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martes, 9 de octubre de 2018

Advierte artículo de revista Science que EE.UU. podría desarrollar armas biológicas con insectos



Advierten que EE.UU. podría desarrollar armas biológicas con insectos / Prensa Latina


El proyecto Insectos Aliados que impulsa el Departamento estadounidense de Defensa puede ser percibido ampliamente como un esfuerzo por desarrollar armas biológicas, advierte un artículo publicado en el número de hoy de la revistaScience.
Bajo el título ¿Investigación agrícola, o un nuevo sistema de armas biológicas?, un grupo de cinco científicos y académicos europeos cuestionó los fines del programa anunciado en 2016 por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (Darpa) del Pentágono.
Según las autoridades, el propósito de ese proyecto es estudiar si los insectos pueden ser reclutados para combatir la pérdida de cultivos durante emergencias agrícolas.
Para ello, los insectos portarían virus de ingeniería genética que podrían implementarse rápidamente si los cultivos críticos como el maíz o el trigo se volvieran vulnerables a una sequía, una plaga natural o un ataque repentino por un arma biológica.
El concepto prevé que los virus hagan modificaciones genéticas que protejan a las plantas inmediatamente, precisó el diario The Washington Post.
Pero los autores del artículo publicado en Science argumentaron que Insectos Aliados involucra tecnología que ‘puede ser ampliamente percibida como un esfuerzo por desarrollar agentes biológicos para propósitos hostiles y su medios de entrega’.
Si eso fuera cierto, constituiría una violación de la Convención de Armas Biológicas, señalaron los expertos de instituciones de Alemania y Francia.
El gerente de ese programa de la DARPA, Blake Bextine, rechazó el artículo de Science, al manifestar que el programa tiene únicamente fines pacíficos, ha sido revisado por las agencias gubernamentales responsables de la seguridad agrícola y posee múltiples niveles de salvaguardas incorporados en los protocolos de investigación.
‘No creo que el público deba preocuparse. No creo que la comunidad internacional deba preocuparse’, manifestó en una declaración alPost sobre el programa, del cual dijo que se encuentra en su fase inicial.
Pero una de las coautoras del texto, Silja Voeneky, profesora de derecho internacional en la Universidad de Friburgo, Alemania, reiteró al periódico que existe el riesgo de que el proyecto no se vea justificado por fines pacíficos.
La académica sostuvo que el uso de insectos como una característica clave de la iniciativa es particularmente alarmante, porque estos podrían ser desplegados de forma barata y secreta por parte de actores malévolos.
‘¿Por qué utilizan insectos? Podrían emplear sistemas de pulverización. Usar insectos como un vector para diseminar enfermedades es un arma biológica clásica’, apuntó.
Guy Reeves, otro de los coautores, y biólogo del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva de Alemania, manifestó que la tecnología planteada es más factible como arma, para matar plantas, que como herramienta agrícola.
Darpa podría estar enviando un mensaje alarmante independientemente de sus intenciones, estimó el especialista, citado por la agenciaAssociated Press.
mem/mar

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La revista Science publicó un artículo titulado “¿Investigación agrícola o un nuevo sistema de armas biológicas?” en el que varios especialistas plantean sus dudas sobre un proyecto de investigación del Pentágono (1). 
El programa propone introducir alteraciones genéticas en campos de cultivos ya plantados, utilizando virus infecciosos que se dispersarían a través de insectos. 
Según los autores del artículo, estas características hacen pensar que el proyecto tiene intención de ser utilizado de forma ofensiva y, por tanto, convertirse en una posible arma biológica.
“El programa puede ser claramente percibido como un esfuerzo para desarrollar agentes biológicos con fines hostiles, lo que, de ser cierto, constituiría una violación de la Convención sobre Armas Biológicas”, aseguran los firmantes del artículo, Guy Reeves y Derek Caetano, del Instituo Max Planck de Biología Evolutiva, Silja Vöneky, del Instituto de Derecho Internacional y Ética del Derecho y Christophe Boëte, del Instituto de Ciencias de la Evolución de Montpellier.
Los científicos se refieren al programa Insect Allies, financiado por DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Pentágono (2).
 El programa ha sido definido por la agencia como un método para luchar contra las amenazas que puedan afectar “al suministro de alimentos de los Estados Unidos”, “incluidos los patógenos, la sequía, las inundaciones y las heladas”, pero especialmente aquellas“introducidas por agentes estatales o no estatales”.
Sin embargo, los investigadores aseguran que “el conocimiento que se obtendrá de este programa parece muy limitado a la hora de mejorar la agricultura estadounidense o para responder a emergencias nacionales” y advierten de que, a pesar de haber pasado ya dos años desde su inicio, “ha habido pocas explicaciones públicas de cómo se podrían aplicar los desarrollos derivados de la ejecución del plan a los beneficios agrícolas anunciados”.
El proyecto tiene como objetivo dispersar virus infecciosos genéticamente modificados que han sido diseñados para alterar el ADN de los cultivos directamente en los campos, lo que se conoce como ingeniería genética por transferencia horizontal y que difiere de la modificación genética que se realiza en laboratorio de forma controlada.
 “Las implicaciones regulatorias, biológicas, económicas y sociales de la dispersión de estos agentes horizontales de alteración genética en los sistemas ecológicos son profundas”, advierten los investigadores.
Pero lo que resulta especialmente preocupante para los científicos es el método utilizado para dispersar el virus, ya que DARPA obliga a utilizar insectos como medio de distribución, en lugar de hacerlo con métodos más fáciles de controlar como la fumigación.
 “Todos los beneficios hipotéticos para la agricultura podrían probablemente alcanzarse a través de la fumigación”, afirman los investigadores, por lo que, en su opinión, el enfoque de DARPA refleja “una intención de desarrollar un medio de dispersión con fines ofensivos”.
En el artículo, los científicos plantean un ejemplo a partir de la liberación de insectos infectados con virus modificados genéticamente en un campo de maíz. 
Los insectos afectarían a las plantas, que terminarían teniendo una alteración provocada por el virus.
Los firmantes del artículo también se quejan de la opacidad y la falta de información sobre algunas de las partes del programa. 
Cualquier proyecto de este tipo a nivel mundial tendría que pasar una serie de evaluaciones sobre las implicaciones éticas, comerciales o de bioseguridad, sin embargo, en este caso no se conocen los resultados de tales evaluaciones, ni si las ha habido.
“Si esto se aceptara como la norma mundial para la financiación de proyectos que puedan llevar a cabo investigaciones potencialmente peligrosas, las prácticas y normas que han contribuido a mantener nuestro mundo libre del uso de armas biológicas devastadoras durante más de 60 años podrían verse seriamente socavadas”, concluyen los investigadores.
El programa Insect Allies se inició en 2016, tiene una duración programada de 4 años y actualmente cuenta con más de 27 millones de dólares en contratos de investigación adjudicados a varios consorcios. 
Las plantas objetivo del programa de experimentación son el maíz y el tomate, mientras que las especies de insectos de dispersión incluyen saltamontes, moscas blancas y pulgones.

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