Blog_CubaSigueLaMarcha

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viernes, 8 de julio de 2016

¿Una nueva esperanza para el petróleo cubano?



Cuba, Estados Unidos y México dieron esta semana los primeros pasos para delimitar la última frontera pendiente en sus aguas territoriales.

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Según un comunicado de la cancillería mexicana, entre el 5 y el 7 de julio pasado se llevó a cabo en el Distrito Federal la primera ronda de consultas sobre la definición de las fronteras del llamado Hoyo de la Dona Oriental del Golfo de México.
Se trata de un área de aproximadamente 20 000 km² que se extiende más allá de las respectivas 200 millas de zona económica exclusiva de las tres naciones.
Las partes acordaron reunirse en los próximos meses para avanzar en la construcción de los acuerdos definitivos.
Un entendimiento podría destrabar la explotación de los hidrocarburos en la zona e impactar en la economía regional, especialmente en la de Cuba, que lleva varios años intentando dar un salto en su producción petrolera.

EL ORO NEGRO CUBANO

Tanto México como Estados Unidos extraen considerables cantidades de petróleo y gas del golfo. Para los norteamericanos representa cerca del 17 % de toda su producción y el 14 % de las reservas; mientras que los aztecas extraen unos 2,5 millones de barriles anuales, principalmente de sus aguas someras.
Según los especialistas, la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de la Mayor de las Antillas comparte los mismos escenarios, igual roca madre, reservorios y sellos que sus vecinos.

Cuba apenas produce la mitad de los cerca de 140 mil barriles diarios que consume, en la mayoría de los casos con pozos perforados desde tierra.
La Habana tiene los ojos puestos desde hace años en sus aguas profundas en el Golfo de México. Un estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) realizado en el 2004 evaluó en 4,600 millones de barriles de petróleo y 9,8 billones de pies cúbicos de gas natural el potencial de la cuenca norte.
Otros estudios elevan ese potencial hasta 20 mil millones de barriles, lo que ubicaría a la isla a la par de países tradicionalmente petroleras como Ecuador y Colombia.

UN NUEVO ESCENARIO


Una de las peculiaridades de la Scarabeo 9 es que menos del 10 % de sus componentes se fabricaron en Estados Unidos.
Aunque nadie pone en duda la existencia de los recursos, hasta ahora han sido infructuosas las pocas perforaciones en la ZEE de Cuba.

La buena noticia es que otros países como Noruega también pasaron por años de espera y decenas de intentos fallidos antes de dar el salto a potencias petroleras. Y la mala, que los bajos precios actuales del crudo desestimulan las inversiones en aguas profundas, con altos costos añadidos.

El gran obstáculo es el bloqueo económico de los Estados Unidos, que impide la participación de los gigantes de la industria en el mercado cubano e impone fuertes riesgos financieros a quienes lo intentan.
La plataforma Scarabeo 9 — con la que se llevaron a cabo varias perforaciones en la ZEE en el año 2012 — tuvo que cumplir con difíciles condiciones como no utilizar más de un 10 % de componentes estadounidenses.
Pero el deshielo de las relaciones entre La Habana y Washington podría cambiar el panorama y una señal clara podría venir de un acuerdo sobre la Dona Oriental.
Las empresas petroleras estadounidense tienen vedado perforar en un perímetro de 100 a 125 millas alrededor del estado de la Florida. De ahí que un acuerdo tripartito podría convertir a la Dona Oriental en una plataforma para la exploración de todos los recursos en la zona oriental del Golfo de México.
La claridad legal también despejaría todas las dudas sobre los cuadrantes de la zona económica exclusiva cubana cercanos a la Dona, los cuales hasta el momento están prácticamente inexplorados.
Las empresas petroleras estadounidenses han mostrado algún interés, pero su nivel de cabildeo a favor del fin de las sanciones a Cuba es incomparable al de otros sectores como la agricultura.
Las discusiones que se llevaron a cabo en México y que continuarán pronto podrían hacerles cambiar de opinión.

Por Sergio Alejandro Gómez
Fuentes:

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