EL DUENDE (Max Lesnik) / MIAMI – Por más que los Canales de las televisoras Cloacas de Miami y El Nuevo Herald en Español dediquen espacio y tiempo a publicitar positivamente la imagen de los llamados “Disidentes” cubanos, presentándolos como una oposición legítima y alternativa posible al gobierno revolucionario de la isla, la realidad de los hechos que allí suceden nos revelan un cuadro nada prometedor para los que desde Miami o Washington preconizan una política de “cambio de régimen” por los enemigos jurados de la Revolución Cubana.
“Golpes duros” como la invasión de Playa Girón, organizada y financiada por La CIA en 1961 o los sabotajes con ola de bombas terroristas posteriormente, así también como los innumerables intentos de asesinatos contra Fidel Castro, tampoco lograron el éxito esperado por sus promotores cubanos o norteamericanos .
La nueva estrategia “del golpe blando” sufragando económicamente una oposición organizada por un gobierno extranjero-en este caso el de EE.UU-también está condenada al fracaso, precisamente porque independientemente de las dificultades materiales por la que Cuba atraviesa, el sentimiento y el orgullo nacional del pueblo cubano son más fuertes que la tentación traidora de algunos pocos de rendirse a los planes intervencionistas de un gobierno extranjero a través de sus lacayos nacionales que se llaman “disidentes”.
No es una cuestión de oposición contrarrevolucionaria vs gobierno revolucionario surgida esta situación de una contradicción social histórica. Esa fue la batalla de ayer, la de hoy continuación de la anterior, es una nueva oposición llamada disidencia que también carece totalmente de legitimidad nacional, puesto que su origen es bien espurio ya que su existencia misma está cimentada en el dinero constante y sonante que recibe del gobierno de EE.UU, algo que los hace en la práctica agentes pagados por una nación extrajera.
Esos son los hechos y nadie podría negarlos puesto que todos los años se publican en EE,UU records oficiales que señalan con sus nombre las llamadas organizaciones “disidentes”, así como el de sus dirigentes, acompañada la información con las cantidades de dinero que recibe cada cual por hacer su trabajo en el papel de supuesta oposición cubana.
Una oposición que constituye un fraude por un designio imperial. Una oposición así es una oposición bastarda.
Fuentes:
Publicado por: David Díaz Ríos / @daviddr5129 /
No hay comentarios.:
Publicar un comentario