Las medidas restrictivas de Washington contra La Habana llegan hoy a un punto clave en el que la afectación no solo apunta a Cuba, sino a otras instancias económicas y países, a nivel mundial.
Un reciente ejemplo vinculado con tales limitaciones comerciales y económicas refleja un ambiente de inestabilidad financiera en sectores distantes de la ínsula caribeña, como es el caso de Europa, en particular con dos ejemplos recientes dados en Irlanda y Francia.
El Banco de Irlanda evita transferir dinero a Cuba, temeroso por barreras comerciales y económicas de Estados Unidos contra la nación caribeña, que datan de los años 60 del pasado siglo.
Es el caso que el diario The Irish Times publicó recientemente con referencias a que los irlandeses no pueden transferir dinero a personas que viven en Cuba debido a esa ilógica política de Washington contra La Habana, en vigor por más de 50 años.
Aunque ni Irlanda ni la Unión Europea aplican limitaciones sobre el comercio con Cuba, y a pesar de numerosas resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) condenatorias de dichas prohibiciones, el Bank of Ireland inició medidas para impedir transferencias financieras hacia la isla.
Tal disposición ocurre en las más recientes semanas a causa de una relación comercial con un banco estadounidense.
El rotativo irlandés denuncia que bajo ese bloqueo comercial, en vigor desde que Fidel Castro derrocó a un régimen pro-estadounidense en 1959, los bancos de Estados Unidos tienen prohibido el procesamiento de pagos a Cuba, e incluso facilitar la realización o recepción de dichos deberes.
Mientras tales transferencias son comunes en otras jurisdicciones -y todavía están permitidas por otros bancos irlandeses- Bank of Ireland cambió sus normas sobre tales transferencias desde su incorporación al Área Única Europea de Pagos (SEPA, siglas en inglés) y ahora se niega a procesarlos.
En un comunicado, el banco confirmó que ya no facilitará esas transferencias, pues dependían de los bancos en el extranjero para el procesamiento de las transacciones nacionales, europeas e internacionales bajo el paraguas SEPA.
Un vocero de esa entidad financiera agregó que la misma procesa todas las transacciones y SEPA es un banco líder en Estados Unidos que tiene que cumplir con sus propias necesidades y las obligaciones reglamentarias, para evitar una posible exposición a sanciones reglamentarias y penalidades.
Ese reporte señala que tales medidas restrictivas estadounidenses obligan a no procesar las transacciones mencionadas.
Para el coordinador nacional irlandés del Grupo de apoyo a Cuba, Simon McGuinness, por un lado tienen a la Unión Europea votando en conjunto contra el bloqueo y por la otra introducen regulaciones que lo facilitan.
El Banco de Irlanda, es uno de los principales grupos bancarios de ese país. Su sede se encuentra en Dublín y opera tanto en la República de Irlanda como en Irlanda del Norte. Esta entidad financiera posee participación estatal, y no debe ser confundido con el Banco Central de Irlanda.
Dicha agencia fue fundada a instancias del Parlamento irlandés en el año 1782, para sostener las finanzas públicas y mejorar el comercio.
Otro ejemplo de esas presiones está en la multa descomunal de Estados Unidos contra el BNP Paribas, lo que implicó al déficit por cuenta corriente de Francia para junio pasado aumentos en más del ciento por ciento.
El BNP estima que sin la sanción estadounidense, el déficit estuviera en una cota estable. El Paribas tuvo una condena el 30 de junio pasado por parte de Washington para el pago de 8.830 millones de dólares por violar de manera unilateral las discutidas restricciones contra Irán, Sudan y Cuba.
Con estos ejemplos, sumada una larga lista de idéntica fatalidad, la política económica de Estados Unidos contra esta isla se anota una irrevocable cuenta de caducidad, interpretada por países, empresas y expertos de todo el mundo, incluidos los propios empresarios norteamericanos.
Roberto F. Campos (PL)
Tomado de Argenpress.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario