Autora: Liliam
Marisel Quiñones Colomé / Universidad Sancti Spiritus
Fotos: Ibraim Salgado
y Jorge Martinó
Diciembre se
espera siempre con el regocijo de celebraciones que han marcado la historia de
nuestro país como la llegada victoriosa del Granma el día 2, que trajo en su seno al Líder rodeado de seguidores convencidos en el triunfo, que
cristalizaría algo más de dos años después, y que desde entonces es el Día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
En diciembre, los
educadores y el pueblo todo, festejan desde hace 55 años, la conquista contra
la ignorancia, la incultura y el analfabetismo; se incendian las mentes con la
sabiduría alcanzada, nos envidia el mundo por haber derrotado al analfabetismo
y nos agradecen el altruismo, que aprendimos con Fidel, para enseñar a leer y escribir en cualquier confín de este
planeta.
Diciembre se
viste de gloria en Sancti Spíritus al
paso del Ejército Rebelde que libera ciudades y pueblos de la afrenta del
capitalismo; y junta, desde 1959, no
solo el recuerdo de los combates, de la caída de los cuarteles de la tiranía,
de la victoria de Camilo en Yaguajay, del ingenioso “Dragón 1”, de la huida del
tirano, sino la llegada de un enero luminoso que supo enlazarse con los días
previos para dar unas felicidades diferentes al Año Nuevo y abrazar a los barbudos en su paso con la Caravana de la Libertad.
Este es otro diciembre.
Ha llegado triste y nublado en una madrugada que no vaticina la salida temprana
el Sol. Lloviznas a intervalos preceden y acompañan a un cortejo fúnebre que
nunca imaginamos posible, y hoy es real. Tan real como el mar de pueblo que le
acompaña desde que otra caravana, en viaje a la semilla, lo trae desde La Habana, para escuchar otra vez su
voz y sentir su cálida y eterna presencia, en su regreso a Santiago de Cuba para estar al amparo de su maestro y consejero: José Martí.
El de hoy, es un diciembre
sobrio, marcado por el silencio cómplice que ha hecho enmudecer cada rincón
espirituano para dejarnos escuchar solo el trino de las aves como sinfonía que
la naturaleza le regala al Soldado de las ideas.
“Los agradecidos te
acompañan”, dice la letra de la canción que en cuatro días ha recorrido el
universo para dignificarte más; no solo ahora, sino siempre, porque si cada diciembre nos ha permitido festejar las
conquistas que llegaron contigo, a partir de este diciembre el compromiso de continuar tu obra ha quedado, de manera
expresa, en los millones de cubanos que aclaman, dicen y repiten por convicción: ¡YO SOY FIDEL!
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