Blog_CubaSigueLaMarcha

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miércoles, 5 de diciembre de 2018

Fidel, el eterno y más temido adversario del imperio



Fidel, el eterno y más temido adversario del imperio / Por Patricio Montesinos*


Quizás algunos ilusos, descolocados y enemigos acérrimos de Cuba pensaron que la Revolución de la mayor de las Antillas se iría a bolina tras la partida física de su líder histórico, Fidel Castro, pero otra vez se equivocaron, y nuevamente de qué manera.
Durante casi 60 años, los sucesivos regímenes de Estados Unidos, secundados por no pocos de sus conocidos aliados y gobiernos títeres de América Latina y otras regiones, apostaron a lo que siempre denominaron la era post-Castro.
Pues bien, Fidel ya no está físicamente desde hace dos años entre los que habitamos en este convulso planeta tierra, sin embargo, se ha multiplicado entre millones de cubanos y ciudadanos de todos los continentes que le rinden homenaje, y hacen suyos sus preceptos de independencia, soberanía, dignidad, solidaridad y humanismo.
El Comandante en Jefe, como nunca lo dejarán de llamar sus compatriotas y los innumerables amigos de la nación caribeña, fue, es y será siempre un gigante universal de las ideas, y el más temido adversario del imperio en el pasado siglo, en la presente centuria y en las que están por venir. Que nadie dude de ello.
No por gusto Washington y terroristas a su servicio intentaron asesinarlo en más de 600 ocasiones sin conseguirlo, y Fidel se fue el día que quiso, después de decirle una y otra vez a los gobernantes del Norte brutal y revuelto que a Cuba jamás podrán doblegar.
Desafió a cuanto inquilino pasó por la Casa Blanca, y enseñó a su pueblo, como reza un refrán popular que de los cobardes nunca se ha escrito nada.
Entrenó a los cubanos para disimiles futuras batallas, y dejó como uno de sus principales legados el de la unidad, vital para andar por senderos escabrosos y a pesar de cualquier amenaza conseguir la victoria.
Hoy las nuevas generaciones de fidelistas en Cuba transitan por caminos difíciles, todavía bloqueados y amenazados por Estados Unidos, empero convencidos de que siguiendo los pasos firmes y seguros del Comandante en Jefe continuarán triunfando.
La juventud en la mayor de las Antillas lo ha demostrado una vez más en estos últimos días, en ocasión de los homenajes a Fidel por el segundo aniversario de su partida física. Inundaron, junto a seguidores de todas las latitudes, las redes sociales con imágenes y frases históricas de su guía.
Ha sido realmente impresionante, y una tremendísima lección para ilusos, descolocados y enemigos de Cuba.
Recuerdo ahora a un colega amigo que me repetía: Fidel, tras su desaparición física, será más temido por el imperio porque sus preceptos se convertirán en banderas que ondearán eternamente, y nuevos jinetes las portarán en la primera trinchera del combate de las ideas.
*Patricio Montesinos: Periodista español residente en La Paz, Bolivia. Es corresponsal de Cubadebate.

Fuentes:





Lawfare y guerra híbrida: la disputa geopolítica en América Latina




Lawfare y guerra híbrida: la disputa geopolítica en América Latina / Por Silvina M. Romano y Arantxa Tirado




La mega causa del Lava Jato en Brasil, que condujo al golpe contra el gobierno de Dilma Rousseff y al reciente encarcelamiento de Lula da Silva; las causas abiertas contra Cristina Fernández de Kirchner y ex-funcionarios de su gobierno en Argentina; el encarcelamiento del ex-vicepresidente Jorge Glas y la amenaza de juicio penal contra el ex-presidente Rafael Correa en Ecuador, tal como trascendió esta última semana, son algunos ejemplos de la presencia del lawfare en la región.
El lawfare puede ser definido como una persecución política por la vía judicial. En América Latina es cada vez más frecuente la utilización de esta estrategia, en un proceso de reflujo de los gobiernos progresistas y el avance de la derecha neoliberal.
Esta persecución tiene como objetivo la expulsión/aniquilación de sectores, personalidades y proyectos de la esfera política formal; es decir, “eliminar al adversario por la vía judicial[1].
Debe recordarse que el concepto de lawfare proviene del ámbito militar, acuñado por el general Charles Dunlap, para quien el concepto “describe un método de guerra no convencional en el que la ley es usada como un medio para conseguir un objetivo militar”[2]. Se trata de una “guerra” que, en este caso, se dirime en el terreno jurídico/legal y, por ello, hay características que adquieren visibilidad e importancia bajo la lupa de la geopolítica (en general, ausente en las discusiones de la opinión pública).
Hasta ahora, el lawfare -ejemplificado de manera muy gráfica en el impeachment a Dilma Rousseff y el encarcelamiento de Lula Da Silva en Brasil- se muestra como un mecanismo que ha ganado legitimidad y aceptación para la reinstalación de la vía neoliberal, en tanto camino exitoso para combatir la “corrupción endémica en la clase política” -retórica que suele asociarse especialmente a partidos y gobiernos progresistas-.

La “corrupción” como detonante


Esta “lucha contra la corrupción” fue enarbolada tempranamente por organismos e instituciones que han trabajado arduamente para instalar el neoliberalismo como única vía posible en América Latina: Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)[3].
El ajuste estructural iniciado en los’80 fue, en buena medida, justificado por la necesidad de cortar el “derroche” del Estado y aguar la fiesta a los políticos corruptos, lo que se extendió a “los políticos”, en general.
El resultado buscado era (y sigue siendo) que la lógica empresarial sea el horizonte de la praxis política[4]Se trata de deslegitimar la esfera de lo público, contraponiendo lo público -asociado a la politización, la corrupción y la ineficiencia- frente a lo privado, que sería aséptico ideológicamente, impoluto y eficiente.
Con la llegada de gobiernos progresistas, los medios de comunicación hegemónicos retomaron esta bandera como uno de los principales argumentos contra las administraciones públicas: el derroche del Estado, el enriquecimiento de los líderes a costa de las masas empobrecidas, etc.
Lo que a inicios del siglo XXI era algo más bien “incipiente” e intermitente, adquirió protagonismo y permanencia al concluir la primera década. La corrupción se fue transformando en el discurso aglutinador de todos los errores y males de los gobiernos de turno: medios masivos, voces expertas de think tanks y ONGs destinaron tiempo, análisis, informes y opiniones en las redes sociales y medios hegemónicos afines sobre este fenómeno que se muestra como un “cáncer” que carcome las bases de la democracia[5].
En los últimos años, la “guerra contra la corrupción” jugó un rol fundamental en el giro de timón a nivel regional, contribuyendo al retorno de las derechas (por la vía del golpe o de elecciones) al liderazgo en la esfera política formal. Los nuevos gobiernos en Brasil, Argentina o Ecuador se pronuncian inequívocamente del lado de la “ley”, comprometidos a acabar con la malversación de fondos estatales, con el derroche y la ineficiencia de los años de progresismo.
Un dato curioso es que, desde el ámbito militar, se postula que la corrupción constituye una de las principales amenazas para la seguridad continental, uno de los problemas más graves de América Latina que afectaría a EE.UU. El almirante Kurt Tidd, comandante del Comando Sur, así lo ha advertido en sus alocuciones al Congreso de EE.UU. y en diversos informes;[6] su antecesor y actual jefe de gabinete de Trump, John F. Kelly, apuntaba algo similar hace un par de años[7]Según esta visión, la corrupción es peor que el narcotráfico, porque mina los pilares de la democracia.
Algunos analistas llegan a afirmar que la corrupción en América Latina hace más permeable al Estado y abre las puertas a la penetración de grupos terroristas, lo que implica un desafío geopolítico para EE.UU. dada su vecindad.[8] Desde esta concepción de corrupción como amenaza a la democracia y a la seguridad, se construye un vínculo con el lawfare. Lucha contra la corrupción y guerra jurídica confluyen no sólo en el ámbito de la manufacturación de consentimiento pautada desde los medios de comunicación hegemónicos, sino en esferas menos visibles a los ojos de la opinión pública: la de los intereses geopolíticos y geoeconómicos.

Lawfare como estrategia de guerra híbrida para el cambio de régimen


Desde inicios del siglo XXI está cobrando fuerza un nuevo concepto entre los analistas militares, el de “guerra híbrida”. Si bien todavía es un término que necesita mayor precisión y asentamiento, existe cierto consenso en que la guerra híbrida sería una combinación de la guerra regular, de la guerra irregular y la asimétrica.
Se trata de un tipo de guerra que puede ser ejercida por actores estatales o no estatales que actúan “incorporando todo el espectro de modos de guerra, incluyendo todas las capacidades militares convencionales, tácticas y unidades de combate no convencionales, de acciones terroristas, caos desafiante, violencias discriminatorias, ciberguerra, guerra financiera, mediática, etc.”[9]
La ventaja de su uso para los actores estatales radica en pueden realizar acciones de guerra “que pueden ser en, gran medida, no imputables y, por tanto, aplicables en aquellas situaciones en las que acciones más abiertas -y atendiendo a su grado de exposición-, podrían generar rechazo”.[10] Recordemos que las intervenciones en la década de los ’90 en la ex Yugoslavia o en Irak sacaron a la luz el “punto débil del liderazgo occidental”, “la alta sensibilidad a la opinión pública”.[11]
El lawfare constituye, por tanto, un instrumento de la guerra híbrida encaminado al propósito de “erosionar y deslegitimar el prestigio interno y externo, la reputación y el apoyo de una fuerza militar superior, un aparato estatal u organizaciones internacionales”.[12] En este caso, manipulando la ley para llevar a cabo cambios de régimen que tendrían mayores costos políticos, en términos de imagen pública, si se dieran a través de los golpes militares tradicionales.
El hecho de que la mayoría de procesos judiciales, sentencias, denuncias o insinuaciones por casos de corrupción, se concentren en ex-mandatarios o mandatarios latinoamericanos de gobiernos progresistas (aunque no exclusivamente), da pistas de que nos encontramos ante una novedosa estrategia de disputa geopolítica.
Cabe recordar que durante el ciclo político que se inaugura con la victoria electoral de Hugo Chávez en Venezuela en 1998 -seguida de distintos triunfos de una plural izquierda regional- los países gobernados por la izquierda en América Latina emprendieron una serie de políticas soberanas tanto en lo político, como en lo económico y lo militar, en distintos grados e intensidades.
Estas políticas fueron reforzadas con la creación de organismos de integración y/o concertación política de carácter latinoamericanista que mostraban una visión geopolítica alternativa a la de los intereses estadounidenses. Los golpes de Estado judiciales, o las derrotas electorales empezaron a modificar el mapa político dando lugar a una reversión conservadora.
De hecho, parte del giro a la derecha en los gobiernos de la región se ha materializado en importantes modificaciones en el plano geopolítico, considerando especialmente la carrera por acceso a recursos estratégicos (petróleo, agua, biodiversidad). Ello, a su vez, se plasma en modificaciones de lineamientos de seguridad y defensa que van redefiniendo roles de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) a nivel nacional-regional (incluida la función y visibilidad de los militares en la esfera política) y sus vínculos a nivel internacional: ejercicios de entrenamiento y capacitación, compra de armas, desarrollo científico-tecnológico asociado al complejo industrial de la seguridad, etc. Todo esto opera en paralelo y como complemento del giro hacia la derecha.

Algunos ejemplos


En el caso de Brasil, como hemos advertido en varias oportunidades,[13] los intereses del complejo industrial militar de EE.UU., las petroleras y empresas de desarrollo de tecnologías de seguridad y ciberseguridad (incluidas las empresas israelíes) han adquirido gran protagonismo desde el golpe a Dilma Rousseff, apuntalado por discursos y prácticas que legitiman esta presencia.[14]
En Argentina, el martes 5 de junio el bloque oficialista presionó para sesionar sobre el desafuero de Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la causa Nisman (la votación se pospuso hasta fin de año). Por un lado, es una continuidad del lawfare contra el Gobierno anterior, con el objetivo de expulsar de la esfera política formal a una de las líderes de la oposición. Recientemente, la Cámara Federal argentina volvió a arremeter contra la ex-presidenta argumentando que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado y que el motivo fue la denuncia del fiscal contra el Gobierno de Cristina Fernández por haber firmado un memorándum con Irán.[15]
La asociación (sin pruebas) de la ex-mandataria con el caso Nisman abre un enlace con el “terrorismo internacional” (siendo Irán una amenaza clave) en un proceso de alineación del actual gobierno de Macri al discurso y recetas de la guerra contra las drogas + guerra contra el terrorismo, impulsada desde EE.UU. Esto se tradujo en una mayor articulación con fuerzas de seguridad estadounidense en la Triple Frontera (incluida la Administración de Control de Drogas, DEA) para la lucha antinarcóticos, y por la presunta presencia de Hezbollah (en actividades delictivas, lavado de dinero, etc.)[16]. La Argentina, a su vez, está liderando el comité antiterrorista en la OEA[17].
En Ecuador, por su parte, el ex vicepresidente Jorge Glas se encuentra encarcelado por presuntos delitos de corrupción con la empresa brasileña Odebrecht,[18] una de las grandes protagonistas de la “cruzada contra la corrupción” -en buena medida pautada desde el Departamento de Justicia de EE.UU.[19]-. El caso Glas se enmarca en un giro de timón dado por la gestión de Moreno hacia posturas amigables con el derrotero neoliberal, incluyendo un acercamiento EE.UU. que incluye, entre otras cuestiones, el haberle quitado la seguridad adicional a Julian Assange, refugiado en la Embajada ecuatoriana en Londres.
En este cambio de rumbo, que procura mostrar distancia respecto a la anterior gestión, resulta fundamental “ajusticiar” al máximo representante del previo proyecto de país, Rafael Correa. En las primeras semanas de junio, el Fiscal General, a través de la Corte Nacional de Justicia, lanzó un pedido de enjuiciamiento penal contra Correa por su supuesta implicación en una causa de secuestro. De acuerdo a representantes de la bancada correísta, la declaración es improcedente porque debería ser la Asamblea Nacional la que emita dicha autorización[20].
En Venezuela, la creación de un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el “exilio”, paralelo al existente en territorio venezolanoy avalado por la OEA, podría ser utilizado como “tribunal híbrido” dispuesto a intervenir, amparándose en la doctrina de la “responsabilidad de proteger” que justificó “intervenciones humanitarias” de EE.UU. en Haití o la ex Yugoslavia[21].

A modo de cierre


Estos ejemplos permiten introducirnos en la hipótesis de las guerras híbridas como conjunto de estrategias que operan -a veces de modo paralelo y combinado- en espacios en disputa con recursos estratégicos clave, donde existen tensiones políticas y escenarios “inestables”, de polarización o de conflictividad. Con ellos recuperamos el argumento inicial sobre lawfare, rescatando su costado militar y recordando que “es una forma de presionar legalmente al opositor actuando, en muchas ocasiones, de modo conjunto con operaciones militares que obligarán al enemigo a defenderse en diferentes áreas”[22].
Desde esta perspectiva y atendiendo al modo en que se viene implementando el lawfare en la región, entendemos que la guerra jurídica forma parte de un concepto más amplio (en tiempo y espacio) de guerra, la denominada “guerra híbrida”. De hecho, el concepto acuñado por el General Dunlap fue publicado por primera vez en un libro titulado Unrestricted Warfare, es decir, guerra irrestricta (o de amplio alcance) que podría, sin demasiado problema, coincidir con objetivos y alcance de la guerra híbrida.
En conclusión, en América Latina, a la guerra convencional contra el “narcotráfico” y el “terrorismo” (con un indudable trasfondo de intereses geopolíticos en juego), debemos sumar la guerra jurídica, en el marco de una guerra híbrida librada contra los procesos de cambio que atentan contra la vía neoliberal.
Esta guerra jurídica es sólo una de las modalidades que se están aplicando para modificar el mapa económico, político y de seguridad latinoamericano, pues una de las características de la guerra híbrida es la simultaneidad de tácticas, objetivos y escenarios bélicos.
Las guerras híbridas han llegado para quedarse, de modo que su estudio y comprensión son clave para anticipar y poner en evidencia sus mecanismos de funcionamiento.[23]

[1] www.celag.org/wp-content/uploads/2017/03/LawfareT.pdf 
[2]http://harvardnsj.org/2012/04/offensive-lawfare-and-the-current-conflict/
[3] https://openscholarship.wustl.edu/law_globalstudies/vol4/iss3/8/
[4] http://estadoycomunes.iaen.edu.ec/index.php/EstadoyComunes/article/view/183
[5] Vitullo, Gabriel (2012) (org) A ideología do ‘Terceiro Setor’. Ensaios críticos. Natal: Universidad Federal do Rio Grande do Norte, pp. 193-221
[6]http://www.southcom.mil/Portals/7/Documents/Posture%20Statements/SOUTHCOM_2018_Posture_Statement_FINAL.PDF?ver=2018-02-15-090330-243
[7] http://csis.org/multimedia/leading-nexus-development-and-defense
[8] https://www.intdemocratic.org/es/2017/06/corruption-in-latin-america-is-a-geo-political-challenge/ 
[9] Andrei Josan, Cristina (2015) “Hybrid wars in the age of asymmetric conflicts”. Review of Air Force Academy. N°1, Vol 28, p. 50.
[10] García Guindo, Miguel y Martínez-Valera González, Gabriel (2015). “La guerra híbrida: nociones preliminares y su repercusión en el planeamiento de los países y organizaciones occidentales”. Documento de Trabajo del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), 02/2015, Granada, pp. 16-17.
[11] Ibid, p. 5.
[12] Dov Bachmann, Sacha and Munoz Mosquera, Andres B (2015). “Lawfare and hybrid warfare- how Russia is using the law as weapon”. Amicus Curiae, Issue 102, Summer, p. 2.
[13] https://www.celag.org/brasil-y-el-cono-sur-en-la-geopolitica-estadounidense/
[14] https://www.celag.org/eeuu-avanza-sobre-el-brasil-de-temer/
[15] https://www.pagina12.com.ar/119049-que-falta-de-respeto-que-atropello-a-la-razon
[16] https://www.infobae.com/america/america-latina/2018/05/16/alerta-en-estados-unidos-por-un-informe-que-asegura-que-hezbollah-esta-lavando-dinero-en-la-triple-frontera/
[17] https://actualidad.rt.com/actualidad/272636-cooperar-subordinar-argentina-agenda-seguridad-norteamericana
[18] https://www.opendemocracy.net/democraciaabierta/manuella-libardi/odebrecht-largest-corruption-network-in-latin-america
[19] https://www.celag.org/la-corrupcion-problema-america-latina-2/
[20] https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/3/correistas-pleno-asamblea-juicio-penal-rafael-correa
[21] https://www.geopolitica.ru/en/article/hybrid-warfare-hybrid-lawfare
[22] Nonne, Gregory (2010) “Lawfare or strategic communications?” Case Western Reserve Journal of International Law, vol 43, N°1, p. 74.
[23] https://www.geopolitica.ru/en/article/hybrid-wars-and-democratic-security

–https://cronicon.net/wp/lawfare-y-guerra-hibrida-la-disputa-geopolitica-en-america-latina/



El salario de los médicos cubanos llamados por Bolsonaro “esclavos” es superior al de los brasileños ‘libres’



Después de que el presidente electo Jair Bolsonaro (PSL) dijo que los médicos cubanos son ‘esclavos’, el periodista Gilberto Dimenstein fue detrás de datos para hacer una comparación entre la renta del médico cubano y la renta de los brasileños ‘libres’.
Dimenstein llegó a la conclusión de que los médicos cubanos pertenecerían económicamente a la clase más rica de Brasil, o sea, al 1% más rico.
A pesar de muy alta, la relación aún dejó fuera el costo de vida en Cuba y Brasil, lo que aumenta aún más la riqueza del médico‘esclavo‘ cubano en relación al brasileño ‘libre’.
El periodista recuerda que un médico cubano que viene a Brasil a trabajar gana un salario mensual de R $ 3 mil líquidos – o sea, ya descontados los impuestos. También recibe casa y comida gratis, otorgadas por las perfectas brasileñas. “Por lo tanto, la renta neta del médico cubano giraría en el mínimo en torno a los 8 mil. Para que un brasileño ganara ese ingreso neto sería necesario un salario en torno a los 10 mil mensuales – lo que lo coloca en la clase A. Es decir, los más ricos “, dice Dimenstein.
El periodista recuerda que según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la Renta media del brasileño fue de R $ 1.268 en 2017; “Menos del 1% de la población brasileña es rica. Esto significa que 1,5 millones de personas gana más de R $ 8 mil (precisamente R $ 8.518,04). El salario medio per cápita de una familia rica, desde que las cuatro personas trabajen, es de R $ 2.129,51. Es decir, el “esclavo” cubano es parte del 1% más rico de Brasil “,  muestra Dimenstein.
Pero eso es sólo el comienzo de la conversación comparativa entre los médicos cubanos ‘esclavos’ y los brasileños ‘libres’. El costo de vida en Cuba llega a ser 10 veces menor que el precio del costo de vida en Brasil. Un salario mínimo en Cuba gira en torno a 30 dólares mientras que en Brasil es de 265 dólares. Al llevar recursos a Cuba, los médicos ‘esclavos’ se vuelven aún más ricos.
Y hay más diferencias: los médicos ‘esclavos’ tienen las mejores escuelas y facultades del país y los mejores hospitales y tratamientos gratuitamente. Es decir, ese salario de R $ 3 mil en Cuba se convierte en un super-salario.
Vale recordar que el presidente electo Jair Bolsonaro votó a favor de la llamada Reforma Laboral, que retiró derechos de los trabajadores brasileños que ganan un salario mínimo.
Sólo para recordar, un salario mínimo en Brasil no permite pagar ni plan de salud ni escuela privada para los hijos. Pero es un valor que permite ser libre para soñar que un día quedarán ricos.
Tomado de:

¿Por qué los derechistas odian los derechos?



¿Por qué los derechistas odian los derechos? / Por Patricio Montesinos /  No es una interrogante difícil de responder porque es una realidad cotidiana en estos tiempos convulsos que vive Nuestra América y el mundo. Los derechistas tienen un perverso odio por los derechos de sus conciudadanos.
Sin llegar al poder incluso, los representantes del conservadurismo comienzan a vociferar que impondrán recortes sociales, y lo hacen, les quitan la salud y la educación a sus pueblos, anuncian y materializan la privatización de todo, y lanzan a las fuerzas de seguridad para las calles a reprimir y asesinar, si lo estiman conveniente, a cuantos se les ocurra desafiarlos.
Ejemplos hay, desde el electo, pero todavía no presidente de Brasil Jair Bolsonaro, hasta los de Argentina, Mauricio Macri, y de Chile, Sebastián Piñera, quienes además se comportan de manera violenta, y gustan de las armas de fuego, similar al actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
Sí, imitan a Trump, o mejor dicho son sus cachorritos, con el respeto que merecen los animales, como también lo es el secretario general de laOrganización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, uno de los empleados más perverso y sumiso de Washington.
Aunque el mandatario de Estados Unidos los desaire públicamente, como ocurrió recientemente con Macri en la Cumbre deG-20 en Buenos Aires, esos señores se arrodillan a los pies de quien se cree es el emperador de la tierra, y también del cielo.
Pero la animadversión de tales derechistas por los derechos de los humanos trasciende las fronteras de sus países porque sin el menor respeto se inmiscuyen constantemente en los asuntos internos de otras naciones.
Financian y apoyan acciones subversivas y violentas contra Venezuela, Nicaragua y Bolivia, y por si fuera poco hablan hasta de golpes de Estado para derrocar a gobiernos legítimos, como el de Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Evo Morales, que, por cierto, si se preocupan por sus compatriotas, y son ejemplos de solidaridad internacional, al igual que Cuba.
En nombre de la “democracia” oligárquica, por supuesto la de los ricos, acusan a los líderes populares de la Patria Grande de lo que se les ocurra, los agreden continuamente y mienten sin vergüenza alguna.
Claro, ahora los cachorritos de Trump están muy enfadados tras la ascensión a la presidencia de México de Manuel López Obrador, un hombre digno que dejó bien claro en su reciente toma de posesión el camino por donde transitará su influyente país en los venideros años.
Nada de corrupción, injusticia, y neoliberalismo salvaje a favor de los oligarcas y en detrimento de los más desposeídos, precisamente las adicciones malignas que tienen los derechistas y por las que siempre han transgredido los derechos humanos de sus pueblos.

Fuentes:

-https://montesinos2010blog.wordpress.com/2018/12/04/por-que-los-derechistas-odian-los-derechos/



Triángulo de las Bermudas: ¿Un triángulo mortal o leyendas de marinos?



Se estima en forma preliminar que desde el siglo XX en el Triángulo de las Bermudas desaparecieron en forma inexplicable un millar de personas, dos decenas de aviones y 50 barcos, muchos de esas supuestas víctimas de ‘accidentes’ pasaron a la celebridad como fue el caso del USS Cyclops


El propósito de Estados Unidos es uno solo, afectar la economía cubana para después achacarle a la Revolución socialista de los problemas, mediante campañas de prensa fabricadas.
Por estos días, medios estatales de información en Cuba anunciaron la aparición de un nuevo serotipo de dengue hemorrágico, identificado como Den 1, asegurando que es sumamente peligroso y por lo general termina provocando la muerte de las personas infestadas.
¿Casualidad? Para nada, evidentemente su intención es obligar al gobierno a destinar dinero no planificado para enfrentar la epidemia, en momentos en que Estados Unidos arrecia su guerra económica contra la Isla, con la marcada ilusión de derrocar el sistema y que el pueblo se lance a las calles, tal y como hicieron en Europa Oriental durante la puesta en marcha del Programa Democracia, aprobado por Ronald Reagan, para destruir el socialismo.
Aquel Programa, diseñado por ideólogos del partido republicano, aprovechó los errores cometidos por la dirigencia de los partidos socialista europeos, unido al reclutamiento de altos funcionarios que coadyuvaron a su ejecutoria, la conformación de grupos contrarrevolucionarios, una fuerte estrategia de subversión política-ideológica sobre la juventud, sumadas a las deficiencias no corregidas a tiempo por el Partido y los gobiernos estatales.
En medio de la crisis económica que hoy atraviesa Cuba, con un pobre crecimiento del PIB, nuevas medidas de guerras económica y financieras, campañas mentirosas de inventadas enfermedades a los diplomáticos yanquis con el único propósito de afectar el turismo, por ser el renglón más importante de su economía, surge un nuevo serotipo de dengue que, sin dudas será enfrentado con éxito, pero a un alto costo económico.
El dengue no era conocido en Cuba. La primera epidemia del dengue se detectó en 1977 y según estudios realizados el Dr. Charles Heri Calisher, miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población de la Isla tenía anticuerpos del serotipo 02de la enfermedad.
La primera vez que se detecta el dengue hemorrágico en Cuba fue en 1981. En pocas semanas costó la vida de 158 ciudadanos, de ellos 101 fueron niños. El total de infestados ascendió a 344 mil 203 personas. Los gastos para enfrentarla fueron millonarios y el dengue quedó endémico en el país.
Aquellos primeros casos se detectaron simultáneamente en tres localidades de la Isla, distantes entre sí a más de 300 km. En la región de America Latina no había sido reportada, por lo cual existieron elementos suficientes para señalar al autor intelectual y material de esa acción criminal, Estados Unidos.
La verdad salió a flote en 1984, durante el juicio que le celebraba en New York a Eduardo Arocena, agente de la CIA, por asesinar al diplomático cubano Félix García, destacado en la misión ante la ONU.
Sin pudor alguno Arocena declaró: “La misión del grupo encabezado por mí, era obtener ciertos gérmenes patógenos e introducirlos en Cuba”.
Dicha confesión consta en el acta asentada en la página 2189, expediente 2 FBI-NY 185-1009, pero el fiscal no ordenó investigarla.
William W. Turner, ex agente de la Oficina Federal de Investigaciones, FBI, y el periodista Warren Hinckle, aseguraron en un libro publicado: Estados Unidos utilizó la guerra biológica en Cuba durante la administración del presidente Richard Nixon, y la CIA comprometió a Estados Unidos en una guerra secreta no declarada e ilegal contra Cuba, durante más de 20 años”.
Investigaciones desarrolladas confirmaron que aquella forma inicial de dengue hemorrágico, se correspondía a la cepa “Nueva Guinea 1924” (serotipo 02), única en el mundo en ese momento, con lo cual se demostraba que constituía una cepa elaborada en laboratorios.
La revista norteamericana Covert Action, en su edición del 6 de agosto de 1982 afirma: la epidemia de dengue hemorrágico que azotó a Cuba en 1981, pudo haber sido una operación secreta de la CIA”.
En los últimos años, científicos norteamericanos mantienen interés por conocer la reacción al dengue en los diferentes grupos étnicos de la población cubana e incluso obtener muestras de sangre, algo sospechoso porque en los laboratorios de su país nació dicha enfermedad, transmitida por el mosquito Aedes Aegyiptis.
La lista de plagas y enfermedades contra la flora y la fauna cubana es bien amplia, con marcadas evidencias de su introducción desde el exterior, con el único propósito de afectar la economía cubana.
Algunos ejemplos que ponen de manifiesto esas acciones criminales son:
-El Carbón de la caña de azúcar, identificado en 1977.
La Roya de la caña, en 1978.
-La enfermedad Seudodermatosis Nodular Bovina, cuyo agente causal es el virus de SNB. Afectó inicialmente a añojas y novillas. Dicha enfermedad es endémica de África, su agente etiológico se aisló en Italia y Estados Unidos, quien nunca la declaró oficialmente que trabajaba con el virus en su laboratorio de enfermedades exóticas en Plum Island, en fecha coincidente con la epidemia de dengue hemorrágico en Cuba.
Esta enfermedad afectó la producción de leche y se trataron 2 mil 895 focos y 226 mil 181 vacunos enfermos, con un elevado costo financiero.
-Fiebre Porcina Africana. Detectada en 1979. Se comprobó la aparición de dos cepas diferentes del virus introducido. Una variante modificada en el laboratorio y otra con una gran virulencia. Datos oficiales de la época afirman que fueron sacrificados 297 mil 137 cerdos, con una pérdida de 9 millones 359 mil 414 pesos, unido al desabastecimiento alimentario de la población.   
– Conjuntivitis Hemorrágica. Apareció en 1981.Informes de la Oficina Sanitaria Panamericana aseguran que tal epidemia no tenía antecedentes en el hemisferio occidental y fue diagnosticada a solo 4 meses de la aparición del dengue hemorrágico en la Isla.
– Sigatoka Negra. Encontrada en 1990, es el principal problema fitosanitario del cultivo del plátano a escala internacional, pero no se había reportado antes en Cuba.
-Minador de los Cítricos y la Tristeza del Cítrico. Detectadas en 1993 y 1995 respectivamente. Originaria del Sur de Asia se ha extendió desde inicios de siglo hacia África y Australia. Hasta mediados de 1993 estuvo ausente en las plantaciones citrícolas de América. Provocaron grandes pérdidas económicas.
– Broca del café. Apareció en 1995 y no tiene antecedentes en Cuba. Provocó cuantiosas pérdidas en la cosecha y la errogación de millones de pesos en su combate. La produce un insecto que no puede volar más de dos metros, lo que afirma su introducción desde el exterior.
Decenas son los hechos sufridos por el pueblo cubano, ejecutados por los yanquis, todos para intentar entorpecer el desarrollo de la economía socialista y hacerla ver como un fracaso, mientras Estados Unidos se ufana de ser “paladín de los derechos humanos”.
No por gusto José Martí expresó:
“De esa tierra no espero más que males”

Fuentes:




Continua la guerra biológica contra Cuba




Continua la guerra biológica contra Cuba / Por Arthur González /  Descubiendo Verdades / En la vida todo tiene sus causas y también sus responsables, y así pasa con las enfermedades que ha sufrido la Isla de Cuba en los últimos 60 años, tanto las personas como su flora y fauna.


El propósito de Estados Unidos es uno solo, afectar la economía cubana para después achacarle a la Revolución socialista de los problemas, mediante campañas de prensa fabricadas.
Por estos días, medios estatales de información en Cuba anunciaron la aparición de un nuevo serotipo de dengue hemorrágico, identificado como Den 1, asegurando que es sumamente peligroso y por lo general termina provocando la muerte de las personas infestadas.
¿Casualidad? Para nada, evidentemente su intención es obligar al gobierno a destinar dinero no planificado para enfrentar la epidemia, en momentos en que Estados Unidos arrecia su guerra económica contra la Isla, con la marcada ilusión de derrocar el sistema y que el pueblo se lance a las calles, tal y como hicieron en Europa Oriental durante la puesta en marcha del Programa Democracia, aprobado por Ronald Reagan, para destruir el socialismo.
Aquel Programa, diseñado por ideólogos del partido republicano, aprovechó los errores cometidos por la dirigencia de los partidos socialista europeos, unido al reclutamiento de altos funcionarios que coadyuvaron a su ejecutoria, la conformación de grupos contrarrevolucionarios, una fuerte estrategia de subversión política-ideológica sobre la juventud, sumadas a las deficiencias no corregidas a tiempo por el Partido y los gobiernos estatales.
En medio de la crisis económica que hoy atraviesa Cuba, con un pobre crecimiento del PIB, nuevas medidas de guerras económica y financieras, campañas mentirosas de inventadas enfermedades a los diplomáticos yanquis con el único propósito de afectar el turismo, por ser el renglón más importante de su economía, surge un nuevo serotipo de dengue que, sin dudas será enfrentado con éxito, pero a un alto costo económico.
El dengue no era conocido en Cuba. La primera epidemia del dengue se detectó en 1977 y según estudios realizados el Dr. Charles Heri Calisher, miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población de la Isla tenía anticuerpos del serotipo 02de la enfermedad.
La primera vez que se detecta el dengue hemorrágico en Cuba fue en 1981. En pocas semanas costó la vida de 158 ciudadanos, de ellos 101 fueron niños. El total de infestados ascendió a 344 mil 203 personas. Los gastos para enfrentarla fueron millonarios y el dengue quedó endémico en el país.
Aquellos primeros casos se detectaron simultáneamente en tres localidades de la Isla, distantes entre sí a más de 300 km. En la región de America Latina no había sido reportada, por lo cual existieron elementos suficientes para señalar al autor intelectual y material de esa acción criminal, Estados Unidos.
La verdad salió a flote en 1984, durante el juicio que le celebraba en New York a Eduardo Arocena, agente de la CIA, por asesinar al diplomático cubano Félix García, destacado en la misión ante la ONU.
Sin pudor alguno Arocena declaró: “La misión del grupo encabezado por mí, era obtener ciertos gérmenes patógenos e introducirlos en Cuba”.
Dicha confesión consta en el acta asentada en la página 2189, expediente 2 FBI-NY 185-1009, pero el fiscal no ordenó investigarla.
William W. Turner, ex agente de la Oficina Federal de Investigaciones, FBI, y el periodista Warren Hinckle, aseguraron en un libro publicado: Estados Unidos utilizó la guerra biológica en Cuba durante la administración del presidente Richard Nixon, y la CIA comprometió a Estados Unidos en una guerra secreta no declarada e ilegal contra Cuba, durante más de 20 años”.
Investigaciones desarrolladas confirmaron que aquella forma inicial de dengue hemorrágico, se correspondía a la cepa “Nueva Guinea 1924” (serotipo 02), única en el mundo en ese momento, con lo cual se demostraba que constituía una cepa elaborada en laboratorios.
La revista norteamericana Covert Action, en su edición del 6 de agosto de 1982 afirma: la epidemia de dengue hemorrágico que azotó a Cuba en 1981, pudo haber sido una operación secreta de la CIA”.
En los últimos años, científicos norteamericanos mantienen interés por conocer la reacción al dengue en los diferentes grupos étnicos de la población cubana e incluso obtener muestras de sangre, algo sospechoso porque en los laboratorios de su país nació dicha enfermedad, transmitida por el mosquito Aedes Aegyiptis.
La lista de plagas y enfermedades contra la flora y la fauna cubana es bien amplia, con marcadas evidencias de su introducción desde el exterior, con el único propósito de afectar la economía cubana.
Algunos ejemplos que ponen de manifiesto esas acciones criminales son:
-El Carbón de la caña de azúcar, identificado en 1977.
La Roya de la caña, en 1978.
-La enfermedad Seudodermatosis Nodular Bovina, cuyo agente causal es el virus de SNB. Afectó inicialmente a añojas y novillas. Dicha enfermedad es endémica de África, su agente etiológico se aisló en Italia y Estados Unidos, quien nunca la declaró oficialmente que trabajaba con el virus en su laboratorio de enfermedades exóticas en Plum Island, en fecha coincidente con la epidemia de dengue hemorrágico en Cuba.
Esta enfermedad afectó la producción de leche y se trataron 2 mil 895 focos y 226 mil 181 vacunos enfermos, con un elevado costo financiero.
-Fiebre Porcina Africana. Detectada en 1979. Se comprobó la aparición de dos cepas diferentes del virus introducido. Una variante modificada en el laboratorio y otra con una gran virulencia. Datos oficiales de la época afirman que fueron sacrificados 297 mil 137 cerdos, con una pérdida de 9 millones 359 mil 414 pesos, unido al desabastecimiento alimentario de la población.   
– Conjuntivitis Hemorrágica. Apareció en 1981.Informes de la Oficina Sanitaria Panamericana aseguran que tal epidemia no tenía antecedentes en el hemisferio occidental y fue diagnosticada a solo 4 meses de la aparición del dengue hemorrágico en la Isla.
– Sigatoka Negra. Encontrada en 1990, es el principal problema fitosanitario del cultivo del plátano a escala internacional, pero no se había reportado antes en Cuba.
-Minador de los Cítricos y la Tristeza del Cítrico. Detectadas en 1993 y 1995 respectivamente. Originaria del Sur de Asia se ha extendió desde inicios de siglo hacia África y Australia. Hasta mediados de 1993 estuvo ausente en las plantaciones citrícolas de América. Provocaron grandes pérdidas económicas.
– Broca del café. Apareció en 1995 y no tiene antecedentes en Cuba. Provocó cuantiosas pérdidas en la cosecha y la errogación de millones de pesos en su combate. La produce un insecto que no puede volar más de dos metros, lo que afirma su introducción desde el exterior.
Decenas son los hechos sufridos por el pueblo cubano, ejecutados por los yanquis, todos para intentar entorpecer el desarrollo de la economía socialista y hacerla ver como un fracaso, mientras Estados Unidos se ufana de ser “paladín de los derechos humanos”.
No por gusto José Martí expresó:
“De esa tierra no espero más que males”

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