Es como siempre, como siempre ha sido en los últimos 59 años: un día de mucho estrés para casi todos, también de mucha determinación y esperanza, de mucho júbilo y jolgorio; porque no todos los días del año se abre una puerta tan grande y se tiene delante un camino infinito para construir el futuro, para construir tu futuro. Este es un día mágico en el que se puede escuchar el llanto de algunos pequeños ante el temor de lo nuevo, de separarse de mamá y papá; hasta la risa escandalosa, sobre todo de los que ya conocen la experiencia y vienen decididos a repetirla, este es el día en el que es muy difícil que algún cubano y cubana no sea –por lo menos- cómplice consciente. Este es el día en que adolescentes y jóvenes pueden mirar hacia adelante con la certeza de que es posible alcanzar la meta que se propongan; es por eso y mucho más un día mágico y grande.
Esta es mi nostalgia por no estar presente físicamente este día, sin embargo dos cosas me reconfortan, estaré allí espiritualmente, allí estará mi corazón de maestro; y sobre todo porque mis colegas van a vencer en el empeño para que más temprano que tarde pueda estar con ellos.
No dejen de esperarme, esa también es mi medicina.
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaEstrellaQueIlumina / CubaSigueLaMarcha /
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