Recientemente el sitio anticubano
financiado por la Casa Blanca, Martí Noticias, entrevistaba a dos
jóvenes de la isla quienes declararon: “las limitaciones del acceso
de los cubanos a Internet no son económicas, sino realmente políticas y
es el gobierno cubano quien no les da libre acceso”.
Añade la información que esos jóvenes aseguraban: “hay
muchos sitios que ahora mismo están bloqueados, porque el gobierno no
deja que los cubanos accedan. Internet para el gobierno es un mal que
tienen que permitir porque la presión es muy grande, el mundo tiene
Internet y Cuba sigue en un atraso”.
Pero la noticia no habla de que para Cuba
si hay limitaciones impuestas por las leyes de Estados Unidos y se
comprueba cuando se intenta entrar en muchos sitios, en los que aparece
un cartel diciendo: “no se puede acceder desde Cuba por la ley del
embargo”.
Cuba trabaja por informatizar su
sociedad, para ello tiene que erogar altas sumas de dinero en
tecnología, situación que no es tan fácil como muchos creen. Los
servicios no son gratuitos ni el equipamiento necesario lo regalan a las
puertas de las iglesias. Las inversiones que se requieren debe
ejecutarse por etapas y contar con el aseguramiento financiero y
técnico, sin olvidar la seguridad de las redes.
Existen intereses ocultos del gobierno
estadounidense y sus servicios de inteligencia, que no menciona la
prensa yanqui ni conocen los jóvenes cubanos, sobre sus propósitos con
Internet en la isla. No por gusto uno de los pocos acuerdos que
realmente materializó Barack Obama, fue el permiso a empresas de
internet, como Google, de permitirles el enlace con la empresa estatal
telefónica cubana.
Para quienes no estén claro de qué pretende lograr el vecino del Norte, basta explicar que en 1996 la Rand Corporation,
del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional de Estados
Unidos, preparó un estudio para el Departamento de Defensa, titulado
“Las telecomunicaciones cubanas, redes de computación y sus
implicaciones en la política de Estados Unidos.
Dicho trabajo expone el interés de: “ayudar a la apertura en Cuba y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente” y entre sus objetivos priorizados están:
“Alentar el enlace de Cuba a
Internet, utilizar Internet para transmitir noticias y análisis
balanceados, promover el uso de Internet por ONG cubanas, universidades y
otros destinatarios”.
En marzo de 2005, Roger Noriega, entonces
subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, afirmó en una
audiencia congresional:
“Estados Unidos flexibilizó los
requisitos de las licencias para que, por primera vez, puedan ser
entregadas computadoras personales de alta velocidad, a grupos de la
sociedad civil en Cuba”.
Entre los años 2004 y 2006, la USAID
repartió cerca de 35 millones dólares para proyectos subversivos contra
Cuba, muchos de ellos vinculados directamente a la informática y las
comunicaciones.
Durante la Asamblea de la USAID con
diferentes ONG, celebrada en Washington en mayo 2008, se discutió la
necesidad de distribuir 45,7 millones de dólares asignados por el
presidente George W. Bush, para la subversión contra Cuba, exponiéndose
elementos del nuevo plan para desestabilizar el orden interno.
El director de la USAID para América
Latina, José Cárdenas, expuso “la necesidad de introducir en la Isla
celulares, equipos modernos de comunicación, computación y software, con
el empleo de emisarios no estadounidenses”, siendo respaldado por el
jefe del Buró de Industria y Seguridad del Departamento de Estado,
Anthony Christino.
La aprobación de tales medidas inició una
carrera desenfrenada para atraer a la juventud cubana hacia sus
proyectos subversivos a través de Internet, con el propósito de promover
desórdenes sociales al estilo de las llamadas “Revoluciones de Colores”
En evento celebrado en 2012 por la
Fundación Heritage de Estados Unidos y Googles Ideas, se elaboró un
informe para el gobierno norteamericano, que recomendó la creación de
una red WIFI remota para posibilitar el acceso a Internet de los
cubanos.
El Senador participante en el mismo, afirmó:
“El sistema totalitario cubano podría
derrumbarse, si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet,
pues Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la
Primavera Árabe”.
Inmediatamente la USAID inició el diseño
de un software para Cuba, nombrado Zunzuneo, en el cual se conformó un
Twitter para enviar mensajes a los jóvenes a través de las redes
sociales, con la pretensión de exhortarlos a movilizarse contra el
gobierno.
La USAID financió el envío de jóvenes
latinoamericanos procedentes de Perú, Costa Rica y Venezuela, bajo
fachada de turistas y de pertenecer a ONG, con la finalidad de
identificar y preparar a jóvenes cubanos como futuros líderes
comunitarios y activistas políticos, e incentivar expresiones públicas
contra el gobierno que posibilitaran revueltas populares para alcanzar
cambios políticos en Cuba, al estilo del Medio Oriente.
Entregaron gratuitamente, teléfonos
celulares, memorias USB, laptops, discos externos y dinero, para su
acceso a la recepción y envío de los twists.
Zunzuneo funcionó bajo el Programa de Intercambio Latinoamericano (PILA).
El 13 de junio del 2013 el Departamento
de Estado anunció propuestas de proyectos para promover la “democracia y
los derechos humanos” en Cuba, uno de ellos con el uso de herramientas
digitales “para ser utilizadas de forma selectiva y segura por la
población civil cubana, junto con otra iniciativa para el fomento de
igualdad y defensa de las redes sociales de los cubanos de raza negra”.
El portavoz de la Casa Blanca, Jim Carney, reconoció que Zunzuneo, era un programa coordinado por la USAID y añadió:
“El Congreso financia programas para
la democracia en Cuba, con el interés de ayudar a empoderar a los
cubanos a fin de que puedan acceder a más información y para fortalecer a
la sociedad”.
Información publicada en el 2014 por el
diario The New York Times, el Departamento de Estado proporcionó 2,8
millones de dólares a un equipo de hackers y activistas comunitarios
especialistas en programación de software, para desarrollar un sistema
de redes que permitiera a personas afines a los intereses de Washington,
comunicarse por Internet sin interferencias de sus gobiernos.
Mediante esa red probada con éxito en el
2011 en Túnez, estimularon las revueltas populares causantes del
derrocamiento del presidente Zine Al-Abidin Ben Ali. La red inalámbrica establecida no estaba conectada a Internet, pero cubría grandes áreas donde residen unas 14 mil personas.
El criterio de periodistas de The New
York Times, fue que “el programa ejecutado en Túnez era un ensayo para
desplegarlo en zonas disputadas, similares a las que financió la USAID
para los programas de la Oficina de Iniciativa para la Transición (OTI),
adscripta al Buró de Democracia, Conflictos y Ayuda Humanitaria de la
USAID para Cuba”.
Matt Herrick, portavoz de la USAID, reconoció a The New York Times, que esa agencia entregó a la New America Foundation,
una subvención por tres años ascendente a 4,3 millones para hacer la
plataforma disponible en Cuba. El software diseñado fue denominado Commotion, y consiste en una amplia conexión inalámbrica WIFI.
Ese software fue diseñado para relacionar
varios enrutadores WIFI en una red ilegal, sin autorización ni pago a
los servicios a empresas de telecomunicaciones cubanas.
Con similar intención, el 2009 fue
enviado a la Isla el estadounidense Alan Gross, contratado por la USAID
para la instalación ilegal de medios de comunicación de alta tecnología
en Cuba, que permitieran la transmisión y recepción satelital a través
de redes WIFI, las que paralelamente intentaron conformar con el apoyo
de otro norteamericano, que introdujo antenas para conexiones WIFI
enmascaradas como tablas de surf, entregadas a un joven cubano ingeniero
en telecomunicaciones en la vía blanca, cerca de Santa Cruz del Norte,
según denuncia de la TV cubana.
La Guerra Cibernética contra Cuba contó
con la aprobación del presidente Barack Obama, quien al informar la
apertura de embajadas en los dos países expresó:
“…podremos aumentar considerablemente
nuestro contacto con el pueblo cubano […] nuestros diplomáticos podrán
participar de manera más extensa en toda la isla…incluida la sociedad
civil y con los cubanos que buscan alcanzar una vida mejor. […] nadie
espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana, pero creo que el
compromiso estadounidense, mediante nuestra embajada, empresas y ante
todo nuestro pueblo, es la mejor manera de representar nuestros
intereses, y apoyar la democracia y los derechos humanos”.
El 14.08.2015 el secretario de estado John Kerry decía en la Habana:
“Por ahora el Presidente ha tomado
pasos para reducir las restricciones sobre las remesas, exportaciones e
importaciones para ayudar a los cubanos emprendedores en el ámbito de
las telecomunicaciones, viajes de familias, pero queremos hacer más
aún. La meta de todos estos cambios es la de ayudar a los cubanos a
conectarse con el mundo y mejorar sus vidas”.
Con estos planes, para nada amigables,
Cuba tiene todo el derecho de protegerse y el mundo debe conocer la
verdad sobre lo que esconden los yanquis detrás del uso de Internet.
Cuba mantiene su interés en informatizar
su sociedad y ampliar los servicios de acuerdo a las posibilidades
técnicas y financieras, pero no puede pecar de ingenua e ignorante, ante
planes que persiguen manipular a su sociedad y derrocar el sistema
socialista.
Previsor fue José Martí cuando afirmó:
“La ignorancia es la garantía de los extravíos políticos”.
http://martianos.ning.com/profiles/blogs/qu-esconde-estados-unidos-detr-s-de-internet-en-cuba-por-arthur
https://elcanarioamarillo.wordpress.com/2018/01/11/que-esconde-estados-unidos-detras-de-internet-en-cuba/
https://elcanarioamarillo.wordpress.com/2018/01/11/que-esconde-estados-unidos-detras-de-internet-en-cuba/
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com
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