Por José F.
González Curiel / Universidad Sancti Spiritus
Soy de los que defienden a capa y espada el proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, aunque el término “normal” siempre será cuestionado cuando de vínculos políticos entre gobiernos diferentes se trate; soy de los creen que las posturas extremas pasaron de moda; que las nuevas generaciones de los nacidos aquí y allá van asumiendo también posturas diferentes ante el asunto y soy de los que siempre ha manifestado en las redes sociales, que el camino apenas se inicia, por lo que lograr la supuesta normalidad no será nunca a la manera del camaroncito duro.
La visita de Obama
cubrió mis expectativas personales, que no eran más de las que un presidente
norteamericano puede hacer para dejar su legado al final del mandato, pero con
una carta de entrega pendiente a sus sucesores candidatos demócratas en el
proceso electoral que ya está en marcha.
En su lógica de desatar y atar, como el pescador que da
cordel y recoge, el presidente norteamericano mezcló públicamente el
reconocimiento a las virtudes de Cuba con algunos de nuestros defectos, pero se
quedó a mitad del camino.
¿Hasta dónde
avanzó?
En su rechazo al terrorismo y su proyección de “cerrar filas, al margen de nacionalidad,
raza o creencias religiosas, en la lucha contra este flagelo…”, lo cual
constituye un reconocimiento de las acciones de Cuba en contra de este mal, por lo que fue excluida de su supuesta
y cuestionable lista de países patrocinadores del terrorismo; lista hecha por
el primer país en tirar las bombas atómicas, el país donde se persigue a los
que publican las violaciones a los derechos humanos de su gobierno y de su
ejército en todas partes del mundo, un país donde muchos negros son asesinados
por policías en las calles, el país donde se pasean confesos organizadores de
voladuras de aviones y de poner bombas en nuestros hoteles…Pero al fin, su
pronunciamiento es adecuado.
El “saludo de paz”
y el reconocer que “he venido aquí a
enterrar los últimos remanentes de la Guerra
Fría en las Américas” baja el tono de la retórica tradicional de ambas
partes, postura similar a la asumida por el Gobierno de Cuba, asunto
muy necesario para cumplir con las verdaderas expectativas de todos los
cubanos, excepto los pocos que desde Miami
hacen de la guerra “caliente” un
negocio millonario.
De igual forma es halagüeño su reconocimiento de que “los Estados
Unidos y Cuba son como dos
hermanos que han estado distanciados por muchos años, aunque llevemos la misma
sangre”. Ello presupone que “a pesar
de nuestras diferencias, cubanos y estadounidenses comparten valores comunes en
sus vidas”. Los nexos culturales constituyen eslabones mediadores que
pueden favorecer una relación de mutua colaboración entre pueblos y gobiernos.
Falta que las heridas de los cubanos de ambos lados no ahoguen en sangre la
buena voluntad de un proceso racional y necesario como el que vivimos hoy.
También es alentador su pronunciamiento claro: “Como Presidente de los Estados Unidos, he exhortado a nuestro Congreso a levantar el
embargo”. Razones le sobran para ello, incluyendo los intereses de sus
propios nacionales de invertir libremente en Cuba, lo que también es violación de un derecho humano de los
norteamericanos.
Reafirmó sus virtudes que ya conocíamos, pero ahora las
vimos más de cerca y cuando le escuchaba pensaba en la normativa que pueda
garantizar la continuidad de este proceso con las venideras administraciones y
afloraban a mi mente aquellas tantas cosas que nunca me han gustado de aquel
sistema político que también tiene sus imperfecciones…
¿Dónde se quedó
a mitad de camino?
En su visión histórica de que “las azules aguas bajo el Air
Force One, fueron una vez surcadas por acorazados hacia esta isla para
liberar a Cuba, pero también para
ejercer control sobre ella”. La primera mitad es muy relativa y discutible
al desconocer el esfuerzo de los patriotas en tres guerras (la de los diez
años, la chiquita y la de 1895) y la situación real a la que las luchas por la
independencia, liderada por los propios cubanos había impuesto a una España semidesgastada y atrasada en
todos los órdenes. No fueron los acorazados norteamericanos los que vinieron a
liberarnos así de simple. La segunda mitad es real: el verdadero objetivo de la
intervención militar norteamericana, como epílogo de la guerra de 1895, fue el
control norteamericano sobre Cuba.
Nada nuevo en el enfoque de los derechos humanos desde la
visión neoliberal, con fuerte énfasis en los derechos civiles y políticos, como
los del pluripartidismo como sinónimo de democracia, la elección directa del
Presidente en un sistema político como el nuestro que no es presidencialista, y
otros tantos, minimizando los derechos garantizados por Cuba a todos los ciudadanos en el orden económico, social y
cultural, aunque se refirió a algunos de ellos como logros de la Revolución de
forma somera. Al respecto apuntaba: “Cuba ha enfatizado el papel y los derechos del Estado; los Estados Unidos
fueron fundados en los derechos de la persona individual.”
Se equivoca al referirse a los derechos “del
Estado”. Los derechos priorizados por Cuba, como la educación, la salud, la cultura, el deporte, el
trabajo, la seguridad social, el medioambiente sano, entre otros, son también
derechos del ciudadano concreto. Más bien debió decir la sociedad porque en un
proyecto colectivista como el nuestro lo social se da en y a través de lo
individual.
A medias dejó el enfoque de los cambios que han ocurrido en
la sociedad cubana de 1959 hasta la fecha. Clásicamente “se le fue la guagua” –como se dice en Cuba al que descubre algo que ya está descubierto- al pedir “que
cada persona debe ser igual ante la ley”.
Todos los niños merecen la dignidad que viene con la
educación y la atención a la salud, y comida en la mesa y un techo sobre sus
cabezas. Creo que los ciudadanos deben tener la libertad de decir lo que
piensan sin miedo, de organizarse y criticar a su gobierno, y de protestar
pacíficamente; y que el Estado de Derecho no debe incluir detenciones
arbitrarias de las personas que ejercen esos derechos.
Creo que cada persona debe tener la libertad de practicar
su religión en paz y públicamente…” Evidentemente le falta información sobre Cuba y sobre los problemas aún no
resueltos en los Estados Unidos de
hoy… Incluso, al referirse a la lista de asuntos que sobre los Estados Unidos le preocupa a Cuba minimizó el asunto diciendo que Raúl Castro tenía una lista más larga y
mencionó solo algunos.
Quien sea realista no creerá la categórica afirmación de Obama de que “en los Estados Unidos, tenemos un claro monumento a lo que el
pueblo cubano es capaz de construir: se llama Miami. Aquí en La Habana,
vemos ese mismo talento en los cuentapropistas, las cooperativas, los autos
antiguos que todavía ruedan.”
Vamos por parte. Primero:
si bien los cubanos de Miami son
cubanos, son nuestros emigrados, son parte de nosotros mismos y van buscando
prosperidad económica por sobre todas las cosas, los cubanos que permanecemos
en Cuba hemos estudiado
profundamente el asunto y no es precisamente Miami el prototipo de las aspiraciones nacionalistas. Segundo: no todo el que va triunfa, se
adapta, mejora…Tercero: el monumento
al que aspira el cubano –y eso está debidamente estudiado- es a vivir en su
tierra, con su familia, trabajar y vivir honorablemente del resultado de su
trabajo, sin menosprecio de los muchos monumentos que Cuba tiene hoy para sus hijos, reconocidos por todas las
instituciones serias del mundo.
Por otra parte se queda a medias el Presidente cuando de
manera desbalanceada pone sus esperanzas de progresos solo en el sector no
estatal. La mejor manera que hemos tenido los cubanos de sobrevivir al bloqueo-
“embargo” ha sido desde los fondos
sociales de consumo distribuir los resultados del trabajo en una economía donde
predomina la propiedad social –cooperativa y estatal- y donde los derechos fundamentales
que Obama minimiza se garantizan por
el Estado de manera presupuestada.
En el mundo entero el llamado cuentapropismo en el
vocabulario cubano es economía de subsistencia y en la medida en que avanza la
privatización y el mercado como formas de regular y dominar la economía crecen
los desbalances sociales generadores de crisis de todo tipo. Además, el sector
no estatal no tiene actualmente la capacidad de inversión que necesita un
progreso rápido de la economía nacional ni garantiza una distribución adecuada
de la riqueza social, con lo cual volveríamos a los problemas ya superados de
la historia anterior a 1959. Basta para entender este asunto con mirar a
nuestros vecinos que han tomado el camino abiertamente neoliberal, porque
nuestro espejo no puede ser Alemania,
Francia ni los propios Estados
Unidos…se equivoca quien piense así y hay que educar para que no nos pase
como a los argentinos en los últimos meses.
Es ambigua y variopinta su apelación “a los jóvenes cubanos, que son los que van a levantar algo, a
construir algo nuevo”, como si Cuba fuera
una ruina que hay donde todo está en el suelo; algo así como quedan los lugares
que son atacados por sus drones o por sus bombas inteligentes. En Cuba hay muchas cosas que cambiar, pero
lo haremos a nuestra imagen y semejanza, con la participación de todos en
tantos y tantos debates libres y democráticos sobre el camino a seguir. Creemos
en los jóvenes, pero para seguir levantando el edificio; es insultante y
carente de credibilidad hablar de “levantar
algo…” como si nada estuviera en pie.
¿Dónde se
equivocó?
Dijo textualmente que “Cuba no tiene que ser definida por ser adversario de los Estados Unidos, más de lo que los Estados Unidos deben ser definidos por
ser adversarios de Cuba”. Fue a
buscar el balance donde no lo hay. Veamos:
es Estados Unidos quien tiene una
ley “de embargo”- bloqueo contra Cuba pero en Cuba no hay ley que afecte a Estados
Unidos; fue Estados Unidos el
principal implicado en la invasión de Girón,
desde Cuba no se ha apoyado
directamente ninguna invasión contra Estados
Unidos; fueron los aviones de Estados
Unidos los que sistemáticamente violaron el espacio aéreo cubano y no al
revés; los Estados Unidos, teniendo
cohetes nucleares en Turquía usaron
toda sus fuerzas cuando la crisis de octubre para que la URSS no los tuviera en Cuba;
fue desde Estados Unidos que se
apoyó y financió las bandas de alzados contra la Revolución en los años 60 y digo bandas porque realmente su modo de
operación dedicado a matar maestros, campesinos, sabotear sin atacar ninguna
posición del ejército los hicieron realmente bandidos de poca monta; es Estados Unidos quien ocupa ilegalmente
una base naval en Cuba pero Cuba no tiene bases militares en Estados Unidos; es Estados Unidos el país desde donde se realizan transmisiones
radiales y televisivas para subvertir el orden en Cuba pero desde Cuba no
se realizan esas transmisiones; es Estados
Unidos quien financia todo tipo de acciones contra Cuba, no al revés; es Estados
Unidos el país que alberga a los terroristas que han tumbado aviones y han
puesto bombas, los que han organizados los tines de infiltración armada para
sabotear instalaciones y matar hijos de este pueblo, por lo que si somos
honestos, debían incluirse ellos mismos como Estado patrocinador del terrorismo hasta este minuto.
¿Qué puede entonces pedirle Obama a Cuba?. Solo
cosas que son decisiones soberanas de los cubanos y que no afectan a Estados Unidos, porque si pasó la época
de la guerra fría, entonces las acusaciones históricas de fomentar los
movimientos guerrilleros en América o
de recibir personas no gratas al imperio ya son aguas pasadas, sin embargo,
muchas de las cosas que Estados Unidos
tiene que cambiar y que afectan directamente a Cuba están aún por ver.
Al final, la visita de Obama no es más que parte del principio
del fin de una historia de anomalías y del inicio del camino de la
racionalidad. Sería bueno también que alguien haga un discurso en cualquier
lugar de Estados Unidos sobre las
cosas que allá no están bien…Pero bienvenida la visita de un hombre que ya hace
historia y la lucha de los cubanos –opinión aparte- debe ser el de la
normalización “con todos y para el bien de todos”
Fuentes:
Fuentes:
http://unissva.uniss.edu.cu/obama-a-mitad-del-camino/
http://davidson.cubava.cu/2016/03/26/obama-a-mitad-del-camino/
http://martianos.ning.com/profiles/blogs/obama-a-mitad-del-camino
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