Kcho: “No hay que tenerle miedo a Internet”
Escrito por Claudia Padrón Cueto y Jorge Carlos De la Paz / CubaSí
Se corre la voz de que hay acceso libre y GRATIS a Internet, y jóvenes procedentes de disímiles lugares (Habana del Este, Artemisa, Lawton, Boyeros…) llegan hasta Romerillo, al oeste de la ciudad.
Nadie pregunta quién eres, qué haces, con qué fin buscas conectarte. Es solo cuestión de registrarte como invitado y escribir la contraseña.
El hambre de Internet que tenemos en el país es tan voraz que, ante la oportunidad, algunos muchachos han estado conectados 16 horas seguidas; otros, incluso, han permanecido toda la madrugada navegando por la web.
Alexis Leyva, Kcho, abrió el acceso 24 horas a la red de redes, vía wifi, a quienes lleguen hasta“Kcho estudio Romerillo, Laboratorio para el arte”. Convirtiendo el lugar en el primer punto de internet gratis e inalámbrica en Cuba. El artista comparte su conexión personal ADSL de 2Mgb/s, otorgada por el Ministerio de Cultura con todos los usuarios que diariamente visitan el proyecto. Y a unas pocas semanas de la apertura ya se registran aproximadamente 150 personas a diario.
“Hay que abrir el internet sin miedo. No hay por qué tenerle miedo. Estamos en Cuba, no en África del Norte (Primaveras Árabes). Los cubanos somos mambises. Alguien viene a tocarnos el país y la gente sale a preservarlo, como a la madre, explicó Kcho para descartar temores.
“El ciber espacio existe y hay que saber usarlo para defendernos de toda esa basura que anda por ahí. Lo primero que le digo a toda esa basura está escrito en la contraseña para conectarse: “Aquí no se rinde nadie”. Eso es un mensaje poderoso”
Leyva explica que se puede visitar cualquier página, sin restricciones, todo depende de la velocidad de conexión. Por supuesto, esta varía según la cantidad de usuarios en línea. “Existen páginas cerradas que contienen información valiosa pero eso es producto al bloqueo, nosotros desde aquí damos un libre acceso”, comenta el artista.
Ante la pregunta de a cuánto arriba el costo de la conexión, el creador reconoce que es elevado pero que vale la pena.“Costó más caro educarme como artista y la Revolución lo hizo sin cobrarme. Esta wifi, este servicio, lo paga mi trabajo. La cifra no es importante. La formación que me dio el país fue para afrontar cualquier obstáculo, cualquier tarea, ser útil. Fui educado para eso. Ver esa gente conectada no tiene precio.
“En el contexto vivido es más útil hacer esto que comprarse una casa en la playa, aunque se pueda. Demostrado está que un hombre con una casa tiene. Hay gente que vive con menos. La vida es corta y no debemos irnos sin intentar dar un buen mensaje. Si algo se aprende en Cuba es a compartir lo que se tiene”.
A pesar de que es ahora cuando el acceso libre y gratuito a Internet se ha vuelto noticia. La biblioteca Juan Almeida Bosque, de este mismo centro cultural, a través de tres máquinas, ya ofrecía el servicio de navegación desde 2013. Extensas colas se organizaban a partir de las 6:00 am hasta las 9:00 pm de martes a domingo para conectarse.
En esta primera sala de navegación, una mujer, dependienta de la juguetería del hotel Comodoro, luego de venir cada día durante meses, encontró a su hermana quien 10 años atrás se había trasladado a Europa, sin que la familia volviese a saber de ella.
Estas historias de rencuentros, cercanías, se vuelven cotidianas en Kcho estudio Romerillo, Laboratorio para el arte. La experiencia de la wifi, que a pesar de ser corta, puede pensarse como una antesala de cómo será Cuba informatizada, revela que el principal interés de quienes llegan hasta allí es comunicarse con familiares y amigos.
Romerillo: Más que una wifi libre
Amanda abre su laptop, se registra como invitada 4 y escribe en la casilla de la contraseña “aquinoserindenadie”. Estudia en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y desde que supo la noticia viene cada tarde para conversar con su padre, quien ya no vive en Cuba.
“Con las tarjetas a casi 5 cuc era imposible. Podía hacerlo un par de veces al mes, no más. Lo que ha hecho Kcho es maravilloso, está uniendo familias”.
—¿Sabes por qué la contraseña?
La primera vez que me conecté, eso me llamó la atención y lo pregunté. Una muchacha que trabaja aquí me explicó que era una frase que Almeida dijo en un combate después del Desembarco del Granma.
—¿Vienes solo por el Internet?
—Normalmente sí, aunque a veces la conexión demora un poco y entro a la biblioteca, a la galería. Converso con otros muchachos.
Eso es lo que intenta Romerillo, acercar a quienes visitan el lugar, jóvenes en su mayoría, a la historia, al arte. Romerillo es más que una wifi libre.
“La wifi es solo un punto más de lo que se ha hecho aquí para darle acceso a las personas a la cultura, la educación. Poner en este lugar obras de Wilfredo Lam, algunas nunca antes vistas como el plato más grande, es también meritorio. Es verdad que muchos llegan aquí por la wifi, pero no puedes irte solo hablando de eso, comenta Leysi Rubio, vocera del proyecto.
Kcho Estudio Romerillo Laboratorio para El arte se comenzó a edificar en el año 2012 al oeste de la capital, en un barrio complicado e inestable. Fueron tomadas 12 manzanas que antes eran seis grandes basureros y sometidas a un proceso de higienización y saneamiento de las calles.
A partir de ahí, se empezó a trabajar en áreas comunes como los parques, la casa de la cultura, y como culminación de esa primera etapa, se inaugura el El laboratorio para el arte.
Según Kcho, datos del Ministerio del Interior refieren que Romerillo es la comunidad donde más decreció el índice delictivo en el último año en la capital. Y puede que la matriz radique en este proyecto de utilidad y crecimiento social.
La voluntades redireccionan este barrio. Romerillo unos años atrás parecía signado para siempre por la violencia, los conflictos; se le definía como “una barriada socialmente complicada”. Hoy Romerillo es también la primera plaza de internet libre y gratuito, un lugar donde emana el arte como forma de cambio. Hoy este barrio está redefiniéndose, reparándose. Ojalá se aprenda de Romerillo.
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