado y las agencias estadounidenses involucradas en la
investigación, según reportes de la agencia Associated Press (AP).
“Daño
cerebral y conmociones, no es posible”, dijo a la AP Joseph Pompei, un
ex investigador del MIT y experto en psicoacústica. “Alguien habría
tenido que sumergir la cabeza en una piscina repleta de poderosos
transductores ultrasónico”.
El
Dr. Toby Heys, jefe de un centro de investigación sobre tecnologías
futuristas en la Universidad Metropolitana de Manchester, en Reino
Unido, dijo a la revista New Scientist que las ondas sonoras por debajo
del rango de audición podrían teóricamente causar daño físico, pero
sería necesario utilizar enormes bocinas a grandes volúmenes que serían
muy difíciles de esconder.
Las
armas sónicas que se utilizan para dispersar multitudes y para la
protección de algunos navíos frente a barcos piratas funcionan con ese
mismo tipo de equipamiento. Los aparatos cubren un área considerable y
todas las personas dentro de su alcance resultan afectadas.
Pero
buena parte de los alegados incidentes en La Habana, según fuentes
públicas estadounidenses, se dieron en espacios delimitados, algunas
veces dentro de una sola habitación, y con precisión laser, afectando a
una persona en específico, pero sin dañar al resto.
Algunos
de los supuestos ataques habrían tenido lugar en las residencias de los
diplomáticos e incluso en edificios públicos como el recién remodelado
Hotel Capri, una torre de concreto de 19 pisos y 250 habitaciones, donde
no hay reportes de otros huéspedes afectados.
Según
reportó la agencia AP, el propio FBI viajó a La Habana e investigó en
algunas de las habitaciones en donde habrían ocurrido los ataques y no
encontró rastros de dispositivos sónicos.
Por
su parte, los servicios especializados cubanos no han detectado
“posibles autores ni personas con motivación, intención o medios para
ejecutar este tipo de acciones”, según fuentes vinculadas con las
investigaciones.
“Tampoco se ha establecido la presencia de personas o
medios sospechosos en los lugares donde se han reportado incidentes ni
en sus alrededores”.
En
Cuba no existen precedentes de hechos con estas características. “Las
autoridades cubanas no poseen ni están familiarizadas con el
equipamiento ni la tecnología que pudiera ser utilizada con fines
similares a los descritos como ataques acústicos”, añade la misma
fuente.
CUBA SIEMPRE HA ESTADO DISPUESTA A COOPERAR
Luego
de recibir las primeras notificaciones de la Embajada de Estados
Unidos, las autoridades cubanas crearon un comité interinstitucional de
expertos para el análisis de los hechos; ampliaron y reforzaron las
medidas de protección y seguridad a la sede, su personal y las
residencias diplomáticas, y habilitaron nuevos canales de comunicación
directa entre la Embajada y el Departamento de Seguridad Diplomática,
según la declaración oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores del
9 de agosto pasado, cuando la noticia salió a la luz pública.
La
parte cubana insistió para que las agencias especializadas de Estados
Unidos visitaran el país y adelantaran las investigaciones en el
terreno, lo cual se concretó en junio del 2017. Otras visitas se dieron
en los meses de agosto y septiembre.
“Los
tres encuentros sostenidos entre representantes de las autoridades
cubanas y agencias especializadas de Estados Unidos se desarrollaron en
un clima constructivo y profesional”, refiere una fuente con
conocimiento de los intercambios. La parte estadounidense, añade,
expresó la intención de cooperar “de forma más sustantiva en la
investigación sobre estos incidentes”. Asimismo, los miembros de las
agencias especializadas que han visitado Cuba han reconocido que las
autoridades locales han actuado con celeridad y profesionalismo.
“Valoramos
positivamente la continuidad de estas visitas. Las autoridades cubanas
tienen gran interés en dinamizar y culminar la investigación, para lo
cual es esencial la cooperación de las autoridades estadounidenses”,
precisa la fuente.
Ante
el sinnúmero de variables del caso, matizado por la larga historia de
conflictos entre los dos países, la cooperación resulta esencial.
Notificar los incidentes oportunamente; entregar evidencias; compartir
información que facilite la caracterización de los hechos o la
identificación de posibles autores, en caso de haberlos; acceder a los
afectados y a los médicos que los diagnosticaron e intercambiar con los
expertos con conocimientos de los incidentes y de la supuesta tecnología
utilizada, serían aspectos básicos para la cooperación y lograr
resultados en cualquier escenario.
NI EN LOS PEORES MOMENTOS
Otra
de las grandes incongruencias de la saga acústica es el momento en que
se habrían iniciado los ataques. Para noviembre del 2016, los gobiernos
de Cuba y Estados Unidos avanzaban con celeridad en la concreción de un
grupo importante de acuerdos para beneficio de ambos países.
Tras
una larga historia de agresiones e intentos de someter por hambre y
necesidad al pueblo cubano con el objetivo de transformar su sistema
político, el gobierno de Barack Obama reconoció el 17 de diciembre del
2014 que el bloqueo fue un fracaso y terminó aislando a los propios
Estados Unidos.
El
clima entre los dos países cambió significativamente. Se restablecieron
los nexos diplomáticos y se firmaron 22 acuerdos en diversas materias,
desde la protección del medio ambiente y la reapertura de los vuelos
directos, hasta la cooperación en materia de seguridad. ¿A quién se le
ocurriría sabotear las relaciones con Washington?
Además,
si por una cuestión de principios revolucionarios el gobierno de Cuba
jamás recurrió a métodos agresivos contra los diplomáticos
estadounidenses, incluso en los momentos de mayor tensión, ¿qué lógica
tendría comenzar a hacerlo después de la decisión soberana de
restablecer los nexos con Washington?
En
mayo pasado, el Departamento de Estado solicitó que dos funcionarios
cubanos abandonaran el territorio de Estados Unidos como consecuencia de
los hechos que supuestamente dañaron la salud de su personal
diplomático en La Habana, medida que fue considerada por Cuba como
“injustificada e irreflexiva”.
Ahora
se conoce que, justo cuando esto ocurría, las autoridades de la Isla
realizaban todas las acciones investigativas y mostraban su total
disposición a colaborar con sus contrapartes estadounidenses.
La
declaración oficial emitida por el MINREX señala que Cuba cumple y ha
cumplido siempre con “todo rigor y seriedad” sus obligaciones emanadas
de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, en lo
referido a la protección de la integridad de los agentes diplomáticos y
los locales de la misión. “La impecable ejecutoria de nuestro país en
este ámbito es internacionalmente reconocida, y Cuba es considerada
universalmente como un destino seguro para visitantes y diplomáticos
extranjeros, incluidos los estadounidenses”, añade.
En el mismo tono que la declaración, un alto oficial de la diplomacia cubana ratifica que “el
gobierno de Cuba no ha perpetrado ni perpetrará ataques de ninguna
naturaleza contra funcionarios diplomáticos acreditados ni sus
familiares, ni ha permitido ni permitirá que el territorio cubano sea
utilizado por terceros con ese propósito”.
Ante
la falta de evidencias y la complejidad de este caso, las autoridades
cubanas mantienen abierta la investigación y están dispuestas a
colaborar con sus contrapartes estadounidenses para esclarecer los
hechos.
https://medium.com/diario-del-deshielo/agresi%C3%B3n-contra-diplom%C3%A1ticos-estadounidenses-en-la-habana-una-historia-sin-sustento-6853f3d7fda1
https://lapupilainsomne.wordpress.com/2017/09/20/agresion-contra-diplomaticos-estadounidenses-en-la-habana-una-historia-sin-sustento-por-sergio-alejandro-gomez/
http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/09/20/agresion-contra-diplomaticos-estadounidenses-en-la-habana-una-historia-sin-sustento/#.WcKj7zX9nIU
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com
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