Blog_CubaSigueLaMarcha

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martes, 3 de enero de 2017

No hay Cuba sin Fidel



No hay Cuba sin Fidel / Por Johana Tablada / Cubadebate



No habrá monumentos, ni esculturas, ni avenidas, ni plazas que lleven su nombre pero no habrá Cuba sin Fidel y eso lo sabemos todos. Hay una obra imborrable que marcó un antes y un después en la historia de Cuba, de América Latina y en la historia universal y que aún despierta admiración por la rara coherencia entre el noble sueño de una generación y su legado. El que revise hoy las prioridades del proyecto de presupuesto que aprobó el parlamento cubano en diciembre del 2016 comprenderá.
Perdurará en su pueblo que, por primera vez en la historia, alcanzó su libertad, su dignidad, su independencia y soberanía con un proceso que suscita la admiración y respeto del mundo entero y que ha conducido a Cuba el lugar número 44 en el índice de desarrollo humano.
Es una obra joven e inacabada, siempre asediada, en la que sobran los aciertos con beneficios para todos y en el que se acumularon también errores, pero ninguno de la magnitud de los que hoy se nos acusa. Son reconocidos los modelos de educación, salud, bienestar social y participación política de Cuba, un sueño lejano en cualquier latitud. Ausentes están en Cuba grandes vergüenzas de la humanidad, como el hambre, la muerte por enfermedades curables, el terrorismo, el crimen organizado, la impunidad de la corrupción.
Ha sido difícil asistir en las últimas semanas a la operación de “caracter assasination” contra un hombre de la estatura de Fidel. Las calumnias y acusaciones no son nuevas y, desde el inicio, acompañan la propaganda contra la Revolución, única via de sustentar una política de bloqueo y agresión cuyo verdadero propósito es asfixiar la economía, aislar internacionalmente a Cuba y restablecer a un gobierno que responda a los intereses de Estados Unidos.
Esta política fracasó. No ha funcionado y no va a funcionar. El mérito mayor de Fidel fue su capacidad de inspirar a muchos en la búsqueda de un sistema alternativo al que quiere imponer el capital transnacional. También lo fue su optimismo y su fe en la victoria.
Fidel no fue ni un dictador, ni un asesino, ni deja cuentas millonarias, ni gobernó a Cuba por la fuerza. Eran famosos sus intercambios con el pueblo en cualquier lugar, sin protocolo, sin distancias, sin temor a decirle la verdad.
Siempre que me preguntaron por qué tuvimos el mismo presidente tantos años; yo respondía que el pueblo sentía que mientras Fidel estuviera al frente de Cuba sus intereses estarían protegidos, que nadie quedaría desamparado, que las personas más humildes a las que la Revolución abrió las puertas al conocimiento, a una vida más digna y al disfrute de los derechos humanos no tendrían miedo de perderlos.
Parecería que aquellos que no pudieron vencerlo en vida sintieran que sería más fácil derrotarle después de muerto. Nada más lejos de la verdad. Las imágenes de dolor sincero, de genuino respeto y de íntimo pesar que desde Cuba llegaron a todos los confines del mundo devolvieron a un Fidel cercano a su pueblo, a un líder querido e inolvidable.
Fuentes:

No hay Cuba sin Fidel porque Fidel es Cuba. Por Ilka Oliva Corado

La Revolución Cubana, es una de las hazañas emblemáticas de la humanidad, con propiedad única en humildad y bravura. Decir Cuba es decir conciencia, memoria histórica, es decir identidad, lealtad y solidaridad. Fecundidad.

Desde hace 58 años surge la pregunta de rigor en el imaginario colectivo, manipulado por la mediatización, ¿qué será de Cuba sin Fidel? ¿Fracasará la Revolución? La respuesta se encuentra en el mar bravío, en las montañas, en los caseríos, en el malecón, en la raíz de los árboles: Cuba sin Fidel es Cuba con Fidel, porque Fidel es Cuba, Cuba es Fidel

Como Cuba también es cada uno de los que hicieron posible la Revolución. 

No hay Cuba sin Fidel, porque Fidel es el pueblo mismo, es la mano del campesino, la voz de los abuelos, es la poesía de los caminos reales, la sombra de las palmeras; la energía de la juventud, la inocencia de los niños, es el abrazo hermano. La Revolución Cubana es el grito sonoro de los ríos indómitos, de los campos en flor, de la dignidad vuelta aguacero y fogón. 

La Revolución Cubana nos ha demostrado durante 58 años que la resistencia es posible, que es posible la liberación de los pueblos, su desarrollo y progreso. Que la utopía y la locura juntas, son la poción perfecta para llevar a cabo las grandes rebeliones. Porque solo los locos en su demencia son libres. 

La Revolución Cubana nos enseña que la integridad, el escrúpulo y la honra son innegociables. La Revolución Cubana ha sido calumniada desde que los barbudos deschavetados liberaron la isla, sin embargo Cuba sigue educando al mundo; cada segundo, día a día, demostrándole su humildad, su solidaridad internacional, su memoria histórica y su amor a los pueblos en desarrollo. 

Por más que digan, por más que inventen, por más millones que gasten en difamarla en cuanta plataforma se preste para el atraco, Cuba sigue siendo libre, país entero, próspero y saludable. 

En el aniversario 58 de la Revolución Cubana, honramos a quienes se atrevieron a soñar, a luchar y a entregar sus vidas por la liberación del pueblo cubano. A los ancestros, a los mártires, a los anónimos, a todos los que desde su lugar en la lucha han hecho posible la Cuba de hoy. Hoy más que nunca, que retumbe el nombre de Fidel en el eco de las montañas y en las tempestades de los mares despiertos. 

¡Larga vida a la Revolución Cubana! ¡Viva Fidel! ¡Viva Cuba! ¡Viva la Patria Grande!

Fuentes:





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