El piropo cubano en la era de Internet / Por Juan Miguel Cruz Suárez
La cubanía sin los piropos es como la yuca sin mojo; se come, pero se disfruta menos.
Me refiero a esos elogios originales, sin groserías ni acosos, que se expresan ante la presencia de ciertos y determinados rasgos corporales significativos, tanto en los contornos, accesorios y ritmos, como en otros asuntos relativos a mujeres y hombres, pues ya no es época de tantas diferencias o de exclusividad varonil en esta materia.
De este asunto se ha escrito y hablado con abundancia; sin embargo, queda mucho por decir sobre todo en tiempos en que todo se actualiza y se moderniza, razón por la cual el gracejo propio de los cubanos también se va nutriendo, en el arte de piropear, con frases y términos un poco más modernos.
Ya he anotado algunos de estos ciber-piropos y tengo verdaderas joyitas de la infogalantería.
Creaciones como:
—“Si me dejas te descargo un Giga de cariño” o
—“Tantas máquinas con Windows 10 por la calle y yo con MSX en mi casa”,
aunque a decir verdad a algunos se les va la mano y reciben la respuesta adecuada, como aquel que envalentonado por la sonrisa zalamera de una de nuestras criollitas le soltó sin más ni más
—“Ni te imaginas como tengo el disco duro”,
a lo cual la muchacha respondió:
—“Pues vas a tener que formatearlo porque a mí tus archivos no me interesan”.
Otros son bastante originales como el que escuché decir a Mario “Pentium 5” , un amigo un poco tímido para otras cosas pero bastante suelto cuando se trata de informática, el hombre se inspiró y le dijo a Maruja Arpegio:
—“Aunque me tumbes la WIFI yo seguiré sentado en tu Parque”.
Todo esto sin dejar fuera la exclamación que le salió del alma a Urbano el cochero, cuando una mujer despampanante que había montado en su carromato le fue a pagar la carrera y este aturdido por aquella belleza solo atinó a decirle:
—“No mi ángel, para ti la navegación en mi Internet es gratis”;
solo que – un detalle – no se percató que a sus espaldas había llegado el marido de la agraciada, quien después de agarrarlo por el cuello le espetó a pocos centímetros del rostro:
—“Mejor le cobras, no sea que te tengan que poner una recarga de dientes desde el exterior”.
Por último sumo un piropito que hace poco le soltaron a Cuquín “la Diosa” fémina de perfectas líneas, quien estando parada en la acera, escuchó como desde un ómnibus le gritaban,
—-“Mima tu no serás Google, pero tienes de todo”.
(Tomado de La Bicicleta)
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaEstrellaQueIlumina / CubaSigueLaMarcha /
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