Blog_CubaSigueLaMarcha

Blog_CubaSigueLaMarcha

martes, 19 de septiembre de 2017

Consumado el pretexto para cerrar embajada EE.UU en La Habana




Consumado el pretexto para cerrar embajada USA en La Habana / Norelys Morales Aguilera


 
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, informó este domingo que Washington está sopesando cerrar su embajada en La Habana, después de una serie de "inexplicables incidentes" que han dañado la salud de los diplomáticos norteamericanos. “Lo tenemos bajo evaluación”, afirmó.

Tillerson habló antes del viaje del presidente Donald Trump a Nueva York, donde hablará ante la Asamblea General de Naciones Unidas en los próximos días.

La acción propuesta se produce después de que hayan tenido lugar incidentes relacionados con el supuesto deterioro de la salud de diplomáticos estadounidenses que sirven en la isla, informaron Prensa Latina y teleSur.

Tillerson afirmó que el asunto es "muy serio" y que el Departamento de Estado ha organizado el retorno a casa de algunas de las personas afectadas.

Tillerson anteriormente los calificó de "ataques a la salud", pero el Departamento de Estado ahora considera que son "incidentes". Todavía no han sido esclarecidas las causas, ni si son actos deliberados.

Washington, sin voluntad para soluciones

Cuba ha aseverado que no tiene nada que ver con los supuestos ataques. La inteligencia cubana está colaborando con el FBI y la Real Policía Montada de Canadá en la investigación.

El presidente Raúl Castro también se ha reunido con el jefe de la diplomacia de EE.UU. en Cuba, Jeffrey DeLaurentis, para mostrar su disposición a colaborar en las averiguaciones.

La cancillería cubana ratificó el 9 de agosto pasado su compromiso de garantizar con rigor y seriedad la seguridad del cuerpo diplomático acreditado en la Isla.

A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla explicó que el 17 de febrero pasado la embajada de Estados Unidos en La Habana y el Departamento de Estado le informaron sobre los mencionados incidentes.

'Cuba tomó con suma seriedad este asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente por indicación del más alto nivel del gobierno cubano', aseguró el documento.

Las autoridades islañas crearon un comité interinstitucional de expertos para el análisis de los hechos; ampliaron y reforzaron las medidas de protección y seguridad a la sede, su personal y las residencias diplomáticas.

Asimismo, se habilitaron nuevos canales de comunicación directa entre la embajada y el Departamento de Seguridad Diplomática, puntualizó el texto.

El comunicado enfatizó categóricamente que la nación antillana jamás permitió, ni permitirá, que el territorio cubano sea utilizado para cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, sin excepción.

Asimismo, reiteró la disposición a cooperar para lograr el esclarecimiento de esta situación.

Los dos países restablecieron oficialmente sus relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015, durante la administración de Barack Obama (2009-2017), y sus respectivas Secciones de Intereses se convirtieron desde entonces en embajadas.

¿Quienes no quieren embajadas?

El viernes, cinco miembros del influyente Comité Selecto de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos, entre ellos su presidente, Richard Burr, solicitaron a Tillerson que declare persona non grata a todo el personal diplomático cubano acreditado en Estados Unidos, como respuesta a las lesiones sufridas en extraños ataques en Cuba por sus homólogos estadounidenses.​ "

"La desatención de Cuba a su deber de proteger a nuestros diplomáticos y sus familias no puede quedar libre de protestas", dijeron los legisladores, entre los cuales se encontraba el senador por Florida Marco Rubio.

Esto huele a campaña bien montada. Expertos son en estos menesteres.

En marzo del 2015, un grupo de legisladores envió una carta al Departamento de Estado y a la Casa Blanca, donde expresan su enérgico desacuerdo a la apertura de una embajada cubana en Washington.

Entre los firmantes estuvieron la congresista Ileana Ros-Lehtinen (R – FL), presidenta de la subcomisión del Medio Oriente y África del Norte de la Cámara de Representantes, junto al senador republicano Ted Cruz y los legisladores republicanos Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, además del demócrata Albio Sires.

Estos personajes trabajan por romper relaciones y parece que están cerca con Donald Trump, ya que ha montado un pretexto, indicado porque si se hacen investigaciones tanto por Estados Unidos como por Cuba, por qué no esperar el resultado.

Este mismo club ultraconservador en el Congreso norteamericano había amenzazado a Barack Obama, que bloquearía los fondos para el funcionamiento de la sede diplomática.

Con anterioridad, James Cason, ex Jefe de la USINT en La Habana (2002-2005) "...fue con instrucciones precisas del Departamento de Estado de provocar al Gobierno de Cuba…”, reconoció Roger Noriega, Secretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental durante la presidencia de George W. Bush, en entrevista en el programa radial “Lo que otros no dicen” (05/31/2010) en Miami. El gobierno de George Bush, instruyó a su jefe de oficina, tanto en organizar a la "disidencia" para un cambio de régimen, como para suprimir la sede, como se supo con posterioridad.

La posición de Cason, alcalde en Coral Gables, en La Florida, pareciera más moderada, pero apoya a Trump en su política hostil. “Queremos que le eche una nueva mirada a la política hacia Cuba”. Luego añadió: “hemos dado demasiado, que el presidente electo de un paso atrás y lo reconsidere”....“no para romper completamente la relación, pero ciertamente para no dar nada más”.

Quién sabe si su experiencia en Cuba le haya dejado alguna lección, pero están confabulados. 



Fuentes:

https://islamiacu.blogspot.com/2017/09/pretexto-para-cerrar-embajada-habana.html 

http://guajiritasoy.blogspot.com/2017/09/consumado-el-pretexto-para-cerrar.htm 

http://cubainformacion.tv/index.php/la-columna/218-norelys-morales/76322-consumado-el-pretexto-para-cerrar-embajada-usa-en-la-habana





Gobierno de EEUU evalúa cerrar su embajada en Cuba a poco menos de 2 años su apertura 

 

Agresión contra diplomáticos estadounidenses en La Habana? Una historia sin sustento



¿Agresión contra diplomáticos estadounidenses en La Habana? Una historia sin sustento. Por Sergio Alejandro Gómez

La insólita historia de diplomáticos estadounidenses que habrían sufrido pérdida auditiva y otros daños a la salud durante su trabajo en Cuba saltó a los medios de comunicación en agosto pasado. El primero de los supuestos incidentes se remonta a noviembre del 2016 y el último a hace apenas unas semanas.


Sin embargo, hasta hoy no existe una explicación creíble para la variedad de síntomas descritos y los expertos niegan la aplicación de las leyes físicas en algunas de las hipótesis manejadas.


El caso, que parece sacado de una novela, es tomado muy en serio en La Habana.


Por indicación del más alto nivel del Gobierno, las autoridades cubanas iniciaron su propia investigación en cuanto recibieron las primeras notificaciones de la Embajada de Estados Unidos y del Departamento de Estado el 17 de febrero del presente año.


“De acuerdo con los resultados preliminares obtenidos y con los datos compartidos por las autoridades estadounidenses, hasta el momento no se cuenta con evidencias que confirmen las causas y el origen de las alegadas afecciones de salud de diplomáticos de EE.UU. y sus familiares”, asegura una fuente familiarizada con la pesquisa cubana.


Las indagaciones estadounidenses, por su parte, tampoco arrojan claridad. Miembros de las agencias especializadas de ese país fueron invitados por Cuba para adelantar investigaciones en el terreno, pero sus resultados no han sido concluyentes. “La realidad es que no sabemos qué o quién ha causado esto”, reconoció la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert. “Es por eso que la investigación continúa abierta”.


La complejidad de la investigación y el desconcierto de los especialistas no han sido limitantes para que algunos intenten señalar a Cuba como responsable y traten de desmontar los avances en las relaciones con los Estados Unidos, que se iniciaron después del 17 de diciembre del 2014.


El senador de origen cubano y opositor a cualquier acercamiento con La Habana, Marco Rubio, envió recientemente una carta al secretario de Estado, Rex Tillerson, en la que pide la expulsión de todos los diplomáticos cubanos en Washington y el eventual cierre de la Embajada de ese país en Cuba como represalia ante supuestos “ataques acústicos” causantes de los daños a la salud de funcionarios estadounidenses en La Habana.


Sin embargo, la misiva firmada además por los senadores republicanos Tom Cotton, Richard Burr, John Cornyn y James Lankford, no aporta prueba alguna de la “culpabilidad cubana” y desconoce la disposición mostrada desde un inicio por las autoridades locales para establecer cooperación y llevar adelante la investigación.


Rubio fue uno de los arquitectos de la revisión de la política hacia Cuba emprendida por la administración de Donald Trump en junio pasado para reforzar la aplicación del bloqueo. El legislador, con un asiento en el Comité de Inteligencia del Senado, ha utilizado todo tipo de artimañas para limitar los nexos entre los dos países.


HECHOS INSÓLITOS

 


La hipótesis de un “ataque acústico” y el uso de sofisticadas “armas sónicas” contra diplomáticos estadounidenses está presente desde que la historia salió a luz pública, a pesar de la falta de evidencias y el criterio de expertos sobre la imposibilidad de que un artefacto pueda generar los síntomas descritos en las condiciones reportadas.


El Departamento de Estado no se ha referido en específico a los efectos sobre la salud de su personal en La Habana, pero los medios de prensa han reportado sobre una amplia variedad de sintomatologías. Algunos casos incluyen migraña, mareo y pérdida de la audición, mientras otros llegan a deficiencias cognitivas, problemas para recordar palabras y lesiones cerebrales leves.


Los diagnósticos provocan confusión entre los especialistas, el FBI, el Departamento de Estado y las agencias estadounidenses involucradas en la investigación, según reportes de la agencia Associated Press (AP).


“Daño cerebral y conmociones, no es posible”, dijo a la AP Joseph Pompei, un ex investigador del MIT y experto en psicoacústica. “Alguien habría tenido que sumergir la cabeza en una piscina repleta de poderosos transductores ultrasónico”.


El Dr. Toby Heys, jefe de un centro de investigación sobre tecnologías futuristas en la Universidad Metropolitana de Manchester, en Reino Unido, dijo a la revista New Scientist que las ondas sonoras por debajo del rango de audición podrían teóricamente causar daño físico, pero sería necesario utilizar enormes bocinas a grandes volúmenes que serían muy difíciles de esconder.

Las armas sónicas que se utilizan para dispersar multitudes y para la protección de algunos navíos frente a barcos piratas funcionan con ese mismo tipo de equipamiento. Los aparatos cubren un área considerable y todas las personas dentro de su alcance resultan afectadas.


Pero buena parte de los alegados incidentes en La Habana, según fuentes públicas estadounidenses, se dieron en espacios delimitados, algunas veces dentro de una sola habitación, y con precisión laser, afectando a una persona en específico, pero sin dañar al resto.


Algunos de los supuestos ataques habrían tenido lugar en las residencias de los diplomáticos e incluso en edificios públicos como el recién remodelado Hotel Capri, una torre de concreto de 19 pisos y 250 habitaciones, donde no hay reportes de otros huéspedes afectados.


Según reportó la agencia AP, el propio FBI viajó a La Habana e investigó en algunas de las habitaciones en donde habrían ocurrido los ataques y no encontró rastros de dispositivos sónicos.


Por su parte, los servicios especializados cubanos no han detectado “posibles autores ni personas con motivación, intención o medios para ejecutar este tipo de acciones”, según fuentes vinculadas con las investigaciones. 

“Tampoco se ha establecido la presencia de personas o medios sospechosos en los lugares donde se han reportado incidentes ni en sus alrededores”.


En Cuba no existen precedentes de hechos con estas características. “Las autoridades cubanas no poseen ni están familiarizadas con el equipamiento ni la tecnología que pudiera ser utilizada con fines similares a los descritos como ataques acústicos”, añade la misma fuente.


CUBA SIEMPRE HA ESTADO DISPUESTA A COOPERAR

 


Luego de recibir las primeras notificaciones de la Embajada de Estados Unidos, las autoridades cubanas crearon un comité interinstitucional de expertos para el análisis de los hechos; ampliaron y reforzaron las medidas de protección y seguridad a la sede, su personal y las residencias diplomáticas, y habilitaron nuevos canales de comunicación directa entre la Embajada y el Departamento de Seguridad Diplomática, según la declaración oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores del 9 de agosto pasado, cuando la noticia salió a la luz pública.


La parte cubana insistió para que las agencias especializadas de Estados Unidos visitaran el país y adelantaran las investigaciones en el terreno, lo cual se concretó en junio del 2017. Otras visitas se dieron en los meses de agosto y septiembre.


“Los tres encuentros sostenidos entre representantes de las autoridades cubanas y agencias especializadas de Estados Unidos se desarrollaron en un clima constructivo y profesional”, refiere una fuente con conocimiento de los intercambios. La parte estadounidense, añade, expresó la intención de cooperar “de forma más sustantiva en la investigación sobre estos incidentes”. Asimismo, los miembros de las agencias especializadas que han visitado Cuba han reconocido que las autoridades locales han actuado con celeridad y profesionalismo.


“Valoramos positivamente la continuidad de estas visitas. Las autoridades cubanas tienen gran interés en dinamizar y culminar la investigación, para lo cual es esencial la cooperación de las autoridades estadounidenses”, precisa la fuente.


Ante el sinnúmero de variables del caso, matizado por la larga historia de conflictos entre los dos países, la cooperación resulta esencial. Notificar los incidentes oportunamente; entregar evidencias; compartir información que facilite la caracterización de los hechos o la identificación de posibles autores, en caso de haberlos; acceder a los afectados y a los médicos que los diagnosticaron e intercambiar con los expertos con conocimientos de los incidentes y de la supuesta tecnología utilizada, serían aspectos básicos para la cooperación y lograr resultados en cualquier escenario.


NI EN LOS PEORES MOMENTOS

 


Otra de las grandes incongruencias de la saga acústica es el momento en que se habrían iniciado los ataques. Para noviembre del 2016, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos avanzaban con celeridad en la concreción de un grupo importante de acuerdos para beneficio de ambos países.


Tras una larga historia de agresiones e intentos de someter por hambre y necesidad al pueblo cubano con el objetivo de transformar su sistema político, el gobierno de Barack Obama reconoció el 17 de diciembre del 2014 que el bloqueo fue un fracaso y terminó aislando a los propios Estados Unidos.


El clima entre los dos países cambió significativamente. Se restablecieron los nexos diplomáticos y se firmaron 22 acuerdos en diversas materias, desde la protección del medio ambiente y la reapertura de los vuelos directos, hasta la cooperación en materia de seguridad. ¿A quién se le ocurriría sabotear las relaciones con Washington?


Además, si por una cuestión de principios revolucionarios el gobierno de Cuba jamás recurrió a métodos agresivos contra los diplomáticos estadounidenses, incluso en los momentos de mayor tensión, ¿qué lógica tendría comenzar a hacerlo después de la decisión soberana de restablecer los nexos con Washington?


En mayo pasado, el Departamento de Estado solicitó que dos funcionarios cubanos abandonaran el territorio de Estados Unidos como consecuencia de los hechos que supuestamente dañaron la salud de su personal diplomático en La Habana, medida que fue considerada por Cuba como “injustificada e irreflexiva”.


Ahora se conoce que, justo cuando esto ocurría, las autoridades de la Isla realizaban todas las acciones investigativas y mostraban su total disposición a colaborar con sus contrapartes estadounidenses.


La declaración oficial emitida por el MINREX señala que Cuba cumple y ha cumplido siempre con “todo rigor y seriedad” sus obligaciones emanadas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, en lo referido a la protección de la integridad de los agentes diplomáticos y los locales de la misión. “La impecable ejecutoria de nuestro país en este ámbito es internacionalmente reconocida, y Cuba es considerada universalmente como un destino seguro para visitantes y diplomáticos extranjeros, incluidos los estadounidenses”, añade.


En el mismo tono que la declaración, un alto oficial de la diplomacia cubana ratifica que “el gobierno de Cuba no ha perpetrado ni perpetrará ataques de ninguna naturaleza contra funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, ni ha permitido ni permitirá que el territorio cubano sea utilizado por terceros con ese propósito”.


Ante la falta de evidencias y la complejidad de este caso, las autoridades cubanas mantienen abierta la investigación y están dispuestas a colaborar con sus contrapartes estadounidenses para esclarecer los hechos.

(Diario del deshielo)



https://medium.com/diario-del-deshielo/agresi%C3%B3n-contra-diplom%C3%A1ticos-estadounidenses-en-la-habana-una-historia-sin-sustento-6853f3d7fda1

https://lapupilainsomne.wordpress.com/2017/09/20/agresion-contra-diplomaticos-estadounidenses-en-la-habana-una-historia-sin-sustento-por-sergio-alejandro-gomez/

http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/09/20/agresion-contra-diplomaticos-estadounidenses-en-la-habana-una-historia-sin-sustento/#.WcKj7zX9nIU


Publicado por: David Díaz Ríos CubaSigueLaMarcha.blogspot.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario