Maestros en falta / Lisandra Gómez Guerra / Escambray
Cuando solo restan horas para el inicio del curso escolar, vuelve a
ponerse sobre la mesa de análisis la cobertura docente, un asunto que
camina con morosidad en Sancti Spíritus, tan así es que de forma
inmediata no se vislumbra un futuro alentador.
Y aunque el tema no es novedad para directivos del territorio, del
Ministerio de Educación (Mined), docentes, familiares de estudiantes y
lectores —porque este semanario ha sido portavoz de debates similares—,
sin duda, las estrategias para revertir la falta de maestros en las
aulas espirituanas han sido insuficientes.
Un análisis cuantitativo lo corrobora. En el período lectivo
2017-2018 asumirán el timonel de las aulas 1 373 personas como
alternativas de esa necesidad real de la provincia; una de las mayores
cifras del país, según reconoció la titular del ramo, Ena Elsa Velázquez
Cobiella, durante su última visita a Sancti Spíritus.
Precisamente, en ese encuentro se evaluó esa realidad como el gran
talón de Aquiles del sector educacional en estos predios, ya que la
cifra de maestros en falta ha crecido por años y hoy sobrepasa lo
permisible.
Los municipios más afectados son Sancti Spíritus y La Sierpe,
mientras que las mayores incidencias recaen en Secundaria Básica, la
Enseñanza Técnica y Profesional, escuelas pedagógicas y
preuniversitarios; una realidad que obliga al desvelo.
No obstante, Edelberto Cancio Lorenzo, director provincial de
Educación en Sancti Spíritus, aseguró que ya se han realizado todos los
análisis para que ninguna de las aulas abra el próximo 4 de septiembre
sin un docente.
Para ello deberán recurrir, como en otros años, a los jóvenes que
integran los contingentes de la Federación Estudiantil Universitaria
(75) y el Pedagógico Wilson Rojas (20), el cual incidirá solo en La
Sierpe. Los contratos por hora (1 184), los miembros de los consejos de
dirección de los diferentes planteles (27) y otras plazas (40) se
cubrirán bajo el término de incremento de carga de trabajo, quienes
recibirán remuneración por realizar labores extra.
Cada una de esas modalidades que busca paliar la ausencia real de
educadores será, a juicio del directivo, prioridad en las escuelas para
su preparación metodológica y el resto de las tareas que deberán
protagonizar.
Sin embargo, la ministra de Educación alertó que es una preocupación
la existencia de tantos contratos por hora, equivalente a más de la
sexta parte del total de profesionales del sector, ya que no solo se
aspira a la impartición de conocimientos, sino a la formación integral
del estudiante, por lo que se precisa del acompañamiento del alumno en
otros espacios. Tener que alternar la docencia con otras
responsabilidades les impide a dichas personas, muchas veces, formar
parte de esos complejos procesos.
Igualmente, la titular llamó a no tener miedo a hablar de déficit de
maestros, aunque se logre completar las vacantes con las diversas
alternativas, pues el reducido número de profesionales con que contará
el territorio no permitirá con soltura suplir, durante la evolución del
curso escolar, las ausencias repentinas que puedan aparecer como
licencias de maternidad o certificados médicos por enfermedad. Cuando
situaciones como esas ocurran, será casi una quimera no perturbar el
proceso de enseñanza durante varios días porque no se contará con el
personal necesario para que asuma.
Mas, la falta de maestros no solo afecta el curso escolar 2017-2018,
sino que trasciende mucho más, ya que en Sancti Spíritus hoy no existe
una cantera en formación que satisfaga la necesidad real del territorio.
Por ejemplo, la formación pedagógica la cursarán 494 estudiantes de un
plan diseñado para más de 600. Únicamente la especialidad de profesores
de Inglés cumplió con lo establecido. La historia de las escuelas
formadoras de maestros en la provincia evidencia que poco más del 60 por
ciento de sus matrículas se llega a graduar.
De igual modo sucede con quienes ingresan a la enseñanza superior en
carreras de perfil pedagógico, las cuales en algunas disciplinas no
cuentan con grupos por no tener matrícula y otras han tenido sus
graduaciones muy deprimidas.
Otra alternativa asumida en el territorio para ganar un mayor número
de maestros es la formación de docentes en el nivel medio superior en la
Enseñanza Técnico y Profesional y Secundaria Básica. Pero esas
modalidades de continuidad de estudios tampoco estuvieron en la
preferencia de opciones entre quienes terminaron el noveno grado.
Velázquez Cobiella sugirió que, además de incidir en la formación
vocacional, urge potenciar el curso del duodécimo grado en la
universidad para garantizar que prosigan en ese centro en las
disciplinas pedagógicas, gracias a la posibilidad de no hacer exámenes
de ingreso.
De acuerdo con esa fuente, resulta alarmante que Sancti Spíritus no
logre en un futuro cercano la cantidad de profesionales que demanda. Por
ello, llamó a no conformarse y trabajar en ese sentido como sucedió en
otras provincias con particularidades socioeconómicas y políticas más
complejas como La Habana y Matanzas, donde ya el panorama no es tan
desalentador.
Además, de esa deprimida cantera en formación incide en el estado
actual de la cobertura docente espirituana el éxodo de profesionales en
el sector, el cual contó al cierre del último curso con 360 bajas.
Y aunque se han puesto en práctica un sinnúmero de alternativas que
buscan reconocer a los educadores, como priorizarlos en la compra de la
cuota del gas y llevar a los mejores durante la etapa estival a la
playa, según explicó Cancio Lorenzo, aún es insuficiente.
A pesar de que el salario en Cuba es tópico para otro comentario, y
no satisface las necesidades, precisamente ese elemento no es el de
mayor incidencia en la decisión de abandonar el sector, ya que la
remuneración económica no se encuentra entre las más bajas del país.
Mas, una verdad de Perogrullo delata a todas luces que sí existen
factores lacerantes como sobrecarga de docencia; incumplimiento por
parte de los consejos de dirección en algunos centros de las
flexibilidades aprobadas para el horario de los profesores y su
preparación personal; poco reconocimiento social y escaso respaldo de
las familias de los estudiantes, verdaderos desafíos de la rama
educacional que precisan ser revertidos para retener a quienes hoy
apuestan por las tizas y el pizarrón y seducir a quienes mañana
impactarán en la formación de otras generaciones.
Fuente:
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario